Crónica O.Próximo.- Jarro de agua fría israelí a las esperanzas depositadas por Abbas en la cumbre de mañana

Actualizado: domingo, 24 junio 2007 21:00

Israel no irá a Sharm el Sheij (Egipto) con ninguna oferta de negociación con vistas a la resolución definitiva del conflicto

JERUSALÉN, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

Todo parece indicar que Israel no está dispuesto a negociar en la próxima cumbre de Egipto una solución final para su conflicto con los palestinos a pesar de que la salida de Hamás del Gobierno oficial hacía al presidente palestino, Mahmud Abbas, perfilarse como el socio de un proceso de paz resolutivo. El propio primer ministro israelí, Ehud Olmert, rebajó hoy las expectativas de que se produzca un acuerdo significativo en la cumbre multilateral sobre Oriente Próximo de Sharm el Sheij (Egipto) que comienza mañana.

Un colaborador del primer ministro israelí Ehud Olmert, David Baker, afirmó hoy que Israel no está preparada para iniciar negociaciones con los palestinos sobre un posible acuerdo de paz definitivo. Baker estimó que "las conversaciones (de Sharm el Sheij) no incluyen el estatus final de la relación con los palestinos, sino comentar los diversos puntos de vista sobre la posibilidad de un futuro Estado palestino".

Olmert, por su parte, restó importancia a la reunión y dijo a su gabinete que no espere un "progreso significativo", según uno de los participantes.

Baker manifestó además que Israel en este momento no está preparada para comenzar las negociaciones de un acuerdo de paz definitivo con los palestinos.

El estado hebreo está preparado para dialogar con Abbas "sobre un horizonte político", manifestó Baker. "Estas conversaciones no incluyen asuntos de un estatus definitivo, sino cómo el primer ministro y el presidente de la Autoridad Palestina avistarán un futuro estado palestino", indicó.

También hoy, Olmert pidió al gabinete que aprobara desbloquear los fondos procedentes de la recaudación de impuestos palestinos que permanecían congelados. El Consejo de Ministros aprobó descongelar una parte de los 550 millones de dólares retenidos por los israelíes desde que Hamás ganó las legislativas palestinas, en enero del año pasado.

La portavoz de Olmert, Miri Eisin, manifestó que la votación del domingo fue "una decisión en principio" de liberar los fondos, y la "cantidad exacta" será analizada en la cumbre del lunes, y luego nuevamente por el Gobierno israelí.

Los participantes de la reunión de gabinete dijeron que la propuesta fue aprobada por una abrumadora mayoría: sólo dos ministros se opusieron.

El dinero, que corresponde principalmente a aranceles aduaneros que Israel recauda en lugar de los palestinos, ha sido retenido en un intento infructuoso por presionar a Hamás para que reconociera el derecho de Israel a existir y para que renunciara a la violencia.

En la reunión de hoy, el Consejo de Ministros también analizó la posibilidad de desmantelar algunos de los cientos de puestos de control que Israel mantiene en Cisjordania, según algunos de los participantes.

A cambio, Israel demandará que Abbas se enfrente a los milicianos, algo a lo que se había negado a hacer antes de la victoria de Hamás en Gaza.

Desde entonces, sin embargo, ha actuado con una determinación atípica: expulsó a Hamás de su coalición gubernamental, nombró un gabinete de emergencia, e implementó fuertes medidas contra el grupo fundamentalista que incluyeron la detención de cientos de extremistas en Cisjordania y un plan para desabastecerlos de fondos.

ESPERANZAS DE ABBAS

Abbas, por su parte, aseguró hoy haber recibido garantías de Israel y Estados Unidos de que en la cumbre de Sharm el Sheij habrá avances, según informa la agencia estatal jordana Petra.

Abbas, que se encuentra en Jordania de visita oficial, se entrevistó con el rey Abdalá de Jordania con vistas a preparar la cumbre de mañana. Ambos líderes se reunirán en Egipto con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y con el presidente egipcio, Hosni Mubarak.

Al ser preguntado por la posibilidad de que Israel plantee un oferta en la cumbre, Abbas respondió aseguró haber recibido "garantías tanto de Israel como de Estados Unidos". "Lo que es más importante es aplicar estos compromisos sobre el terreno", explicó en rueda de prensa posterior a su reunión en Amán con el monarca jordano.

Abbas apuntó que pedirá a Israel la liberación de presos palestinos, la flexibilización de los controles y la liberación de los impuestos palestinos retenidos por los israelíes mencionados anteriormente.

Según un comunicado oficial emitido por el palacio real jordano, Abdalá indicó al líder palestino que la cumbre debe sentar las bases para una nueva ronda de conversaciones de paz israelo-palestinas. "La cumbre debe verse como una oportunidad para formular un calendario claro para la vuelta a las negociaciones", afirmó Abdalá, según esta fuente.

El monarca aseguró que Abbas tiene el "respaldo total de Jordania" y subrayó que el dirigente de Al Fatá es el "legítimo representante del pueblo palestino". Abdalá dijo también que la toma de la Franja de Gaza por parte de Hamás "supone un importante golpe contra la unidad palestina".

RECHAZO DE HANIYEH

Por otro lado, el otro gran actor palestino, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), rechazó la cumbre de Egipto a través del depuesto primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, quien afirmó que sólo "la resistencia" podrá dar resultados al pueblo palestino porque "ni Israel ni Estados Unidos" realizarán concesión alguna con respecto a un posible acuerdo.

En relación a la decisión aprobada hoy por el Consejo de Ministros israelí de aprobar la posible liberación de fondos retenidos a la Autoridad Palestina, Haniyeh pidió que parte del dinero fuera destinado al Gobierno 'de facto' que Hamás ha organizado en Gaza.

"El dinero debe alejarse", según Haniyeh, del campo de la "extorsión" política y "llegar a todos los palestinos sin discriminación o diferenciación".

El mandatario islamista subrayó el rechazo de Hamás a reconocer el Estado de Israel en unas palabras dirigidas a los palestinos de Cisjordania, la Franja de Gaza y las "tierras de 1948", en referencia a los árabes que viven dentro de las fronteras establecidas en 1968 tras la guerra árabe-israelí.