((Esta crónica está embargada hasta las 02:01 horas del jueves 21 de septiembre de 2006))
Las autoridades llevan a cabo desalojos forzosos y han ampliado el ámbito de aplicación del encarcelamiento sin cargos, según el grupo
LONDRES, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno chino tiene que "darse prisa" si quiere mejorar la situación de los Derechos Humanos en el país antes de los Juegos Olímpicos de 2008, como prometió al Comité Olímpico Internacional (COI). Esta es la conclusión a la que llega Amnistía Internacional (AI) en su última evaluación sobre la actuación de Beijing a falta de 687 días para las Olimpiadas, en la que constata progresos en la reforma del sistema de pena de muerte, pero también retrocesos en otras áreas.
"Los informes que siguen recibiéndose a diario sobre graves abusos contra los Derechos Humanos cometidos por todo el país contradicen las promesas que hizo el Gobierno chino cuando presentó la candidatura de Beijing a las Olimpiadas", señaló la directora adjunta del Programa para Asia y Oceanía de AI, Catherine Baber.
Según la organización, en China "se hostiga y encarcela a los activistas de Derechos Humanos de base, incluidos los que trabajan con personas desalojadas por la fuerza de edificios situados en zonas donde se va a levantar la infraestructura olímpica. Asimismo, se ejecuta a millares de personas tras juicios injustos por delitos como contrabando y fraude".
Asimismo, AI denunció que en 2005 se practicó "una renovada campaña de represión de los periodistas y los usuarios de Internet, lo cual hace que las promesas oficiales de 'libertad total para los medios de comunicación' suenen falsas", apuntó Baber, agregando que la situación actual en China "contradice la formulación más básica del 'espíritu olímpico', parte esencial del cual es 'el mantenimiento de la dignidad humana'".
Amnistía Internacional ha enviado sus conclusiones al COI, que ha manifestado que tomará medidas si los compromisos de China en materia de Derechos Humanos no se cumplen en la práctica. La organización insta al Comité a que utilice su influencia con las autoridades chinas para hablar en favor de personas como Ye Guozhu.
Según sostiene AI, Ye fue desalojado por la fuerza de su casa por hallarse ésta en una zona destinada a la infraestructura olímpica. Después, fue condenado a cuatro años de cárcel tras solicitar permiso para organizar una manifestación en Beijing en diciembre de 2004. Finalmente, hace poco "se ha sabido que Ye Guozhu ha sido sometido bajo custodia a torturas como colgarlo del techo por los brazos y golpearlo con porras eléctricas".
CÁRCEL SIN CARGOS
Además de llevar a cabo desalojos forzosos en zonas destinadas a la infraestructura olímpica, las autoridades municipales de Beijing han decidido que, con objeto de limpiar la imagen de la capital antes de que comiencen los Juegos, se amplíe el ámbito de aplicación de la "reeducación por el trabajo" (encarcelamiento sin cargos) para incluir en él "la publicidad y la propaganda ilegales, los taxis ilegales, los negocios ilegales, el vagabundeo y la mendicidad".
"Los estadios relucientes y los desfiles espectaculares no servirán de nada si los periodistas y los activistas de Derechos Humanos no pueden expresarse aún libremente, si se sigue torturando en las prisiones o si el Gobierno persiste en el secretismo con respecto a los millares de personas que son ejecutadas", afirmó Baber.
"Instamos a las autoridades chinas a que sigan adelante con su promesa de mejorar la situación de los Derechos Humanos a fin de que, cuando llegue agosto de 2008, el pueblo chino pueda estar orgulloso de todo lo que su país tiene para ofrecer al mundo", apostilló.
PETICIONES DE AI A CHINA
AI ha hecho al Gobierno chino cuatro solicitudes. En primer lugar, le pide que aumente la transparencia publicando estadísticas nacionales completas sobre las condenas de muerte y ejecuciones, con miras a la abolición definitiva de la pena de muerte. Asimismo, le insta a la abolición de la "reeducación por el trabajo" y demás formas de detención administrativa.
En tercer lugar, AI reclama al Gobierno chino que modifique cláusulas del Código Penal "redactadas de modo poco preciso", como "filtrar secretos de Estado al extranjero" y "subvertir el poder del Estado", que --según la organización-- suelen utilizarse para reprimir actividades legítimas de defensa de los Derechos Humanos.
Finalmente, pide a Beijing que deje en libertad a todos los periodistas detenidos por ejercer pacíficamente su profesión y que garantice que tanto los periodistas extranjeros como los chinos pueden cubrir asuntos de interés público sin ningún tipo de censura.
