Crónica Austria.- Seis millones de austríacos votan en unas elecciones marcadas por los escándalos y la inmigración

Actualizado: sábado, 30 septiembre 2006 20:08

Los comicios parlamentarios podrían significar el fin de Jorg Haider como máximo exponente de la derecha en el país

VIENA, 30 Sep. (EP/AP) -

Casi seis millones de austriacos se preparan para las elecciones parlamentarias de mañana domingo, en lo que los analistas prevén serán unos comicios apretados con el partido del actual canciller austriaco Wolfgang Schuessel, el democristiano Partido Popular, como principal favorito en las encuestas, aunque con un estrecho margen de ventaja sobre los socialdemócratas liderados por Alfred Gusenbauer, y a la espera del rumbo que tomen el 25 por ciento de votantes indecisos, que podrían cambiar el resultado de forma drástica.

A pesar de que los expertos creen que el Partido Popular de Schuessel seguirá en el poder, existen dudas acerca del margen de la posible victoria y del futuro del país ante la improbable continuidad de la coalición entre el Partido Popular austriaco y la extrema derecha representada por la Alianza para el Futuro de Austria, que ha provocado las críticas internacionales.

"El verdadero desconocido es el índice de participación", señaló el analista político Peter Filzmaier, en declaraciones al diario 'Der Standard', en las que señalaba que, de acuerdo con su experiencia, al menos un 10 por ciento de los indecisos elige a su candidato en los tres días previos al inicio de las elecciones, lo que es suficiente para "desequilibrar la balanza en cualquier sentido".

El tercer puesto también se encuentra disputado entre el Partido de la Libertad, de extrema derecha, y los Verdes. Además, la situación en el parlamento de los dos partidos restantes -- el Partido Comunista y la Lista de Martin--, está seriamente comprometido; y queda por ver cual de ellos obtiene el 4 por ciento de los votos que asegura la permanencia en la Cámara.

Para los analistas, los votantes se encuentran indecisos ante la falta de opciones positivas. La confortable ventaja del 5 por ciento de la que disfrutaba el canciller se ha reducido drásticamente los últimos días. Llegado el caso, muchos expertos creen improbable una "gran coalición" entre conservadores y socialdemócratas.

Asi, muchos creen que la clave de una futura asociación entre partidos podría quedar en manos de la Alianza para el Futuro de Austria, dirigida por Jorg Haider, fundado en la primavera del año pasado tras escindirse del Partido de la Libertad. Sin embargo, la Alianza también está pendiente de obtener el mínimo del 4 por ciento, algo que los analistas políticos consideran muy difícil. Estas elecciones podrían marcar el fin de la carrera política de Haider, considerado una vez como el máximo exponente de la derecha radical austriaca y que posiblemente quede reducido tras los comicios a una mera anomalía local.

"(Haider) Se aproxima al final", afirma el analista Anton Pelinka, en declaraciones al diario británico 'The Guardian'. "Es su último acto, y se encuentra a la defensiva. Podrá sobrevivir como político local en la región de Carintia, pero como factor nacional está acabado", opinó.

ESCÁNDALO SOCIALDEMÓCRATA

La campaña electoral en Austria ha estado marcada por dos temas principales: la inmigración y el escándalo del cuarto banco más grande de Austria, y en el que se encuentran implicados los socialdemócratas de Gusenbauer.

El pasado mayo, tanto el Gobierno austriaco como otros bancos y compañías aseguradoras iniciaron un plan para salvaral banco BAWAG P.S.K., que había perdido cerca de 1.000 millones de euros en diversas operaciones de especulación en el Caribe. El banco era propiedad del sindicato de Comercio austriaco, que mantiene estrechos lazos con los socialdemócratas.

Gusenbauer ha subrayado en repetidas ocasiones que su partido no ha tenido nada que ver con el escándalo pero reconoció, en una entrevista concedida a AP, que "es cierto que algunos de los responsables de BAWAG son miembros de nuestro partido".

"Lo que sí es cierto es que no ha existido ninuguna financiación ilegal de nuestra organización ni nos hemos visto involucrados de forma alguna en las operaciones del banco", afirmó Gusenbauer, que ha intentado desviar la atención sobre el escándalo mediante la promesa de mejorar el sistema de educación austriaco y de reducir a la mitad el número de parados en Austria, durante los próximos cinco años.

INMIGRACIÓN

El tema de la inmigración ha sido el más cuestionado por los participantes electorales, que se han intercambiado acusaciones mutuas de carácter personal y han llevado a estos comicios a estar precedidos por lo que se considera como "la campaña más sucia de en la historia de Austria", según Euractiv.

Los carteles de campaña demandaban la "expulsión de los inmigrantes" mientras que otros se oponían a cualquier tipo de presencia islámica en el país con leyendas como "Hogar, no Islam".

Tanto la Alianza como el Partido por la Libertad han intentado convertir el descontento sobre los problemas de inmigración en votos. Muchos austriacos temen que los inmigrantes obtengan puestos de trabajo, y creen que reciben demasiadas ventajas fiscales, además de considerarles responsables del aumento en los niveles de criminalidad.

El Partido Popular del canciller Schussel, a pesar de mantener posturas más moderadas, es un opositor abierto ante la entrada de Turquía en la Unión Europea, una actitud compartida por los socialdemócratas.

Schuessel, en su discurso de final de campaña pronunciado este sábado, apoyó la política de ampliación de la Unión Europea pero no hizo, sin embargo, mención alguna sobre Turquía. Pero el viernes, el canciller realizó un ataque abierto contra la derecha, al acusarla de provocar miedos infundados sobre "la inundación de extranjeros, el acoso de la Unión Europea y la globalización, que va a arrollarnos a todos".

Sin embargo, el ultraderechista Heinz-Christian Strache, del Partido de la Libertad, expresaba con rotundidad los principios básicos de su partido en el discurso que cerraba su carrera electoral. "Que no haya más inmigración. Que no haya un sitio en la Unión Europea para Turquía. Que no exista una Constitución europea centralizada", afirmaba Strache a la multitud.

El Partido de la Libertad ha buscado conseguir la deportación inmediata de todos los inmigrantes que soliciten asilo o sobre los que pesen cargos criminales, y ha propuesto reducir al 30 por ciento la proporción de escolares que no tengan al alemán como lengua madre.

El partido de los Verdes ha sido el único en hacer campaña sobre los derechos de los inmigrantes, a la vez que ha solicitado la investigación de fuentes de energía alternativas, igualdad de género y abolición de las tasas de acceso para la universidad.