Crónica Alemania (Añadida).- Los antiguos comunistas reaparecen como tercera fuerza política en las elecciones locales

Actualizado: sábado, 26 enero 2008 18:52

Hesse y Baja Sajonia, terreno de pruebas para la recién creada coalición de 'La Izquierda' BERLÍN, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

Votantes alemanes se disponen a participar mañana domingo en las elecciones parlamentarias de los estados de Hesse y Baja Sajonia, donde los supervivientes políticos del partido Comunista durante la época de la Alemania Oriental podrían convertirse en una fuerza decisiva y formidable, todo ello un año antes de que comience la campaña de las elecciones generales de cara a unos comicios locales que servirán de prueba de cara a valorar el poder de la izquierda alemana y establecer la agenda política del país.

El partido ahora conocido como La Izquierda, emerge así como una coalición que se ha convertido en la tercera fuerza política de la Alemania unificada, detrás de los Democristianos (CDU) y de los Socialdemócratas (SPD). En los sondeos realizados el pasado diciembre, los resultados estimaban que, de celebrarse las elecciones nacionales en ese mismo momento, un 37,9 por ciento votaría por la CDU, por un 28 por ciento por el SPD. Un 10, 6 por ciento iría a parar a La Izquierda, por delante de los liberales de Democracia Libre (10,4 por ciento) y los Verdes (9,5).

No sólo un buen número de alemanes están dispuestos a votar por La Izquierda, sino que muchos de ellos creen que los antiguos comunistas conforman el frente político que podría enfrentarse a los problemas de la globalización --aumento de las diferencias entre ricos y pobres, por ejemplo-- de forma más eficaz.

Durante su mandato desde 1998 a 2005, el SPD ha impulsado reformas económicas, eliminado impuestos y se han enfrentado a los sindicatos, rechazando aceptar sus propuestas. Pero ahora, según la encuesta de Allensbach, un 29 por ciento de los preguntados consideran que La Izquierda es el grupo que mejor podría defender el sistema de seguridad social, en comparación con el 22 por ciento que ha apostado por el SPD. Un abrumador 44 por ciento considera que La Izquierda se encargaría mejor de reducir las diferencias económicas en la población, por sólo un 9 por ciento que consideró que los Socialdemócratas desempeñarían estas tareas con mayor eficiencia.

TERRENO DE PRUEBAS

Así, La Izquierda ha convertido a Hesse --donde se encuentra Frankfurt, la capital económica de Alemania-- su terreno de pruebas en unos comicios donde acumularían, con toda probabilidad, más el cinco por ciento de los votos, que es el límite requerido para ganar una representación en el Parlamento local. De momento, Gregor Gysi, uno de los principales arquitectos, ha declarado que conseguir la victoria en Hesse es una piedra de toque en el camino hacia Berlín.

"Supondría un cambio cultural en este país", explicó gysi a los reporteros congregados durante una escala de la campaña de La Izquierda en Wiesbaden, recogidas por el diario 'The Christian Science Monitor'. "Si conseguimos entrar en los Parlamentos de uno o más estados occidentales, significa que la gente desea una cultura política mucho más izquierdista que la del SPD", añadió.

Hesse también es un laboratorio político para el SPD, cuyos principales candidatos en la localidad libraron una amarga campaña contra las reformas políticas de su propio partido. Así, si el SPD se hace con la victoria, es posible que su tendencia se radicalice aún más hacia la izquierda. "En lo que se refiere al enfrentamiento que se libra dentro del SPD, su presidente, Kurt Beck intententa devolver al partido a sus raíces", explicó el analista político de la Universidad Libre de Berlín, Bernhard Wessels. "El SPD está vigilando Hesse de cerca porque tendría implicaciones futuras de cara a las elecciones federales", añadió.

La principal candidata del SPD en Hesse es Andrea Ypsilanti, hija de un mecánico imigrante que ha prometido poner en práctica un impuesto federal sobre los ricos y cerrar todas las plantas nucleares y de combustible fósil del estado. Su rival de la CDU, el actual Gobernador, Roland Koch, espera congregar a los votantes más conservadores, tras intentar organizar un debate político sobre la xenofobia a raíz un reciente ataque perpetrado por jóvenes inmigrantes contra un pensionista de Múnich. Las diferencias son mínimas, así que si las elecciones terminan en empate, ninguno de ellos será capaz de formar una coalición que les proporcione una mayoría estable.