Crónica EEUU.- McCain se compromete a cambiar Washington si es elegido presidente

Actualizado: viernes, 5 septiembre 2008 21:56

El equipo de campaña de Obama afirma que el candidato republicano está criticando aquéllo de lo que él mismo forma parte

SAINT PAUL (MINNESOTA), 5 Sep. (EUROPA PRESS) -

El candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain, aceptó ayer su nominación y se comprometió a llevar el "cambio" a Washington si es elegido presidente en las elecciones del próximo 4 de noviembre, para conseguir que la élite política del país vuelva a "trabajar por la gente" en lugar de por sí misma.

Durante la XXXIX Convención Nacional Republicana, que finalizó ayer en Saint Paul (Minnesota), McCain advirtió a la "pandilla de Washington", con su forma de gobernar "a la antigua, con gran gasto, sin hacer nada, pensando en mí primero y después en el país" --dijo--, de que "el cambio se acerca".

El candidato quiso arrebatar a su rival demócrata, Barack Obama, la exclusividad de la imagen del cambio y esgrimió su experiencia en Washington, donde dijo haber trabajado "muchas veces por unir a miembros de los dos partidos para solucionar problemas que necesitaban soluciones". "Y eso es lo que haré como presidente. Tenderé mi mano a todo aquel que me ayude a volver a hacer avanzar este país. Tengo el historial y las cicatrices que lo prueban, y el senador Obama no", aseveró.

Aun así, tuvo palabras de reconocimiento para el senador por Illinois, del que dijo que tiene su "respeto y admiración". "Son más cosas las que nos unen que las que nos separan", reconoció. McCain se comprometió a intentar superar el "constante rencor partidista" del que está impregnada, en su opinión, la élite de Washington, y que es lo que no le permite "resolver los problemas".

"Es lo que ocurre cuando la gente va a Washington a trabajar para sí mismo y no para vosotros", le dijo a los miles de republicanos que le aplaudieron a rabiar desde las gradas del Xcel Center.

Pese a su apuesta por un cambio, McCain inició su discurso agradeciendo el trabajo "del presidente, por liderarnos en los oscuros días que siguieron al peor de los ataques perpetrados en la historia en tierra americana", en referencia al 11-S y a George W.Bush, que no estaba presente en Saint Paul.

"CAMBIAR LA FORMA DE ACTUAR DEL GOBIERNO"

Sin embargo, aseguró que "hay que cambiar la forma en que el Gobierno lo hace casi todo, desde la manera en que protege nuestra seguridad hasta la forma en que compite en la economía mundial; desde la forma en que responde a los desastres hasta la forma en que educa a nuestros hijos".

En este cambio, destacó también el protagonismo de la candidata a la vicepresidencia y gobernadora de Alaska, Sarah Palin, asegurando "no poder esperar" por ver llegar a Washington a su compañera. "Ella sabe de dónde viene y para quién trabaja. Ella se alza para defender lo correcto y no deja a nadie que le diga que se siente", aseguró.

McCain repasó su propia "lucha contra la corrupción" tanto entre republicanos como entre demócratas y contra los "'lobbies' que les robaban a las tribus indias, contra los tratos deshonestos en el Pentágono y contra las tabacaleras". "Luché por la correcta estrategia de enviar más tropas a Irak cuando no era una medida popular", añadió.

El candidato echó mano de su veteranía militar para presentarse como "luchador" en muchos otros campos, en la vida y en la política, y emocionó al auditorio pidiéndoles: "¡Luchad conmigo!". La ovación de la multitud tapó incluso las últimas palabras de McCain, que se comprometía a luchar por los estadounidenses desde la presidencia.

"Nos enfrentamos a muchas amenazas, pero no les tengo miedo, estoy preparado. Yo sé como funciona el Ejército, lo que puede hacer, lo que puede hacer mejor y lo que no puede hacer", remarcó.

McCain recordó también su experiencia en un campo de prisioneros vietnamita y dijo que fue recluido en esa prisión cuando "se enamoró" de Estados Unidos y comprendió que "no es sólo un lugar, sino una idea por la que merece la pena luchar". "Nunca volví a ser el mismo. Nunca volví a pertenecer a mí mismo, sino a mi país", arengó.

