MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El gobernador del estado de Nuevo México, Bill Richardson, se dirige a Corea del Norte en un viaje no oficial con la esperanza de convencer a Pyongyang de que rebaje la tensión en la región. "Mi objetivo es intentar que Corea del Norte se calme un poco, ver si podemos reducir la tensión en la península de Corea", declaró en el aeropuerto de Alburquerque, desde donde partió hacia Pekín en vuelo comercial para hacer escala y tomar el avión que le llevará a Corea del Norte.
Richardson, que abondanará su cargo a final de mes, ha sido invitado por Kim Gye Gwan, negociador jefe de Corea del Norte en las conversaciones a seis sobre el programa nuclear. En la mesa de diálogo participan las dos Coreas, Estados Unidos, Rusia, Japón y China.
Richardson, del Partido Demócrata, no volverá a Nuevo México hasta el 20 de diciembre. Se trata de su tercer viaje al país asiático desde que asumió el cargo de gobernador en 2003.
Durante la administración del ex presidente Bill Clinton, Richardson sirvió como embajador y medió de forma no oficial en ciertas disputas diplomáticas, en ocasiones con el fin de liberar a rehenes en Sudán, Irak y Corea del Norte.
El Departamento de Estado ha querido matizar que el gobernador no enviará un mensaje de parte del Gobierno norteamericano. Richardson ha anunciado que en cuanto vuelva de su viaje informará al presidente, Barack Obama, sobre el contenido de sus conversaciones con representantes norcoreanos.
