Crónica O.Próximo.- La marginación de Hamás en la escena internacional sólo ha tenido consecuencias negativas, según ICG

Actualizado: domingo, 22 enero 2006 16:16

International Crisis Group considera que la única alternativa es una integración política condicionada

BRUSELAS, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

Con la entrada del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en el nuevo Parlamento palestino tras las elecciones de la próxima semana, la comunidad internacional debe adoptar una política de compromiso gradual y condicionado con el grupo palestino radical, y animarlo así a que elija la vía política y abandone la violencia, según International Crisis Group.

El grupo de estudio internacional analiza en un informe reciente --bajo el título 'La entrada de Hamás: los desafíos de la integración política'-- la situación en la que se encuentra el movimiento de resistencia, incluido en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea y Estados Unido y enemigo mortal de Israel.

Así, señala que Hamás se ha vuelto más pragmático desde su declaración fundacional de 1988, pero que a pesar de sumarse al alto el fuego en la región, continúa mezclando un ala pública y otra clandestina extremadamente radical, lo que resulta en una "desconfianza generalizada". Sin embargo, agrega, marginar a Hamás no ha funcionado.

"Hasta el momento, Estados Unidos y la Unión Europea básicamente han intentado ignorar a Hamás en vez de tratar con ellos", aseguró el director del Programa para Oriente Próximo y el Norte de África de ICG, Robert Malley. "El resultado es un movimiento envalentonado sobre el que Occidente tiene poca capacidad de influencia", agregó.

Tanto Estados Unidos como la Unión Europea evitan, y en el caso americano prohíben, contactos con Hamás, se niegan a financiar proyectos en localidades gobernadas por sus militantes, y han amenazado con poner fin a la ayuda de la Autoridad Palestina si Hamás llega hasta el Gobierno.

Esta actitud, considera ICG, ha tenido varios resultados esencialmente negativos: enemistar a los palestinos con los donantes occidentales, perder el contacto con un segmento creciente de la población palestina, poner en peligro proyectos y reducir la responsabilidad. Mientras, Hamás participa en los comicios sin tener que cumplir ninguna condición previa.

"Los países occidentales no han hecho la única cosa que podía tener un impacto positivo: intentar influir en las políticas de Hamás con un compromiso basado en su deseo de alcanzar el reconocimiento internacional", explicó un analista de la organización, Mouin Rabbani.

La comunidad internacional tiene razones para aplazar acuerdos formales a nivel nacional con Hamás, al menos hasta que la organización renuncie a sus ataques contra civiles y abandone explícitamente su oposición a la existencia del Estado de Israel, aceptando la solución de dos Estados, pero "el actual y confuso enfoque, boicoteando a Hamás mientras facilita su participación electoral, no tiene ningún sentido", afirma ICG.

La integración de Hamás debe ser un proceso gradual, cuyo éxito no está garantizado, pero para el que no hay alternativa, ya que la Autoridad Palestina no está en una posición de desarmar a los militantes por la fuerza. Además, sin la perspectiva de una incorporación política y un proceso diplomático creíble, Hamás posiblemente reanudaría sus ataques contra Israel.

De esta manera, señala ICG, la posibilidad que queda es incorporar a Hamás en el Gobierno local y nacional y apostar por la estabilidad, alejándolos así del campo militar. "La Unión Europea, con más flexibilidad que Estados Unidos, debería maximizar los alicientes de Hamás para conducirlos a una dirección política", explicó un analista de ICG, Nicolas Pelham. "Washington se uniría si la iniciativa tiene existo", agregó.