Las ONG denuncian que en las dos semanas de negociación han fallecido 12.000 personas por armas ligeras
NUEVA YORK, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Conferencia de Naciones Unidas sobre Armas Ligeras concluyó esta madrugada en Nueva York sin un acuerdo acerca de la imposición de controles más estrictos sobre el comercio internacional de armas pequeñas y ligeras, a pesar de que la mayoría de los Gobiernos, incluido el de la Unión Europea y los de la mayor parte de los países africanos y latinoamericanos apoyaban medidas en este sentido, señalaron las ONG integradas en la campaña 'Armas bajo control', entre las que figuran Amnistía Internacional (AI) e Intermón Oxfam.
Los impulsores de la campaña consideran que un pequeño grupo de Gobiernos son los responsables de este fracaso y acusan a Estados Unidos de haber mantenido la posición más hermética, al defender un férreo bloqueo en asuntos clave para la conferencia y al hacer imposible cualquier acuerdo.
Aún así, no sólo la posición de Estados Unidos ha impedido el éxito de las negociaciones. Otros países como Cuba, India, Irán, Israel y Pakistán bloquearon los intentos de acordar unos controles globales sobre el comercio de armas ligeras.
La posición de España fue bien distintas, según las ONG. "El presidente José Luis Rodríguez Zapatero, en julio del año pasado, ya hizo una manifestación pública en la que expresó la intención de que el Gobierno español va a estar en el buque insignia, en la locomotora de este tren que en breve nos lleve a un tratado internacional sobre el comercio de armas", recordó el responsable de AI en la campaña, Ricardo Magán.
"Fue un discurso muy bienvenido (el de Zapatero) y ha llegado el momento de los hechos: España debería significarse públicamente en Naciones Unidos y ser uno de los países que abandere la necesidad de tener este tratado", insistó.
Por su parte, la responsable del área de conflictos de Intermón Oxfam, Irene Milleiro, lamentó la posición de los países contrarios a la adopción de mayores restricciones. "El mundo ha sido rehén de una ínfima minoría de países. Al ritmo actual de muertes, unas 12.000 personas han sido asesinadas por armas ligeras durante las dos semanas que ha durado esta conferencia. Estas personas han sido traicionadas", explica Irene Milleiro, responsable del área de conflictos de Intermon Oxfam.
NUEVO INTENTO EN LA ASAMBLEA GENERAL
Tras el fracaso de la conferencia, la campaña trasladará sus revindicaciones a la Asamblea General de Naciones Unidas, que abordará esta cuestión en octubre. En este órgano, las decisiones son adoptadas habitualmente en votación, por lo que un pequeño grupo de países no podría bloquear avances en el control de las armas como ha ocurrido en esta ocasión.
Por lo pronto, varios Gobiernos han mostrado ya su deseo de que se presente en el primer comité de la Asamblea General una resolución que dé inicio a las negociaciones de un tratado internacional sobre comercio de armas legalmente vinculante.
"El mundo necesita desesperadamente un tratado internacional estricto y aplicable que pueda parar el flujo actual de armas hacia países en los que se violan los derechos humanos", afirma por su parte el responsable de investigaciones sobre comercio de armas de Amnistía Internacional, Brian Wood.
La campaña Armas bajo Control pide a los Gobiernos que pongan en marcha este tratado y que acuerden unos principios globales sobre la venta de armas, para evitar que sigan contribuyendo no sólo a que se cometan más violaciones de los Derechos Humanos sino también al aumento de la pobreza en todo el mundo.
FRACASO "INACEPTABLE"
Otra de las ONG que participan en Iansa. "Al permitir que la reunión fracase, los Gobiernos han desperdiciado una oportunidad para pasar a la acción que habría salvado muchas vidas. Es inaceptable que se reúnan durante dos semanas para no llegar a ningún acuerdo, en especial cuando 1.000 personas mueren cada día a punta de pistola", señaló la directora de Inasa, Rebecca Peters.
Más de un millón de personas en 160 países han respaldado la campaña, que ha reunido dentro de la iniciativa Un Millón de Rostros fotografías en las que mostraban su apoyo a un mayor control del comercio de armas. Un atleta superviviente de la violencia armada en Kenia, Julius Arile, fue la persona encargada de entregar esa petición al secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan.
Ariele estuvo presente en la conferencia. "Vine a esta conferencia para pedirle a los Gobiernos de todo el mundo que detengan la llegada descontrolada de armas a la región en la que vivo, en el norte de Kenia. He perdido a muchos amigos y a mi hermano a causa de la violencia armada. Estoy muy decepcionado porque el mundo no ha hecho nada por ayudarme ni a mi ni a un millon de personas como yo", explicó.
