Crónica C.Marfil.- ICG estima que la paz está "al alcance de la mano", pero insta a redoblar los esfuerzos

Actualizado: domingo, 21 mayo 2006 20:07

Un analista del 'think tank' reconoce que los avances tendrán costes y que no se puede caer en un "optimismo excesivo"

BRUSELAS, 21 May. (EUROPA PRESS) -

Por primera vez desde 2002, los actores políticos marfileños parecen tentados por la paz, que puede concretarse en las esperadas elecciones en el país. Sin embargo, aunque el apoyo de la comunidad internacional, el cansancio de una población agotada por la mala actuación de sus dirigentes y los buenos comienzos del primer ministro, Charles Konan Banny, son elementos muy positivos de cara a la organización de los comicios, según International Crisis Group (ICG), es necesario aunar y afianzar esfuerzos para llegar a buen puerto.

'Costa de Marfil: la paz como opción', el último informe de ICG, estima que la paz está al alcance de la mano si el Gobierno prepara correctamente las elecciones presidenciales, que tienen que celebrarse antes del 31 de octubre de 2006. No obstante, según ICG, el Gobierno debe extender con urgencia su presencia en el conjunto del territorio, identificar a los ciudadanos y electores del país y desarmar y reintegrar a los ex combatientes, ya que los enemigos del proceso de paz cuentan con razones y posibilidades de hacer fracasar el proceso de paz.

De hecho, el presidente del país, Laurent Gbagbo, y su partido, el Frente Popular Marfileño (FPI, en sus siglas en francés), los ex rebeldes de las Fuerzas Nuevas (FN), que controlan el norte del país, y los radicales de diversos grupos que apoyan a uno u otro lado, guardan intacta su capacidad de reanudar la violencia.

Mediante el diálogo y la determinación, el nuevo primer ministro ha sabido controlar la violencia que pretendía paralizar su Gobierno, aunque los últimos meses han demostrado hasta qué punto la situación es inestable. Las manifestaciones del pasado enero se dirigieron directamente contra el personal de la Operación de Mantenimiento de Paz de Naciones Unidas (ONUCI) en el país, así como contra los símbolos de una comunidad internacional acusada de "recolonizar" Costa de Marfil.

Sin embargo, indica ICG, la voluntad de los organizadores de la violencia y de los simpatizantes de Gbagbo era impedir que el primer ministro pudiera ejercer la integrad de sus poderes, que le fueron confiados por el Consejo de Seguridasd en octubre de 2005. Finalmente, Barry logró retomar el control mediante el diálogo y con determinación, por lo que los resultados que ha obtenido en estos meses no son nada despreciables.

"Nada de lo que debe ser hecho lo será con pocos costes, y lo histórico de esta crisis no juega en favor de un optimismo excesivo", afirmó un analista del 'think tank', Gilles Yabi. "Ninguno de los actores políticos parece dispuesto a tomar el riesgo de presentarse pacíficamente a las elecciones sin estar seguro de salir vencedor", agregó.

Así, según el informe, el primer ministro Banny debería continúar con el diálogo y con su colaboración con el presidente Gbagbo, que podría estar tentado a retrasar las elecciones con el objetivo de mantenerse en el puesto.

Asimismo, estmia ICG, el Gobierno de Reconciliación Nacional, creado en 2003 tras la firma de la paz, debería lanzar sobre el conjunto del territorio una campaña explicativa sobre la preparación de las elecciones. También tendría que restaurar su autoridad sobre las fuerzas de seguridad y las instituciones financieras del Estado.

Por su parte, el Grupo de Trabajo Internacional (GCI) --que comprende a los países y prnicpales organizaciones internacionales e instituciones financieras implicadas en la resolución de la crisis-- debe poner fin a las luchas internas que le recorren y que perjudican su eficacia, especialmente entre Sudáfrica y Francia. Asimismo, según ICG debería aportar un apoyo político al Gobierno e informar al Consejo de Seguridad de la ONU de todo obstáculo en el proceso de paz.

Además, el Banco Mundial, la ONU y el resto de actores internacionales que proporcionan fondos deberían proporcionar un apoyo financiero rápido y consecuente con las diferentes acciones que es necesario poner en marcha antes de las elecciones.

"Las posibilidades de hacer abortar este proceso de paz laboriosamente relanzado son numerosas", estimó el director del Proyecto Africa del Oeste del ICG. "Si el Gobierno logra a fijar resultados concretos en la identificación de los ciudadanos y en el terreno de la desmovilización y la reintegración, la dinámica de paz y de reunificación será más difícil de detener".