Crónica Irak.- Al menos 50 muertos, la mayoría chiíes, tras un asalto armado contra un mercado de Mahmudiya

Actualizado: lunes, 17 julio 2006 21:21

Japón completa la retirada de sus tropas de Irak

BAGDAD, 17 Jul. (EP/AP) -

Al menos 50 personas murieron y otras 90 resultaron heridas, la mayoría chiíes, después de que decenas de hombres fuertemente armados atacaran hoy un mercado al aire libre de la localidad de Mahmudiya, a 30 kilómetros al sur de Bagdad, según informaron las autoridades iraquíes y estadounidenses. Mientras, las últimas tropas japonesas salieron de Irak después de dos años y medio de presencia en este país.

El ataque comenzó hacia las 09:00 hora local con el lanzamiento de una batería de morteros, a la que siguió un tiroteo provocado por decenas de hombres armados. Los pistoleros acabaron con la vida de tres soldados iraquíes en un puesto de control; acto seguido, asaltaron el mercado al aire libre con disparos de armas automáticas y lanzagranadas, según el capitán de la Policía, Rashid al Samaraie.

Los soldados iraquíes detuvieron a dos sospechosos en una casa de los alrededores y confiscaron armas, incluyendo un saco de granadas, afirmó el Ejército estadounidense.

En Bagdad, diputados chiíes de dos partidos políticos, incluyendo uno liderado por el clérigo radical Muqtada al Sadr, interrumpieron una sesión parlamentaria para protestar por la matanza de Mahmudiya, una población agrícola en la que los chiíes viven en el centro y los suníes en las periferias.

Algunas de las víctimas fueron trasladadas a hospitales de Bagdad, donde una cadena de televisión chií, llamada Al Forat, aseguró que el número de muertos era de 72. Al Forat emitió además declaraciones de chiíes responsabilizando del ataque a extremistas religiosos suníes y expresando su enojo con los políticos suníes por no frenar los ataques sectarios.

Desde hace tiempo, Mahmudiya ha sido un foco de tensión entre suníes y chiíes y escenario de frecuentes ataques dinamiteros y tiroteos. Está localizada en el "triángulo de la muerte", un área de frecuentes ataques contra las fuerzas iraquíes y estadounidenses, y contra chiíes que viajan entre Bagdad y los centros religiosos del sur del país.

El principal bloque suní del Parlamento aseguró que el ataque fue en represalia por el secuestro de siete suníes, cuyos cadáveres aparecieron ayer en Mahmudiya.

El incidente ocurrió coincidiendo con la llegada a Bagdad del secretario estadounidense de Comercio, Carlos Gutiérrez, para mantener una serie de reuniones que tienen como objetivo buscar fórmulas para impulsar la economía de Irak. Gutiérrez firmó un acuerdo con el Gobierno para incentivar la inversión directa extranjera, reconociendo que la seguridad que afecta a este país convierte este objetivo en un desafío.

Mientras tanto, un soldado estadounidense resultó herido de muerte en el oeste de Bagdad, comunicó el Ejército norteamericano. Se trata del cuarto militar estadounidense fallecido en esta zona desde el pasado sábado. Por otra parte, una bomba mató a dos personas e hirió a otras nueve en el este de la capital iraquí, agregó la Policía.

RETIRADA DE JAPON

Por otra parte, el último grupo de soldados japoneses desplegados en Irak llegó hoy a Kuwait procedente del sur iraquí, completando así el mayor y más peligroso despliegue de tropas niponas fuera de su territorio después de la Segunda Guerra Mundial, según anunció la Agencia de Defensa.

Unos 220 soldados aterrizaron en la base militar kuwaití Ali Al Salem Air procedentes de la ciudad de Samawa a bordo de aviones de transporte C-130 a primera hora de la tarde, según indicó la Agencia en un comunicado.

El contingente era el último de los alrededor de 600 militares japoneses que fueron desplegados en Samawa para distribuir agua y asistir en otras tareas humanitarias. Los soldados regresarán a Japón en una semana, según indicó un portavoz de la agencia. El secretario de Defensa nipón, Fukushiro Nukaga, se encuentra en Kuwait desde ayer.

Nukaga solicitó hoy la aprobación de una ley permanente que permita el despliegue de tropas japonesas en ultramar. En declaraciones a la prensa, valoró que Japón necesita una norma, nueva y permanente, que abriría la puerta a una participación más activa de Tokio en acciones de paz, informó la agencia de noticias Kiodo.

Mientras, el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, estimó desde San Petersburgo --donde hoy concluye la cumbre del G8-- que las fuerzas terrestres japonesas "han completado valientemente su misión y ahora se retiran a salvo hacia Kuwait".

"Realizamos nuestras tareas humanitarias y de reconstrucción sin lanzar un solo disparo; de hecho, sin apuntar a nadie con un arma. Nuestra misión ha sido muy altamente valorada por los iraquíes", se congratuló Koizumi.