Crónica O.Próximo.- El asalto israelí a la prisión palestina de Jericó desencadena una ola de secuestros y protestas

Actualizado: martes, 14 marzo 2006 22:29

Los seis prisioneros que motivaron la acción, incluido el presunto cerebro del asesinato de un ministro hebreo, serán juzgados en Israel

JERUSALÉN, 14 Mar. (EP/AP) -

El Ejército israelí asaltó hoy la prisión palestina de Jericó con el objetivo de capturar a Ahmed Saadat, líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y condenado por el asesinato de un ministro israelí en 2001. El asalto fue ordenado por el primer ministro en funciones, Ehud Olmert, y por el ministro de Defensa, Saul Mofaz, para evitar que la Autoridad Palestina libere a este activista. La dura respuesta palestina se ha traducido de momento en el secuestro de al menos diez extranjeros, incluido un profesor estadounidense que fue liberado poco antes de que concluyese el sitio a la cárcel.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, canceló su visita a Europa para lidiar con la crisis desencadenada tras el asalto, según informaron fuentes oficiales palestinas. Antes de volver a Cisjordania, Abbas se reunió esta noche con el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, y con la comisaria de Relaciones Exteriores y Política Europea de la Vecindad de la UE, Benita Ferrero-Waldner.

El asalto concluyó tras casi diez horas con la rendición de los seis militantes palestinos cuya captura pretendía Israel, incluido Saadat. El principal fin de la operación era Saadat y otros cuatro cómplices del asesinato de un ministro israelí de Turismo, Rehavam Zeevi. Aparte, las fuerzas israelíes capturaron a Fuad Shobaki, cerebro de un intento de contrabando de armas con dirección a la Autoridad Palestina interceptado hace años.

Según el comandante del Ejército israelí en Cisjordania, el general Yair Naveh, en la operación fueron capturados otros 15 militantes palestinos. Durante el asalto murieron tres palestinos. Por otro lado, el portavoz del Gobierno israelí, Raanan Gissin, anunció que los seis prisioneros que motivaron el asalto del Ejército israelí a la cárcel de Jericó serán sometidos a juicio en Israel.

Los palestinos acusaron a Reino Unido y Estados Unidos de complicidad con Israel porque estos dos países retiraron poco antes del comienzo del asalto a los observadores que tienen vigilando la prisión. Los soldados israelíes sitiaron la cárcel y pidieron con megáfonos la rendición de Saadat, recluido en la prisión de Jericó desde 2002 bajo custodia de agentes estadounidenses y británicos.

Tras mantener cercado el centro, los israelíes entraron en su interior, demolieron con excavadoras los muros y dispararon con sus tanques contra el edificio. Finalmente, los líderes del FPLP se rindieron en torno a las 18:00 (hora española), entregándose de forma pacífica.

OLA DE SECUESTROS

En respuesta al asalto de la prisión, enfurecidos palestinos respondieron con una ola de secuestros de ciudadanos extranjeros en la región, capturando a hasta diez ciudadanos de diversas nacionalidades. Según el recuento de AP los palestinos tomaron como rehenes a cuatro ciudadanos franceses, dos australianos, dos surcoreanos, un estadounidense y un suizo, todos ellos periodistas y trabajadores humanitarios.

Al mismo tiempo y motivado por la espiral de secuestros, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) anunciaron que sacarán temporalmente a todo su personal extranjero de Gaza y de Cisjordania.

Paralelamente, el asalto desencadenó una espiral de acciones violentas dirigidas contra los intereses occidentales. Un grupo armado palestino ocupó la sede de la cadena de televisión alemana ARD en la ciudad de Gaza, según informó un periodista palestino de la cadena. Otro grupo de manifestantes atacó las oficinas de British Council y, paralelamente, unos 300 palestinos irrumpieron en la sede de la Comisión Europea colgando una bandera del FLPL en el tejado de edificio.

La ciudad de Gaza también fue el escenario de una manifestación en la que participaron alrededor de 15.000 palestinos que recorrieron las calles gritando consignas antiestadounidenses y antiisraelíes.

STRAW CONDENA LA VIOLENCIA

El ministro de Asuntos Exteriores británico, Jack Straw, compareció ante la Cámara de los Comunes, donde condenó los actos de violencia en Gaza y Cisjordania.

Straw dijo que los monitores de Reino Unido y los otros empleados del Gobierno británico en la zona se encuentran a salvo en Gaza y en Ramala. Asimismo, recordó que el acuerdo que estableció el envío de observadores británicos dejó claras las condiciones en las que se encuentran éstos. En un principio, aunque hubo un incremento en las amenazas en la zona, estos observadores británicos no fueron retirados.

No obstante, Straw señaló que "informaciones recientes demostraron que su posición no era sostenible". Por ello, Straw explicó que envió una carta a Abbas para informar a la Autoridad Palestina y al Gobierno israelí de su intención de retirar a los observadores. "Debido a razones de seguridad no pudimos ofrecer fechas precisas de la retirada (...) pero nos aseguramos de que el presidente Abbas estuviera al tanto de nuestros planes", agregó. Asimismo, Straw recomendó que los ciudadanos británicos que no viajen a los territorios ocupados.

Mientras, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Sean McCormack, indicó que retiró a sus observadores de la cárcel de Jericó por motivos de seguridad. Asimismo, recordó que la Autoridad Palestina fue informada de las preocupaciones de Estados Unidos y Reino Unido por la integridad de estos observadores, incluyendo la misiva remitida por Londres hace seis días que calificó como "una última advertencia".