Crónica ONU.- El surcoreano Ban Ki Moon se erige como principal candidato a la Secretaría General de Naciones Unidas

Actualizado: domingo, 8 octubre 2006 18:16

El ministro de exteriores surcoreano goza del apoyo de Estados Unidos y promete luchar contra la corrupción y por la transparencia

MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Exteriores surcoreano, Ban Ki Moon, tiene prácticamente garantizado ocupar el puesto del actual secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, en la votación que tendrá lugar mañana lunes y en la que cuenta con el respaldo absoluto de los cinco países con derecho a veto del Consejo de Seguridad de la ONU tras salir vencedor de una votación oficiosa a puerta cerrada realizada entre los 15 países que conforman dicho Consejo.

De esta forma, el próximo secretario general asumirá su puesto en momentos en que el prestigio de la ONU se encuentra comprometido por su labor en la guerra de Irak, por el escándalo de corrupción del programa 'Petróleo por Alimentos' en ese país y por la ineficiencia de sus misiones de paz en lugares como el sur de Líbano.

El secretario general es el responsable de la estructura organizativa de Naciones Unidas, es decir, el jefe administrativo de la organización. También debe controlar el dinero de la ONU, cuyo presupuesto anual ronda los 2.800 millones de dólares, e implementar las resoluciones de la Asamblea General.

Tras la votación celebrada el pasado lunes, en segundo lugar quedó el novelista indio y jefe del departamento de Información Pública de la ONU, Shashi Tharoor. Les siguieron el viceprimer ministro de Tailandia, Surakiart Sathirathai; el embajador de Jordania ante la ONU, el príncipe Zeid al-Hussein y, en quinto lugar, el ex jefe de Desarme de la ONU Jayantha Dhanapala, de Sri Lanka.

Por rotación, el próximo jefe de la ONU debe provenir de un país asiático, aunque ésta no es una regla escrita. Sin embargo, todos coinciden en señalar que el apoyo de Estados Unidos es fundamental para obtener el cargo. El pasado miércoles, el subsecretario de Estado norteamericano, Christopher Hill, despejó todas las dudas al mostrar su apoyo a la candidatura de Ban Ki Moon.

APOYO NORTEAMERICANO

Según Hill, Estados Unidos "apoya enérgicamente" la candidatura del ministro de Exteriores surcoreano, según señaló el subsecretario durante el discurso de apertura del Insistuto coreano-estadounidense en la Universidad Johns Hopkins.

Hill, que es también el principal representante de Washington en las negociaciones sobre el programa nuclear norcoreano, consideró que Ban Ki Moon era el principal candidato para la secretaría general, un cargo en el que debería soportar "pesadas responsabilidades".

Además, Hill añadió que Corea del Sur, una vez dependiente de la ayuda de Naciones Unidas, se ha convertido en un importante contribuyente en la organización.

Así, se despeja el principal obstáculo para el candidato surcoreano. Boutros Boutros-Ghali, el predecesor de Annan, tuvo al principio el apoyo de Washington, pero luego cayó en desgracia con el gobierno de Clinton y no logró ser reelegido para un segundo término.

Estados Unidos no sólo es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, que tienen el poder de vetar la candidatura o la reelección de un secretario general sino que, junto con Japón, es el país que más dinero aporta a Naciones Unidas.

HOMBRE DE MUNDO

Ban, graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional de Seúl, también ha estudiado Administración Pública en la Escuela de Gobierno Kennedy, en Harvard. Nacido en Chungju, en el centro del país, Ban domina además el francés y el inglés. El candidato surcoreano es un diplomático de carrera que ha servido como máximo responsable del Ministerio de Exteriores surcoreano desde enero de 2004.

Antes de trabajar para el Gabinete de Seúl, Ban Ki Moon, de 62 años, trabajó como consejero de política exterior para el presidente Roh Moo-Hyun desde su entrada en el Ministerio, en 1970.

"Acepto con alegría los resultados de la encuesta y siento una pesada sensación de responsabilidad al mismo tiempo", afirmó Ban tras escuchar los primeros resultados de la votación.

AIRES DE CAMBIO

Además, Ban implicó aires de cambio durante una entrevista concedida a la agencia oficial de noticias surcoreana, Yonhap, en la que afirmó que "después de 40 años de servicio como diplomático en la administración de mi país, luchando por la reforma y la renovación, haré los más grandes esfuerzos para dirigir Naciones Unidas, si soy elegido".

En relación a los cambios estructurales que acometerá durante su más que probable mandato, Ban hizo hincapié en tres aspectos: la lucha contra la corrupción, los ineficientes mecanismos de organización e, incluso, las denuncias por abusos sexuales interpuestas contra algunos efectivos de las fuerzas de paz de Naciones Unidas.

"Si bien Naciones Unidas ha realizado una gran contribución a la paz y a la seguridad, así como el desarrollo económico y de los Derechos Humanos durante los últimos 60 años, también ha recibido muchas críticas por su ineficiencia y su falta de transparencia", afirmó el candidato.

Ban señaló como puntos a tratar "la reforma de la secretaría" y "acabar con la desconfianza que se extiende" desde el mismo núcleo de la organización.

CRÍTICAS

Sin embargo, la candidatura de Ban Ki Moon ha arrojado ciertas críticas que afirman que ha empleado su puesto en la cancillería de Seúl para cimentar su candidatura. Corea del sur es a día de hoy la undécima economía más importante del mundo y muchos consideran que el ministro surcoreano ha firmado tratados ventajosos con países que podrían apoyar su candidatura.

Sus rivales han puesto como ejemplo la visita que Ban realizó el mes pasado a Grecia, actual presidente del Consejo de Seguridad. Dicha visita, la primera de un líder surcoreano al país europeo desde 1961, concluyó con la firma de sendos tratados de comercio y turismo.

Además, Ban ha sido el primer ministro surcoreano que ha visitado la República Democrática del Congo, otro miembro no permanente del Consejo en estos momentos, desde su independencia en 1960.

En una entrevista concedida el mes pasado al diario norteamericano 'Washington Post', el candidato ha defendido que esas insinuaciones "carecen de fundamento" y que las visitas fueron planeadas por motivos ajenos a la candidatura. "Como principal contendiente, s*ñe que puedo ser objeto de un proceso severo de escrutinio. Pero soy un hombre íntegro", afirmó.