UN "INCONFORMISTA" EN EL PARTIDO

Recogiendo el calificativo que se le otorga desde muchos sectores, el de "inconformista", McCain dijo entender su definición como "alguien que entiende para quién trabaja". "Yo no trabajo para un partido, no trabajo para intereses particulares, no trabajo para mí, trabajo para vosotros", arengó.

También se comprometió a "restaurar el orgullo y los principios del partido" republicano. "Fuimos elegidos para cambiar Washington y dejamos que Washington nos cambiara", lamentó.

"Yo mantendré los impuestos bajos y los rebajaré más cuando pueda, mi oponente los aumentará. Yo abriré mercados a nuestros bienes y servicios, mi oponente los cerrará. Yo reduciré el gasto del Gobierno, él lo aumentará", resumió para contrastar sus propuestas con las de Obama, al que atacó también por otras ideas en materia de educación, energía y economía.

En cuanto a la política internacional, aseguró que como presidente establecería "buenas relaciones con Rusia para que no haya que temer una nueva Guerra Fría", pero sin mirar hacia otro lado frente a "una agresión" a Georgia que "amenaza la paz y estabilidad del mundo y la seguridad de los americanos".

"HOMBRE DE CRITERIO Y CARÁCTER", SEGÚN SU ESPOSA

La esposa de McCain, Cindy McCain, fue la encargada de presentar a su marido, a quien definió como "un hombre de criterio y de carácter". "Vamos a necesitar a alguien de inusual fuerza y carácter, alguien como mi esposo, para guiarnos a través de las corrientes y los arrecifes que se nos presentan", dijo. "Conozco a John, podéis confiarle el volante", añadió.

La postulante a Primera Dama, que subió al escenario acompañada de los siete hijos de su esposo, incluida la niña de 17 años adoptada en Bangladesh, presentó a McCain como alguien "que nunca ha vacilado en su devoción por el país" y, para resaltar su independencia, dijo que es alguien que "ha servido a Washington sin formar parte nunca de Washington" y "que siempre dice la verdad, sin importar lo que le cueste".

LOS DEMÓCRATAS DAN LA VUELTA AL DISCURSO DE MCCAIN

Los demócratas han reaccionado al discurso de McCain en la Convención afirmando que en una cosa de las que dijo tenía razón: que los republicanos han dejado que Washington les cambie. La prueba está en los votos que ha obtenido al apoyar casi siempre las políticas de Bush, indicó un portavoz del equipo de campaña de Obama, Bill Burton.

"Amonestó a la 'pandilla antigua que no hace nada' en Washington pero ignoró el hecho de que él ha formado parte de ese grupo durante 26 años, oponiéndose a soluciones en la atención médica, la energía y la educación", criticó Burton.

"Habló de bipartidismo pero no mencionó que él ha sido partidario de Bush el 90 por ciento del tiempo, que ha llevado a cabo una campaña de Karl Rove" --principal estratega político de Bush-- "y que quiere continuar con esta desastrosa política económica y exterior durante otros cuatro años", prosiguió el portavoz, que concluyó que "con John McCain, es más de lo mismo". En opinión de Burton, McCain no representa "el cambio que los americanos necesitan".

PROTESTAS

Aunque McCain estuvo arropado por sus partidarios, un hombre consiguió entrar en la sala con una pancarta que denunciaba que "McCain votó contra las investigaciones" sobre la actuación militar en Irak. El mismo McCain respondió a los gritos del manifestante pidiendo a la audiencia que no hiciera caso "del ruido".

Mientras, fuera del recinto, la Policía usó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para dispersar a un grupo de personas que protestaba por la guerra de Irak y las políticas antiterroristas de los republicanos. El incidente se saldó con 396 detenidos, y en toda la semana se han producido 818 arrestos, según la CNN. La Policía justificó su actuación diciendo que los manifestantes estaban intentando entrar en el Xcel Center.