Crónica/Chile.- Miles de chilenas aclaman a Michele Bachelet por ser la primera mujer en llegar a La Moneda

Actualizado: domingo, 12 marzo 2006 0:05

En una sobria ceremonia, la médico socialista de 54 años fue investida por su antecesor, Ricardo Lagos.

SANTIAGO, 11 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme)

Miles de chilenas vestidas con bandas presidenciales, aclaman a Michelle Bachelet por haberse convertido hoy en la primera mujer de este país sudamericano en llegar a La Moneda.

De norte a sur del país, y especialmente en la capital, Santiago, donde Bachelet se reunirá con quienes la esperan frente al Palacio de La Moneda, sede del Poder Ejecutivo, las chilenas, y por cierto también los chilenos, celebraron la histórica ceremonia ocurrida este sábado en la ciudad de Valparaíso, a 120 kilómetros de Santiago.

Allí, más de 30 jefes de Estado y de Gobierno y cerca de mil invitados especiales de todo el mundo presenciaron, en la sede del Parlamento, cómo esta médico pediatra y especialista en temas de Defensa, madre de tres hijos y divorciada fue investida con el máximo honor de la Patria entre otros dos ex Mandatarios de la época democrática post dictadura de Augusto Pinochet: Eduardo Frei, hoy titular del Senado, y Ricardo Lagos, el gobernante saliente.

Vestida con un elegante traje de dos piezas blanco invierno, de corte oriental, Bachelet, una mujer que no se caracteriza por romper fácilmente en llanto, estuvo al borde de quebrarse cuando recibió una banda tricolor especialmente confeccionada para ella y la piocha de oro que data de 1810 y que simboliza el inicio de la vida independiente del país más austral del mundo.

"¡Te amamos, Michelle!", gritó un anónimo asistente desde las graderías del Salón de Honor del Congreso, causando las risas de los invitados, ante lo cual Bachelet se llevó las manos al lado del corazón y comentó en voz baja al senador Eduardo Frei, que se encontraba a su derecha, "le voy a tener que pedir su teléfono".

DOBLE OVACIÓN

Antes de que Bachelet fuera investida como Presidenta, el saliente Gobernante, Ricardo Lagos, ingresó al Parlamento, y fue recibido con una gran y larga ovación de aplausos por los más de mil invitados a la ceremonia, quienes lo aclamaron de pie.

Lagos entregó su banda presidencial al senador Frei, quien seis años antes lo había investido como su sucesor, y, siempre ovacionado, junto a su gabinete de ministros y su esposa, Luisa Durán, salió caminando por el medio del salón, como un ciudadano común y corriente, tal como lo establece el protocolo de esta tradicional ceremonia democrática.

En ese momento ingresó al Parlamento Michelle Bachelet, quien también fue ovacionada. "Sí, prometo", dijo con voz fuerte y clara al responder al juramento presidencial quien hace 30 años, tras la muerte de su padre, un general de la Fuerza Aérea que falleció producto de los apremios de los que fue víctima en manos de sus compañeros de armas que lo arrestaron por su lealtad con Salvador Allende, después del 11 de septiembre de 1973, debió sufrir la persecución, la prisión, las torturas y finalmente el exilio.

Michelle Bachelet, quien tras regresar a Chile en 1983, desde la ex República Democrática Alemana, se dedicó a atender a los hijos de las víctimas de la dictadura y más tarde se especializó en temas de Defensa, fue ministra de Sanidad y Defensa del Gobierno de Ricardo Lagos, por lo que dos veces debió jurar como secretaria de Estado, tal como tomó la promesa a su gabinete de ministros, compuesto por igual número de hombres y mujeres, con lo que respondió a uno de sus primeros compromisos de campaña: la paridad de género en su Gobierno.

ELOGIOS INTERNACIONALES

Entre los invitados a la ceremonia se contaban la secretaria de Estado norteamericana, Condoleeza Rice; el Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón; los presidentes de Argentina, Brasil, Haití, Perú, Bolivia, Venezuela, Uruguay, Sudáfrica y Paraguay; la vicepresidenta de Irán; los primeros ministros de Nueva Zelanda y Belice, además de representantes de los gobiernos de otro centenar de naciones.

Todos los asistentes, sin excepción destacaron la importancia histórica de que llegue a La Moneda una mujer, y que se trate de una mujer con la historia personal de Bachelet: una víctima de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura más larga y cruel de la historia de Chile.

Tras la ceremonia, Bachelet ofreció un almuerzo de honor a sus invitados en la residencia de verano de los Mandatarios chilenos, en el Palacio de Cerro Castillo, en Valparaíso, y después de despedirse de las delegaciones extranjeras se dirigió a la localidad de Casablanca, intermedia en el camino a Santiago, donde asistió a su primer homenaje público como Presidenta, una fiesta ciudadana con representantes de las fuerzas sociales y comunitarias.

En la oportunidad, reiteró su compromiso con los ciudadanos y especialmente con las mujeres y con las provincias de Chile. "Yo estoy aquí para compartir con ustedes y con todas las regiones de Chile, con sus pueblos y sus localidades, la inmensa alegría que hoy sentimos, pero también estoy aquí para decirles que tengo con las regiones un compromiso que voy a cumplir".

A esta hora, casi las 19 horas en Chile, 23 horas en España Peninsular, Bachelet se dirige en coche a Santiago, donde miles de personas la ovacionan con banderas chilenas y pancartas, para saludarla en su primer día como Presidenta de Chile.

Se dirige a La Moneda, donde aparecerá desde uno de los balcones del histórico edificio y donde se espera entregue un breve saludo, para después reunirse con sus colaboradores y sus familias en la sede del Poder Ejecutivo.