Clínica de MSF: un salvavidas vital en zonas rurales del este de Ucrania

The rubble of a house destroyed by shelling on 3 September
Foto: JULIE REMY
   
Actualizado: miércoles, 24 diciembre 2014 12:20

MADRID, 24 Dic. (Corinne Baker, Médicos Sin Fronteras) -

   El doctor Yuri Orlov mueve la cabeza. "Mi problema número uno es la hipertensión. Desde el año pasado, he visto un aumento del 30 por ciento en las complicaciones derivadas de la tensión alta".

   Después de meses de prolongados enfrentamientos en el este de Ucrania, el conflicto está teniendo un impacto devastador en las personas que viven a ambos lados de la frontera. Muchos han perdido a sus seres queridos y han visto sus casas y escuelas alcanzadas por proyectiles. Su forma de vida ha cambiado drásticamente; viven con el miedo a la reanudación de los combates y encaran con estrés su futuro. Los meses de presión sobre los servicios sanitarios han dejado a los médicos locales como Yuri luchando para atajar las necesidades médicas, especialmente las de los más vulnerables --ancianos, enfermos y discapacitados--.

   Con los bancos cerrados y las pensiones recortadas en muchas zonas, las personas retrasan sus visitas al médico simplemente porque no pueden permitirse el transporte o la medicación. Hasta los medicamentos más básicos como los calmantes o el jarabe para la tos están fuera del alcance de personas que no tienen acceso a dinero en efectivo, mientras que existe falta de suministro de otros instrumentos más especializados como la insulina.

   Desde mayo, Médicos Sin Fronteras ha ayudado a hospitales en la provincia de Donetsk con suministros para atender a miles de pacientes con heridas de guerra. Como respuesta a las dificultades a las que se enfrenta la población para acceder a asistencia médica básica, el equipo va a ampliar su apoyo a centros de salud de las zonas en conflicto en Donetsk.

Julie Remy

   La primera de estas clínicas de alcance se llama 'Ambulatorio #6' y está en Novostroika, un pequeño pueblo minero a las afuras de Shakhtarsk, en una zona de Donetsk controlada por los rebeledes. Es un servicio sanitario de primera línea para unas 7.000 personas que viven en cinco pueblos cercanos, proporciona asistencia primaria y envía a la gente al hospital en caso de que lo necesiten. Este pequeño centro no ha recibido ninguna medicina del sistema estatal desde agosto y el personal médico no cobra sus sueldos desde verano.

   Con las líneas de suministro médico en el este del país gravemente afectadas o interrumpidas por completo, y con los presupuestos de 2014 agotados hace meses, muchas instituciones estatales como el 'Ambulatorio #6' dependen del apoyo voluntario de organizaciones locales para comida y de los suministros médicos y la ayuda de MSF para el personal médico.

   Los pacientes con enfermedades crónicas se ven especialmente afectados, por lo que el equipo de MSF está repartiendo a centros rurales lotes que contienen medicinas para tratar enfermedades cardiacas, hipertensión, diabetes y asma, así como otros suministros esenciales. Con todo ello, médicos como Yuri pueden seguir con sus consultas.

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   En julio, la zona cercana a Novostroika fue escenario de intensos combates y un gran número de viviendas quedaron destruidas. Los efectos son todavía visibles. Muchos de los que permanecen en el pueblo o que han vuelto tras los enfrentamientos han quedado aislados y son vulnerables. El conflicto ha tenido un impacto desastroso sobre la economía de la zona, donde muchas empresas y minas han cerrado y han dejado a la población sin trabajo. A raíz de una decisión del Gobierno de Ucrania de retirar todos los servicios estatales de las áreas controladas por los rebeldes, los ancianos se han quedado sin pensiones y ayudas y todos los servicios bancarios están bloqueados.

   En el centro de salud, Yuri prepara una lista de los pacientes encamados que requieren visitas a domicilio. Utiliza su propio coche porque el que pertenecía al 'Ambulatorio #6' sufrió daños por metralla durante los combates. Paga el combustible de su propio bolsillo.

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   "Los médicos y el resto del personal sanitario han demostrado una dedicación real y siguen trabajando a pesar de llevar meses sin cobrar", dice el doctor Wael Abdurahman Ahmed Ali, que coordina el programa de apoyo médico de MSF. "Es una lucha enorme para ellos. Trabajan para ayudar a que el personal médico existente proporcione asistencia esencial en algunas de las zonas más golpeadas".

   Además de la clínica, los equipos de MSF también mantienen su apoyo a los hospitales de Donetsk y Lugansk con suministros médicos para pacientes con heridas de guerra. Desde mayo, nuestros equipos han repartido ayuda en 70 centros médicos de ambas partes, suficiente para tratar a 13.150 heridos. Los psicólogos de MSF proporcionan ayuda a afectados por el conflicto en varias ciudades, tanto de forma individual como con consultas en grupo. Los psicólogos de MSF llevan a cabo también un programa de formación de psicólogos, trabajadores sociales y personal médico local que trabaja en la región afectada. MSF también mantiene desde 2011 un programa de tratamiento para la tuberculosis dentro del sistema penitenciario de Donetsk.

Julie Remy

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