Crónica Chad.- Chad acusa a Sudán de intentar derribar el Gobierno y pide intervención internacional

Actualizado: sábado, 15 abril 2006 18:05

Amenaza con expulsar a los más de 200.000 refugiados sudaneses de Darfur y con detener la exportación de petróleo

MADRID/YAMENA, 15 Abr. (EP/AP) -

El presidente de Chad, Idriss Deby, ha acusado a Sudán de intentar promover la caída de su gobierno dando apoyo a los rebeldes del Frente Unido por el Cambio (FUC) y reclamó una intervención de la comunidad internacional después de los combates del pasado jueves en Yamena, la capital del país, donde el Gobierno salió victorioso pero perdieron la vida 350 personas.

Deby anunció ayer la ruptura de relaciones diplomáticas con Sudán y amenazó con expulsar a los 200.000 refugiados sudaneses que viven en campos en el este de Chad, huyendo de la guerra que asola la provincia sudanesa de Darfur desde febrero de 2003. "Si después de junio no podemos garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos y de los refugiados, entonces corresponderá a la comunidad internacional encontrar otro país donde alojarlos", dijo.

El presidente chadiano presidió la noche del viernes un Consejo de Ministros y hoy sábado lanzó una nueva amenaza, suspender el flujo de petróleo si antes del martes el Banco Mundial no libera los fondos que están congelados en una cuenta bancaria en Londres y que en principio estaban destinados a apoyar la producción petrolífera del país.

Las exportaciones de petróleo de Chad son muy pequeñas, apenas 160.000 barriles diarios, pero el llamamiento del Gobierno da idea de su desesperación por lograr una intervención de la comunidad internacional. Aunque el Frente Unido por el Cambio (FUC) fue derrotado por las tropas gubernamentales el jueves, se teme que estén tratando de reagruparse en algún lugar del país y que el peligro de derrocamiento para el gobierno de Deby no haya terminado.

El contencioso con el Banco Mundial comenzó a principios de este año. La institución había acordado con Chad financiar la construcción de un oleoducto con la condición de que los ingresos del petróleo se usaran mayoritariamente para aliviar la pobreza en el país, pero a principios de 2006 Deby rompió el acuerdo para poder destinar ingresos petroleros a financiar al Ejército, y el Banco Mundial congeló una ayuda de 120 millones de dólares (unos 102 millones de euros).

Hoy, el Gobierno de Chad dio de plazo hasta el martes para que el Banco Mundial libere los fondos, y si no lo hace cerrará el oleoducto que transporta el petróleo chadiano hasta el Atlántico, cruzando el vecino Camerún.

Es previsible que Chad quiera recuperar esos fondos para poder financiar la campaña militar contra los rebeldes de FUC. La violencia se ha recrudecido en el país a pocas semanas de las elecciones presidenciales del 3 de mayo, en las que Deby aspira a un tercer mandato, para lo cual ha cambiado la Constitución.

"La comunidad internacional ha estado totalmente sorda y muda sobre la situación entre Sudán y Chad", dijo ayer Deby. Tanto el Consejo de Seguridad de la ONU como el Consejo de Paz y Seguridad de la UA condenaron el ataque de los rebeldes contra Yamena y pidieron tanto a Chad como a Sudán que tomen las medidas que sean necesarias para impedir una escalada de la tensión.

Sin embargo, el Gobierno sudanés negó, en un comunicado leído en la radio estatal, toda interferencia en los asuntos internos de Chad, y se presentó a sí mismo como un "buen vecino".

Jartum, por su parte, acusa a Yamena de apoyar a los rebeldes de Darfur, que se levantaron en 2003 para protestar por la marginación de la población negra local. La población local ha sido la principal víctima del conflicto, sobre todo a manos de las milicias árabes 'janjaweed', apoyadas por el Gobierno. Se estima que entre 180.000 y 200.000 personas han muerto y dos millones han dejado sus hogares, 200.000 de ellas cruzando a Chad.

En medio de las acusaciones mutuas, la República Centroafricana anunció el viernes que cerraba su frontera con Sudán, después de saber que los rebeldes chadianos del FUC habían pasado por el norte del país en su camino para pasar de Sudán a Chad. No obstante, entre quienes buscan derrotar a Deby también hay oficiales de su propio Ejército descontentos.

El FUC, por su parte, difundió en su página web un comunicado en el que acusa a Deby de no querer negociar con ellos y afirmó que su régimen "es la base de la crisis en esta parte del continente africano".