Crónica Nepal.- Todos los partidos de la oposición política, unidos contra el rey autocrático de Nepal

Actualizado: sábado, 28 enero 2006 18:44

Un año después de que Gyanendra tomase el pode absoluto el pueblo y los partidos piden un sistema multipartidista y democrático

KATMANDU, 28 Ene. (EP/AP) -

Tras un año en el poder absoluto el rey Gyanendra de Nepal no ha conseguido convencer al pueblo ni a la oposición política de que su manera de administrar el país es la más adecuada, por lo que los siete grupos políticos de oposición han decidido unirse para tratar de acabar con el régimen autocrático que se vive en el país asiático e instaurar una democracia multipartidista.

Al mismo tiempo que Gyanendra intensifica las medidas represivas contra la oposición las protestas se extienden por las calles de la capital, Katmandú, y los partidos insisten en que su lucha sólo terminará cuando la democracia multipartidista sea restaurada.

"La adversidad ha traído a todos los partidos políticos juntos. En este momento están comprometidos para permanecer unidos y restaurar la democracia", señala un veterano líder del Partido Comunista, Jadga Prasad Oli.

La administración autocrática del rey y su creciente impopularidad, han provocado que los principales partidos, encabezados por el Congreso Nepalí y el Partido Comunista Unificado Marxista Leninista, han formado una alianza para enfrentarse al rey y pedir la vuelta de la democracia. "Hoy los partidos saben que no hay otra alternativa que olvidar las diferencias unir nuestras manos contra el rey", aseguró Oli.

El refuerzo de los partidos es el punto clave para obtener el apoyo popular, acompañado de las multitudinarias protestas. La alianza ha tenido incluso éxito en lograr que la guerrilla maoísta apruebe 12 puntos para la democratización.

En este tratado los rebeldes se comprometieron a no utilizar la violencia si se cumplen sus demandas de convocar unas elecciones para elegir una asamblea constituyente. También aceptaron apoyar una democracia multipartidista y no se declararon contrarios a que el rey mantenga un papel ceremonial.

Los analistas políticos mantienen que lo que ha hecho incrementar la inestabilidad ha sido la negativa del rey a comenzar el diálogo con los grupos políticos. Aseguran además que la violencia aumentará a la vez que se acerque la fecha de las elecciones municipales, convocadas para el 8 de febrero.

Los maoístas han amenazado a candidatos y personal electoral del Gobierno, mientras los partidos político han hecho un llamamiento al boicot de los comicios, argumentando que concederían legitimidad al mandato de Gyanendra. Los partidos esperan que el rey posponga o cancele las elecciones, a pesar de que el monarca no ha dado señales de que esto vaya a suceder.

PODER ABSOLUTO

El pasado uno de febrero de 2005, Gyanendra tomó el poder absoluto y declaró el estado de emergencia, prometiendo al mismo tiempo que traería la estabilidad a un país que había estado gobernado por partidos débiles e ineficaces. Asimismo aseguró que acabaría con la violenta guerrilla maoísta que en los últimos 10 años se ha cobrado más de 12.000 vidas.

Desde entonces, el rey ha procedido a la detención de numerosos líderes políticos, ha mantenido a otros tantos en arresto domiciliario durante meses, ha suspendido las libertades civiles y acallado todas las protestas.

A pesar de todas las medidas restrictivas, el monarca no ha logrado traer la deseada paz a la nación, ni ha acabado con la insurgencia, a lo que hay que añadir sus esfuerzos por minar las instituciones democráticas nepalíes.

Los partidos políticos han sido siempre débiles en Nepal. Sólo en 1990, tras producirse protestas masivas en todos los rincones del país, fue cuando aparecieron los grupos políticos y tuvieron su primera oportunidad para dirigir el reino. En los siguientes diez años, Nepal tuvo nueve gobiernos, todos ellos marcados por escándalos, abusos de poder y acusaciones de corrupción, a la vez que la violenta guerrilla maoísta ganaba terreno.

En junio de 2001, tras una década de agitación política, el rey Birendra y otros nueve miembros de su familia fueron asesinados en una masacre en su palacio, aparentemente por el hijo de Birendra, príncipe heredero, que también murió. Gyanendra asumió entonces la corona, pero tras un mes de lucha encarnizada con los maoístas estos entendieron su presencia a 65 e 75 distritos que tiene el país.

En octubre de 2002 Gyanendra disolvió el Gobierno y nombró uno nuevo formado por miembros partidarios de la monarquía, antes de hacerse con el poder absoluto el pasado mes de febrero.