China refuerza los controles en las fronteras tras los atentados de Yunnan

Actualizado: lunes, 21 julio 2008 15:29


BEIJING, 21 Jul. (EUROPA PRESS/Débora Altit) -

Las fuerzas de seguridad de la provincia china de Yunnan, en el sur del país, han reforzado los pasos fronterizos tras las explosiones en dos autobuses que han tenido lugar esta mañana en la provincia y que las autoridades han confirmado que fueron provocadas.

Según informa en su web 'Shanghai Daily', el Departamento de Seguridad Pública de Yunna, bajo cuyo cargo está la Policía, ha situado nuevos controles de seguridad en las carreteras fronterizas; la provincia limita con Myanmar, Laos y Vietnam. De esta manera se espera evitar que los culpables de los atentados huyan del país.

La prensa china informó inicialmente de que se habían producido tres explosiones, dos en el interior de sendos autobuses, y una en una parada, en las cercanías de la localidad de Minshan. El Gobierno de Yunnan informó posteriormente de que "sólo hubo dos explosiones" y aseguró que "aún se están investigando las causas".

En las explosiones han fallecido hasta el momento tres personas y hay 13 heridos. Las explosiones de bombas caseras en autobuses, especialmente en verano, no son del todo infrecuentes en China. Los responsables suelen ser trabajadores o campesinos agraviados en demanda de justicia.

Este último incidente, sin embargo, llega en un momento especialmente inoportuno, ante la cercanía del inicio de los Juegos Olímpicos, que se inauguran el próximo 8 de agosto. Las autoridades han extendido el temor entre la población ante posibles ataques terrorista, ofreciéndoles incluso instrucciones sobre qué deben hacer en caso de que se produzca un atentado o si son secuestrados, con consejos que incluyen, por ejemplo, no mirar a los ojos al secuestrador para no provocarle.

Pero las protestas de ciudadanos airados se han seguido reproduciendo, y corren el riesgo de convertirse en el principal factor desestabilizador de los Juegos, lo que ha llevado a Beijing a poner en marcha una campaña para impedir la llegada a la ciudad de los llamados "peticionarios", ciudadanos que ya han agotado todas las instancias judiciales locales (que no dejan de ser un brazo más del poder) y acuden en busca de una última oportunidad al Gobierno central.

Entre las normas aplicadas para controlar la entrada en Beijing de chinos del resto del país se incluye la puesta en marcha de un triple cordón de seguridad en las carreteras de la capital, y la obligación de que los viajeros presenten su identificación para entrar en la ciudad.