Crónica O.Próximo.- Haniyeh reconoce que la situación es "peligrosa" y pide el fin de las exhibiciones públicas de armas

Actualizado: sábado, 1 abril 2006 21:18

El primer ministro asegura que las fuerzas de seguridad intentarán sacar de las calles de Gaza a los civiles armados

CIUDAD DE GAZA, 1 Abr. (EP/AP) -

El primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, reconoció hoy que los enfrentamientos entre facciones rivales en la franja de Gaza han creado una situación "peligrosa", y aseguró que las fuerzas de seguridad intentarán sacar de las caóticas calles de la zona a los civiles armados. Mientras, uno de los hombres fuertes de Al Fatá en la franja Gaza, Samir Masharawi, con decenas de partidarios armados disparando al aire, rechazó hoy la petición del primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, de no mostrar armas en público.

Las declaraciones de Haniyeh se produjeron un día después de la muerte del jefe local en Gaza de los Comités de Resistencia Popular, Abu Yusef Abu Quka, tras una explosión en su automóvil en Gaza. Su fallecimiento provocó intercambios de disparos que se saldaron con tres palestinos muertos y otros 36 heridos.

Abu Abir, portavoz de los Comités, con importantes relaciones con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), acusó a las fuerzas de seguridad palestinas y a algunos de sus dirigentes de la muerte de su comandante. El grupo de Abu Quka, que cuenta con unos 200 hombres armados, ha sido acusado de estar detrás de explosiones contra objetivos israelíes, además del atentado contra un convoy diplomático estadounidense en 2003.

La de ayer fue la primera amenaza directa al nuevo Gobierno palestino, que juró sus cargos a principios de esta semana, e ilustra los desafíos a los que se enfrenta el Ejecutivo para llevar a caba sus compromisos de restaurar el orden en los Territorios Palestinos.

Haniyeh aseguró hoy que los altos responsables de las fuerzas de seguridad están intentando poner fin a las tensiones "porque ésta es una situación peligrosa y no debería ocurrir otra vez".

El primer ministro dijo también que las fuerzas de seguridad también intentarán "sacar a nuestros civiles armados de las calles", si bien no explicó si se refería a todos los hombres armados que no son miembros de las fuerzas de seguridad.

Pero horas más tarde, un alto dirigente de Al Fatá, rechazó el llamamiento de Haniyeh. Mientras, decenas de sus simpatizantes lanzaban disparos al aire, Samir Masharawi, dijo que se sentía insultado por las acusaciones "sin fundamento" contra las fuerzas de seguridad de Al Fatá.

"Parece que los hermanos de Hamás olvidan que están en el poder, y representan al Gobierno palestino y son responsables de defender las instituciones de seguridad", afirmó. Masharawi, que llegó hoy desde Egipto, fue uno de los dirigentes a los que acusaron los Comités de Resistencia Popular.

Mientras, el ministerio de Interior palestino, Said Siyam, encargado de los asuntos de seguridad, se reunió esta mañana con el jefe de Seguridad Preventiva, Rashid Abu Shbak, para discutir las tensiones.

APARENTE CALMA

Después del encuentro, Abu Shbak, afirmó que parece que la calma ha vuelto a Gaza. "Espero que no habrá más repercursiones", indicó. Mientras, fuentes de los Comités de Resistencia Popular aseguraron que han acordado poner fin a las exhibiciones públicas de armas mientras continúa la investigación sobre la muerte de Abu Quka.

Abu Shbak, fiel a Al Fatá, dijo que la reunión de hoy transcurrió bien y prometió continuar con la investigación. Sin embargo, se rió con desdén cuando le preguntaron si tenía pensado interrogar a responsables importantes acusados por los Comités de estar detrás del asesinato y dijo que las acusaciones no tenían fundamento. "Quienquiera que tenga información que implique a cualquiera puede presentarlo a la comisión de investigación", agregó.

Fuentes oficiales han precisado que las comisiones de investigación incluirán a miembros de la seguridad preventiva, agentes de Policía y miembros del Ministerio de Interior.

Hamás tomó el control de la Autoridad Palestina el pasado miércoles, después de hacerse con la mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias del pasado enero. El nuevo Gobierno ha prometido restaurar el orden en la franja de Gaza y Cisjordania, pero las fuerzas de seguridad palestinas, la mayoría de ellAs integradas por miembros de Al Fatá, se han visto implicadas en actos violentos, y Hamás tiene poco control sobre ellas. Mientras tanto, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, continúa apelando a la moderación, al fin de la violencia y a la vuelta de las conversaciones de paz con Israel. Las últimas tensiones se han vivido en Cisjordania, debido a manifestaciones violentas de milicianos vinculados a Al Fatá. En Ramala, hombres armados pidieron que el nuevo minstro de Transporte mantenga la promesa de su predecesor de entregar permisos de taxis a familias de personas encarceladas o muertas en ataques israelíes.

Además, en Nablús unos 15 hombres armados irrumpieron en un edificio del Ministerio de Interior para pedir trabajos y sueldos. Nadie resultó herido en ninguno de los incidentes. Por otra parte, el Gobierno de Hamás se enfrenta también al aislamiento internacional. En Washington, responsables estadounidenses anunciaron ayer nuevas restricciones para prohibir a diplomáticos cualquier tipo de contacto con responsables de cualquier agencia del Gobierno palestino controlada por Hamás.

El portavoz del Departamento de Estado, Adam Ereli, indicó que los diplomáticos sólo mantendrán contacto con el presidente Abbas y con diputados pertenecientes a Al Fatá.

Mientras, representantes de Jordania, Egipto, Túnez, Marruecos y Qatar felicitaron hoy al primer ministro Haniyeh durante una recepción en Ciudad de Gaza.