El comandante de la ISAF y el embajador afgano en Estados Unidos reclaman el envío de al menos 40.000 tropas

Actualizado: viernes, 9 octubre 2009 10:18


WASHINGTON, 9 Oct. (Reuters/EP) -

El comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), el general estadounidense Stanley McChrystal, y el embajador afgano en Estados Unidos, Said Jawad, han solicitado en los últimos días a la administración norteamericana el envío de al menos 40.000 tropas más al país asiático.

McChrystal puso sobre la mesa esta semana al presidente Barack Obama varias opciones para la revisión de la estrategia en Afganistán. La primera de ellas pasa por incrementar en 40.000 efectivos el contingente, ya que una segunda opción, realizar un refuerzo superior, acarrearía un riesgo político, según explicaron dos fuentes cercanas a las discusiones en Washington. No en vano, la popularidad de la guerra de Afganistán en Estados Unidos cae al mismo ritmo en que aumenta la actividad insurgente.

El general también señaló que existe la posibilidad de no enviar más tropas, aunque esta decisión acarrearía un alto riesgo en materia de seguridad.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, indicó este jueves ante la prensa que Obama siempre ha tenido en cuenta la amenaza directa contra la seguridad de Estados Unidos y sus aliados a la hora de concretar los cambios de estrategia en Afganistán y Pakistán.

EL ERROR DE CENTRARSE EN PAKISTÁN

El embajador Said Jawad señaló que se reunió con altos representantes del Ejecutivo norteamericano, entre los que figura el secretario de Defensa, Robert Gates, y el jefe del Comando Central, David Petraeus. "Bajo las amenazas de seguridad actuales, creo que sería razonable decir que son necesarias 40.000 tropas. Eso sería el mínimo requerido", afirmó, en una entrevista con Reuters.

Jawad señaló que la cifra final dependerá de las características de los soldados estadounidenses, de la forma en que Afganistán sea capaz de asumir su propia seguridad y del grado de cooperación con el vecino Pakistán. No obstante, considera que suplir un hipotético repliegue militar con combates en feudos talibán paquistaníes tendría consecuencias desastrosas.

Por otra parte, el embajador pidió a la administración Obama que no "mine" la legitimidad del presidente Hamid Karzai y tenga confianza en el Gobierno afgano. "La elección no fue perfecta", reconoció el diplomático, quien dijo preferir, pese al posible fraude, "un líder elegido por la mayoría de los afganos que otro designado o derrocado por un país extranjero".