Crónica Irak.- Un desafiante Sadam obliga al juez a celebrar su declaración a puerta cerrada

Actualizado: miércoles, 15 marzo 2006 21:23

El ex presidente tacha su proceso de "comedia" y llama a los iraquíes a "resistir a los invasores"

BAGDAD, 15 Mar. (EP/AP) -

El ex presidente iraquí Sadam Husein declaró hoy en el juicio que se sigue contra él y otros siete altos cargos de su régimen por el asesinato de 148 chiíes en Dujail en 1982. El presidente del Tribunal ordenó que la declaración se celebrara a puerta cerrada después de reprochar al ex dictador que usara su turno de defensa para hacer discursos políticos. Sadam comenzó su alocución pidiendo a los iraquíes que "resistan a los invasores" y que no luchen entre ellos, así como calificando todo el proceso de "comedia". El juicio ha sido aplazado nuevamente hasta el 5 de abril.

Sadam Husein insistió hoy, cuando fue conminado a declarar por primera vez, que sigue siendo el presidente de Irak y exhortó a los iraquíes a que pongan fin a la violencia sectaria que azota el país, lo que degeneró en un intercambio de gritos con el juez principal, Rauf Abdel Rahman, quien le ordenó que dejara de hacer discursos políticos.

Ante el tono desafiante de Sadam, el juez principal cerró la sesión al público, y ordenó la salida de los periodistas de la galería habilitada. "Usted fue un jefe de Estado. Ahora es un acusado", amonestó a Sadam.

Sadam ha sido el último en declarar de los ocho acusados. Aunque con frecuencia ha hablado desde que comenzó el juicio el pasado octubre, la sesión de hoy fue la primera oportunidad que tuvieron el juez y los fiscales de interrogarle directamente.

En lugar de ello, Sadam -vestido con un traje negro-- leyó una declaración e insistió en que sigue siendo el presidente electo de Irak y comenzó a dirigirse al pueblo iraquí sobre la violencia sectaria que ha sacudido al país desde que el pasado mes un atentado con explosivos destruyera la Mezquita Dorada de Samarra.

"Lo que más me duele es lo que oí recientemente sobre algo que intenta perjudicar a nuestro pueblo. Mi conciencia me dice que el gran pueblo de Irak nada tiene que ver con estas acciones", agregó el acusado en referencia al acto terrorista de Samarra.

"SOY EL JEFE DE ESTADO"

Abdel Rahman le interrumpió e indicó que no podía pronunciar discursos políticos en el tribunal. "Soy el jefe de Estado", argumentó Sadam. "Usted lo fue. Ahora es un acusado", le respondió el juez.

Cuando Sadam continuó con la lectura de su nota, el juez le apagó el micrófono y le conminó a que respondiera únicamente a las acusaciones formuladas. Sadam no le hizo caso. "Es usted juzgado en un caso penal. Cese su discurso político", insistió Abdel Rahman.

El ex mandatario volvió a exhortar a los iraquíes a que no peleen entre ellos. "Lo sucedido los últimos días es deplorable. Vivirán en la oscuridad y entre ríos de sangre sin razón alguna", indicó. Sin embargo, Sadam elogió a la insurgencia: "Para mí, son ustedes la resistencia a la invasión estadounidense".

"Es usted juzgado en un caso penal por matar a personas inocentes, no por su conflicto con los estadounidenses", le replicó Abdel Rahman. Sadam le espetó: "¿Y las personas inocentes que mueren en Bagdad? Me refiero al pueblo iraquí".

Finalmente, Abdel Rahman ordenó la salida del público, afirmando: "El tribunal ha decidido que la sesión sea secreta y a puerta cerrada".

DECLARACION DEL HERMANASTRO

Poco antes de Sadam, había subido al estrado su hermanastro y antiguo jefe de los servicios de Inteligencia Barzan Ibrahim, quien negó cualquier implicación en la represión de chiíes en la aldea de Dujail a principios de los años ochenta.

Ibrahim, ataviado con el tradicional turbante rojo, fue interrogado durante más de tres horas por el juez principal y por el fiscal, quienes le mostraron varios documentos y memoriales de la agencia de Inteligencia Mujabarat redactados en la época de los hechos que se le imputan.

Durante el interrogatorio, Ibrahim insistió en la falsedad tanto de los documentos como de su propia firma, que figuraba en ellos. "Esto no es verdad, todos sabemos que son falsos", aseveró.

Los ocho procesados están acusados del asesinato de 148 chiíes, de detenciones ilegales y de torturas en la represión que siguió al intento de asesinato contra Sadam Husein en la aldea chií de Dujail en 1982. En caso de ser declarados culpables podrían ser condenados a muerte.

En anteriores sesiones, varios vecinos de Dujail declararon que Ibrahim participó personalmente en torturas durante el tiempo en que estuvieron detenidos. Una mujer le acusó de darle patadas en el pecho mientras estaba colgada cabeza abajo y desnuda. Ibrahim ha negado cualquier participación en los hechos.