Crónica Afganistán.- Cuatro soldados canadienses de la OTAN muertos en un atentado suicida en Kandahar

Actualizado: lunes, 18 septiembre 2006 23:10

Los ministros de Exteriores de la Alianza se reunirán el jueves en Nueva York para hablar sobre las dificultades en el sur de Afganistán

KAFIR BAND (AFGANISTAN), 18 Sep. (EP/AP) -

Al menos 18 personas, entre ellas cuatro soldados canadienses de la OTAN, murieron y varias decenas resultaron heridas en varios atentados suicidas registrados hoy en Afganistán, según informaron las autoridades. Los ataques se produjeron un día después de que la OTAN anunciase una victoria sobre la insurgencia en un fuerte talibán del sur del país.

Cuatro soldados canadienses fallecieron cuando su patrulla, que se desplazaba caminando, fue atacada por un hombre que iba montado en una bicicleta en Kafir Band, una aldea situada en el distrito Panjwayi de la provincia de Kandahar, en el sur del país, manifestó el portavoz del Ejército de Canadá en Ottawa, Karen Johnstone. Un comunicado de la OTAN agregó que 25 civiles afganos quedaron heridos, algunos de ellos niños.

"Unos 50 a 60 soldados patrullaban la calle principal cuando un hombre en bicicleta frenó y se inmoló cerca de las fuerzas", declaró Fazel Mohamed, un agricultor de 50 años que vive a unos 20 metros del lugar de la explosión. El 'kamikaze' atacó a las tropas canadienses cuando repartían caramelos entre los niños, según responsables afganos bajo el anonimato.

Milicianos talibán se atribuyeron la responsabilidad del atentado, que sucedió en la misma zona donde las fuerzas de la OTAN aseguraron que habían puesto fin ayer con éxito a un operativo de dos semanas contra la insurgencia. Durante la ofensiva, encabezada por las fuerzas canadienses, murieron al menos 510 milicianos.

Según un supuesto portavoz talibán, Qari Yusaf Ahmadi, el 'kamikaze' que atacó a las tropas canadienses era un afgano vecino de la propia Kandahar, llamado Mulá Qudrat Ula. Ahmadi declaró a AP que los milicianos seguirán atacando a las fuerzas de la OTAN, Estados Unidos y otros países que integran la coalición internacional.

"El ataque suicida de hoy en el distrito de Zherai, en la provincia de Kandahar, sólo puede ser descrito como una atrocidad contra el pueblo de Afganistán", valoró el representante especial de la ONU para ese país, Tom Koenigs.

El enviado de la ONU expresó su indignación por el "nulo respeto a la vida humana", especialmente la infantil, mostrado en este atentado. "Creo que este ataque constituye una seria violación de la ley humanitaria internacional. Debería ser tratado como un crimen contra la humanidad", puntualizó.

Poco después, militares españoles pertenecientes a una sección de la Compañía de Reacción Rápida (QRF) de la Base de Apoyo Avanzado de Herat (FSB) salieron hoy ilesos tras la explosión de un artefacto al paso de su convoy por la zona sur de la provincia de Farah, según confirmaron a Europa Press fuentes de la ISAF.

Por otra parte, un 'kamikaze' suicida que viajaba en una motocicleta se inmoló en la provincia de Herat, en el oeste del país, terminando con la vida de 11 personas e hiriendo a otras 18, incluyendo a uno de los jefes de la Policía local, señaló el gobernador de Herat, Sayed Hussein Anwari.

En otra acción terrorista, ésta vez en Kabul, un 'kamikaze' mató a tres policías afganos e hirió a otras tres personas en un mercado del suburbio de Poli-e-Charki, en el este de la capital, afirmó el funcionario policial Ali Shah Paktiawal.

Asimismo, 13 presuntos milicianos talibán murieron en un enfrentamiento ayer con la Policía en la vecina provincia de Helmand, según explicó hoy el jefe de la Policía provincial, Ghulam Nabil Malajeil.

REUNION DE LA OTAN

Las dificultades que está teniendo la Alianza Atlántica para hacer frente a la insurgencia talibán en el sur de Afganistán centrarán los debates que mantendrán los ministros de Exteriores de la Alianza el próximo jueves día 21 en Nueva York y posteriormente los titulares de Defensa, que se reúnen a finales de septiembre en Portoroz (Eslovenia).

Según señalan fuentes aliadas, para hacer un diagnóstico más ajustado de los problemas a los que se enfrenta la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) conviene tener en cuenta no sólo los aspectos militares sino los de desarrollo, la coordinación entre los distintos organismos internacionales presentes en el país, como Naciones Unidas y la Unión Europea o el papel del propio Gobierno de Hamid Karzai.

En medios de la OTAN se cree que, si bien es cierto que las tropas aliadas se están encontrando con una resistencia mayor de la esperada, no es del todo verdad que se deba únicamente a la necesidad de reforzar con unos 2.000 efectivos más la zona sur, petición que realizó hace unas semanas el comandante supremo de la OTAN en Europa, el general norteamericano James L. Jones.

Conviene también preguntarse, y así lo harán los titulares de Exteriores de España, Francia, Alemania, Italia o Turquía, si la operación que ha llevado a la OTAN no se ha hecho muy deprisa o con falta de previsión respecto al número de tropas necesarias.

Este análisis justificaría, en buena medida, la falta de respuesta a las peticiones tanto de Jones como del propio secretario general de la Alianza Jaap De Hoop Scheffer, porque los aliados que desde el primer momento dejaron claro que no participarían en la extensión al sur consideran poco justificado que ahora se les reclame aportar refuerzos.

Las mismas fuentes señalan también que será imposible avanzar en la estabilización del país centrándose exclusivamente en la seguridad militar y desatendiendo un desarrollo paralelo de proyectos de reconstrucción que permita ver a la población una salida a su precaria situación económica. En este sentido, las fuentes lamentan que en los últimos cuatro años el Gobierno afgano sólo haya gastado el 60% de su presupuesto en reconstrucción y desarrollo, y que haya ocurrido lo mismo con la ayuda externa.

A ello hay que añadir la falta de coordinación entre organismos internacionales y que el Ejecutivo afgano centra sus programas de desarrollo en Kabul y las zona seguras o donde tiene determinadas servidumbres dejando de lado buena parte del país.

La ISAF inició el pasado 31 de julio su extensión al sur de Afganistán, integrada por cinco provincias de las cuales tres cuentan con presencia de la OTAN --Helmand, en manos británicas, Kandahar, de responsabilidad canadiense, y Uruzgan, donde se encuentran soldados holandeses y rumanos--. Al asumir parte de la tarea que antes realizaban las tropas norteamericanas integradas en la Operación 'Libertad Duradera', los aliados se han visto operando en una zona de cultivo de opio y donde nació el movimiento talibán, que tiene en la ciudad de Kandahar su principal feudo.

Ahora que la OTAN anunció el éxito de la 'Operación Medusa' desplegada contra los talibán no puede descartarse que éstos dirijan sus objetivos hacia la zona de Farah, donde se encuentran las tropas norteamericanas, en la frontera entre el sur y el oeste del país. Con una gran capacidad mediática para publicitar sus operaciones, se calcula que el 'núcleo duro' de los talibán no lo forman más de 200 personas. Los que se suman a la causa pueden llegar a cobrar hasta 250 dólares por una acción, mucho más de lo que ingresan un soldado del Ejército afgano, que no pasa de los 6 dólares.