Crónica Georgia.- Georgia libera a los cuatro espías rusos ante la presión ejercida por Moscú

Actualizado: lunes, 2 octubre 2006 22:15

Rusia mantiene sus sanciones a pesar de la liberación y podría prohibir las remesas de dinero enviadas por los emigrantes georgianos

TIBILISI, 2 Oct. (EP/AP) -

Las autoridades georgianas entregaron hoy a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) a los cuatro oficiales rusos acusados de espionaje detenidos la semana pasada y volaron en la tarde de hoy hacia moscú. Los fiscales georgianos reiteraron las acusaciones de espionaje contra los cuatro oficiales y les prohibieron entrar en Georgia en el futuro en una ceremonia televisada. El ministro de Exteriores georgiano, Gela Bezhuashvili, entregó a continuación a los rusos al ministro de Exteriores belga, Karel De Gucht, presidente de turno de la OSCE, con lo que podría desactivarse la crisis surgida entre Moscú y Tibilisi.

Cinco oficiales del Ejército ruso y varios civiles georgianos fueron detenidos el pasado 27 de septiembre bajo la acusación de espionaje en la capital de Georgia y en la ciudad costera de Batumi, en el Mar Negro. Según las autoridades de la República caucásica todos formaban parte de una red de espionaje "muy peligrosa" que había estado funcionando desde hacía varios años.

"Mostraron un interés particular en la capacidad de defensa de Georgia, y en sus programas de integración con la OTAN, de seguridad energética, y en los partidos políticos y organizaciones", además de intentar obtener información acerca de las Fuerzas Armadas georgianas y la infraestructura, afirmó el pasado miércoles un portavoz georgiano, Vano Merabishvili. Además, vincularon a los detenidos con la bomba que mató en 2005 a tres agentes de la Policía georgiana en la localidad de Gori.

Moscú respondió al incidente con la retirada de su embajador, Vyacheslav Kovalenko, el personal diplomático y sus familias, unas 80 personas en total, el 29 de septiembre. Además, el ministro ruso de Defensa, Sergei Ivanov, denunció las detenciones y calificó a Georgia de Estado "bandido" considerando los cargos presentados contra sus militares de absurdos y pidió su inmediata liberación. "No estaré sorprendido si hoy Georgia presenta cargos contra ellos por querer robar el sol del cielo", declaró Ivanov.

La escalada de tensión continuó tras la decisión de un tribunal georgiano de mantener bajo custodia a cuatro de los cinco oficiales rusos detenidos por un plazo que podría alcanzar los dos meses mientras el Ejército ruso se concentró en la frontera georgiana y las autoridades de la Armada rusa en el Mar Negro anunció "maniobras navales a gran escala" en la región.

El presidente pro occidental de Georgia, Mijeil Saakashvilli, trató de restar importancia al incidente y calificó de "movimiento excesivo" la retirada del personal diplomático y civil ruso del país. Sin embargo, Moscú contestó con el anuncio de la suspensión de los planes de retirada de las dos bases militares rusas ubicadas en suelo georgiano.

MÁXIMA ALERTA

Estas bases recibieron ayer domingo la orden de permanecer en máxima alerta y disparar a matar contra cualquier persona que amenazase la seguridad de las mismas. Además, el presidente ruso acusó a los dirigentes georgianos de estar siendo instigados por terceros países y comparó el arresto de cuatro espías rusos con la represión ejercida por Lavrenty Beria, un secuaz de Stalin. "Están tratando de pellizcar a Rusia en donde más le duele, intentan provocarla", afirmó el presidente ruso, Vladimir Putin, durante la reunión del Consejo de Seguridad ruso. "Esta gente piensa que están seguros bajo el paraguas de sus patrocinadores extranjeros", espetó.

El primer gesto de distensión, posible síntoma de un acuerdo alcanzado entre ambas administraciones, se produjo en la tarde de ayer, cuando Putin ordenó reanudar los planes de evacuación de las dos bases rusas ubicadas en Georgia, que previsiblemente cerrarán sus puertas en 2008. Putin anunció esta medida, "a pesar de la actual situación".

Así pues, la suspensión de todos los transportes y relaciones postales con Georgia anunciada a primera hora de hoy por Moscú no parece más que un órdago final para propiciar un acuerdo. Los cuatro militares rusos finalmente fueron entregados por las autoridades rusas en una aparatosa ceremonia televisada en la que el presidente de turno de la OSCE, el ministro de Exteriores belga, Karel De Gucht, recibió su custodia. Sin embargo, Moscú ha amenazado con sanciones directas que dificulten el envío de dinero de los georgianos establecidos en territorio ruso.

Unos 300.000 georgianos viven oficialmente en Rusia, pero las estadísticas estiman que la cifra es mucho más alta y que podría superar el millón de habitantes. Estos emigrantes envían anualmente 1.000 millones de dólares --unos 784 millones de euros-- en divisas a Georgia. El Gobierno ruso justifica estas sanciones por el "terrorismo de Estado con toma de rehenes" ejercido por Georgia.

GIRO HACIA OCCIDENTE

La tensión entre Moscú y Tbilisi comenzó tras la llegada al poder del pro occidental Mijeil Saakashvili, tras la llamada Revolución Rosa de 2003. Saakashvili prometió sacar a su país de la órbita de Rusia y desde entonces se ha convertido en un importante aliado de Estados Unidos en el Cáucaso.

Sin embargo, Rusia aún mantiene dos bases militares en Georgia como herencia de la era soviética que albergan a entre 3.000 y 4.000 efectivos. Además de los soldados rusos de estas dos bases estratégicas, existen unas 2.500 tropas rusas de pacificación repartidas en dos regiones separatistas, Osetia del Sur y Abjacia, independientes de facto desde principios de la década de 1990. Ambas regiones, cuyos habitantes pueden obtener la ciudadanía rusa, han mantenido su situación gracias al apoyo de Moscú.