Crónica Afganistán.- Insurgentes talibán atacan la base estadounidense de Bagram mientras Cheney se encontraba dentro

Actualizado: martes, 27 febrero 2007 20:11

El vicepresidente salió ileso pero el suicida causó al menos una veintena de muertos, en su mayoría civiles locales BAGRAM (AFGANISTAN), 27 Feb. (EP/AP) -

Una veintena de personas murieron esta mañana y varias más resultaron heridas en un atentado suicida en la entrada de la principal base estadounidense en Afganistán, en Bagram, en cuyo interior se encontraba el vicepresidente norteamericano, Dick Cheney, quien resultó ileso. Los talibán se apresuraron a reivindicar la autoría del ataque y a asegurar que su objetivo era el propio Cheney.

El atentado suicida causó esta mañana la muerte de alrededor de una veintena de personas y heridas a otras 11 en el exterior de la principal base estadounidense en Afganistán, Bagram, según informó el Ministerio afgano del Interior. En el momento del atentado se encontraba dentro de la base el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, quien se encuentra a salvo, según informaron fuentes oficiales norteamericanas y afganas.

El portavoz del Ministerio del Interior afgano, Zemeri Bashary, informó de que el atentado fue cometido por un terrorista suicida, pero no pudo precisar si fue perpetrado a pie o desde un coche bomba.

Pese a todo, existía una cierta confusión en torno al número de muertos. La OTAN ha informado, por su parte, de tres muertos y 27 heridos y de que entre los fallecidos figuran un soldado estadounidense, un militar surcoreano de la coalición internacional y un contratista del Gobierno estadounidense cuya nacionalidad no ha sido revelada. Se desconocen las causas de estas disparidades en las cifras. El Ministerio surcoreano de Defensa ha confirmado la muerte de uno de sus hombres destinados en Bagram, Yoon Jang-Ho, de 27 años de edad. Corea del Sur cuenta con alrededor de 200 ingenieros y médicos en Bagram.

La explosión se produjo hacia las diez de la mañana (seis y media de la madrugada en España) en la puerta principal de la base en Bagram y causó 19 muertos, según informó el jefe de del departamento público de salud de la provincia, Joya Mohamed Qasim Sayedi. El gobernador, Abdul Jabar Taqwa, informó de que se vieron "de 18 a 20 cadáveres" en el suelo tras la explosión.

El estallido levantó una columna de humo que era visible desde el interior de la instalación militar. Las autoridades militares estadounidenses declararon la alerta roja en la base.

El comandante estadounidense, William Mitchell, por su parte, declaró que el ataque no estuvo relacionado con la visita del vicepresidente, quien se encontraba "a salvo en el interior de la base". "No estaba en el lugar de la explosión", precisó. "El vicepresidente se encuentra bien", declaró su portavoz, Lea Anne McBride.

La base nortemaericana, la mayor del país, alberga a unas 5.100 tropas estadounidenses y otros 4.000 soldados de la coalición y contratistas. La explosión se produjo en el primero de los tres controles que existen para el acceso a la base.

"Mantenemos altos niveles de seguridad aquí siempre. Nuestras medidas de seguridad estaban en su lugar y el asesino nunca hubiera logrado acceder a la base", dijo el comandante de las operaciones de la base, James E. Bonner. "Cuando se dio cuenta de que no podría introducirse en la base atacó a la población local", afirmó.

LOS TALIBAN RECLAMAN LA RESPONSABILIDAD

Sin embargo y contradiciendo esta declaración, las milicias islámicas de los talibán reivindicaron el atentado suicida en Bagram, y aseguraron que el objetivo del ataque era el vicepresidente Dick Cheney.

Un supuesto portavoz de los talibán, Qari Yusef Ahmadi, aseguró a AP que Cheney era el objetivo del ataque, que fue perpetrado, añadió, por un afgano llamado Mulá Abdul Rahim, originario de la provincia de Logar. "Sabíamos que Dick Cheney podría estar instalado en la base", declaró Ahmadi desde paradero desconocido. "El autor del ataque intentó alcanzar a Cheney", añadió.

CHENEY ILESO

Cheney, que pasó la noche en Bagram, salió en un avión de la base casi dos horas después de la explosión. El mandatario se entrevistó posteriormente en Kabul --a 50 kilómetros al sur de Bagram-- con el presidente de Afganistán, Hamid Karzai.

Rodeado de guardias fuertemente armados, Cheney llegó en un convoy hasta el Palacio Presidencial para encontrarse con Karzai. Poco antes almorzó con los soldados y se limitó a declarar a la prensa que "el desayuno fue excelente", sin hacer más comentarios. El objetivo de la entrevista era analizar el incremento de la violencia en el país, cinco años después del derrocamiento del régimen talibán.

Posteriormente Cheney confirmó que escuchó "una potente explosión", que el Servicio Secreto le informó del ataque y que funcionarios le trasladaron a un refugio de bombas en Bagram. "Cuando la situación se calmó y ellos tuvieron una idea más clara de lo que estaba pasando, yo regresé a mi habitación", dijo Cheney.

Al preguntársele si creía que los talibán estaba tratando de enviar un mensaje con el ataque, Cheney dijo que los milicianos "claramente tratan de encontrar formas de cuestionar la autoridad del Gobierno central". "Atacar la base de Bagram con una bomba, supongo, es una forma de hacerlo", dijo. "Eso no debería afectar nuestra conducta", estimó.

El pasado año se registraron 139 atentados suicidas en Afganistán, una cantidad cinco veces superior a la de 2005. El comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, el general David Rodríguez --con quien también se entrevistó hoy Cheney--, ha advertido de que para 2007 se espera que el número de atentados suicidas sea aún mayor.