La guerrilla acuerda ayudar a Manila a retirar las minas, lo que podría permitir el regreso de 100.000 desplazados
MANILA, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Filipinas y la principal guerrilla musulmana del país, el Frente Moro de Liberación Islámica (MILF), están cada vez más cerca de firmar un acuerdo de paz después de la última ronda de conversaciones mantenida esta semana en Kuala Lumpur y en la que, entre otras cosas, los rebeldes acordaron ayudar al Ejecutivo a retirar las minas dejadas por décadas de conflicto en la isla de Mindanao (sur), lo que podría contribuir al retorno de los alrededor de 100.000 desplazados.
Según explicó este viernes Mohaqher Iqbal, el negociador del MILF, se espera que esta medida ayude a convencer a los desplazados por el conflicto de regresar a sus hogares. "Muchas de las familias desplazadas están dispuestas a regresar a casa y reconstruir sus vidas, pero algunas están preocupadas aún por su seguridad debido a que el conflicto no está resuelto y a los peligros potenciales de estos explosivos", reconoció Iqbal en declaraciones a Reuters desde Kuala Lumpur.
El dirigente del MILF, que se estima cuenta con unos 12.000 efectivos, dijo que existe un número indeterminado de minas, artefactos explosivos y proyectiles de artillería en las zonas del conflicto, y decenas de personas han muerto o resultado heridas desde finales de 2008, cuando se intensificó el conflicto.
El Gobierno filipino, que destruyó su arsenal de minas antipersona antes de firmar el tratado de prohibición de este armamento en 2000, indicó durante la ronda de conversaciones con el MILF de esta semana que llevará a cabo operaciones para el desminado de Mindanao. En opinión de Soliman Santos, de la Campaña Filipina para la Prohibición de las Minas, este proceso podría llevar dos años.
El viceministro de Exteriores y negociador del Gobierno, Rafael Seguis, dijo que ambas partes parecen caminar hacia un "acuerdo integral" muy pronto --de hecho algunos medios hablan de que comenzaría a redactarse en mayo--, si bien los dirigentes del MILF indicaron a la agencia de noticias de la ONU IRIN que es poco probable que este acuerdo se alcance con la actual presidenta, Gloria Arroyo, cuyo mandato de seis años expira a finales de junio.
"Ambas partes acordaron trabajar juntos para un rápido retorno de los desplazados en las zonas afectadas por el conflicto en Mindanao", explicó Seguis al término del encuentro en Malasia. Según Seguis, unos 100.000 desplazados permanecen en la actualidad en centros de evacuación.
El Comité Coordinador sobre el Cese de Hostilidades (CCCH, por sus siglas en inglés) ha estado trabajando desde su creación en 2003 para "garantizar la seguridad del regreso de los evacuados acompañándoles a sus respectivas áreas de origen, en estrecha coordinación con las autoridades locales, el Equipo Internacional de Supervisión (IMT) y otras agencias implicadas".
LA TREGUA SE RESPETA
Este organismo está integrado por miembros de ambas partes en conflicto, así como representantes neutrales, cuyo trabajo es resolver las quejas sobre las violaciones de la tregua con el fin de que no se produzca una escalada. Desde que el IMT regresó en febrero de este año, sólo ha habido tres denuncias de violación de la tregua, que fueron resueltas de forma amistosa, según el CCCH.
El hecho de que este tipo de incidentes se haya reducido con respecto a los registrados en 2008 y 2008 se debe, en opinión del organismo, "a la buena cooperación y trabajo en equipo entre el Gobierno, el MILF y el CCCH junto con organizaciones de la sociedad civil".
El portavoz de Arroyo, Gary Olivar, dijo que el acuerdo de esta semana ha renovado las esperanzas de que los rebeldes estén más receptivos a sellar un acuerdo de paz. Sin embargo, descartó la posibilidad de que se reviva el acuerdo de 2008, que fue declarado inconstitucional. "La presidenta sigue queriendo firmar un acuerdo de paz con el MILF, pero las declaraciones públicas de sus líderes indican que prefieren trabajar con la próxima administración", reconoció a IRIN.
CRUZ ROJA PIDE PROTECCIÓN PARA DESPLAZADOS
Por su parte, Cruz Roja dio la bienvenida a las últimas noticias, pero subrayó que más allá de permitir el regreso de los desplazados de forma segura, el Gobierno tiene que garantizar que cuentan con el apoyo adecuado para poder retomar sus vidas. "Es un acontecimiento muy positivo, pero por otra parte, queremos saber cómo serán protegidas estas personas", subrayó a IRIN la secretaria general de la Cruz Roja Filipina, Gwendolyn Pang.
"No podemos simplemente animarles a que regresen cuando no se sienten seguros en las zonas a las que tendrán que regresar", incidió Pang. Las familias "deberían ser capaces de sentirse a salvo y tranquilas cuando regresen, tienen que tener un modo de ganarse la vida e infraestructuras básicas como escuelas y centros de salud que cubran sus necesidades", resaltó.
Manila inició en 2003 conversaciones de paz con el MILF con la esperanza de poner fin a 32 años de lucha para la creación de un estado musulmán en Mindanao por parte de este grupo guerrillero. En 2008 se produjo un nuevo estallido de violencia después de que el Tribunal Supremo considerara inconstitucional una propuesta de acuerdo que habría supuesto que los rebeldes tuvieran control político y económico sobre 700 localidades de la isla que reivindican como su territorio ancestral, incluidas zonas con una importante población de cristianos.
El rebrote del conflicto provocó unos 400 muertos y 750.000 desplazados. En julio de 2009 se retomaron los contactos con el fin de reanudar el proceso de paz. Se estima que el conflicto ha dejado más de 120.000 víctimas mortales en sus cerca de cuatro décadas de historia y unos dos millones de desplazados.
