GINBERA, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente colombiano, Francisco Santos Calderón, manifestó ayer ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que la política de seguridad colombiana se aplica con transparencia y respeto a las libertades, apenas unos días después de que saltasen a la luz supuestas escuchas realizadas por los servicios secretos a funcionarios del Gobierno.
Durante una reunión de alto nivel de ese órgano de la ONU en Ginebra, Santos Calderón aseguró que ninguna violación de esas garantías básicas ha dejado de ser atendida e investigada por el Gobierno colombiano.
En ese sentido, lamentó el asesinato del marido de una líder indígena en diciembre del año pasado y lo atribuyó a un error del Ejército. "Le hemos pedido a la Fiscalía General de la nación que investigue todas las circunstancias que lo rodearon y las responsabilidades que de esas investigaciones se deriven", informó, y añadió que el Ejecutivo ha ordenado una serie de medidas para que las Fuerzas Armadas respeten los Derechos Humanos, según informa el centro de noticias de la ONU.
Santos Calderón mencionó también el caso de las intercepciones telefónicas por parte del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) a varias autoridades nacionales, magistrados, periodistas y políticos, motivo por el cual dimitieron cuatro personas, entre ellos, el director general de inteligencia, Fernando Tabares.
GOBIERNO LEGAL
"El Gobierno de Colombia es firme en sus convicciones y en su decisión de combatir todas las amenazas que se ciernen sobre nuestra democracia pero respetuoso del Estado de Derecho y leal en la contradicción", declaró el vicepresidente, quien explicó que si finalmente se llevaron a cabo dichas escuchas no fueron ordenadas por el Gobierno.
"Nuestro gobierno, en ocasiones, tiene diferencias con decisiones de las Honorables Cortes o de personas de nuestra sociedad y ha asumido el costo político de expresar públicamente sus convicciones, pero no practica el espionaje frente a instituciones o frente a personas", recalcó.
