Crónica OTAN (2).- España no aumentará sus tropas ni su responsabilidad en Afganistán pese a la insistencia de EEUU

Actualizado: domingo, 26 noviembre 2006 18:39

Washington pide "mayor solidaridad" a los aliados reticentes que se han impuesto limitaciones para el despliegue al sur afgano

MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno no se plantea aumentar el número de tropas en Afganistán ni el nivel de responsabilidad actual que desempeña dentro de la Fuerza Internacional para la Asistencia a la Seguridad en este país (ISAF), pese a la insistencia de Estados Unidos para que aliados como España incrementen su papel en la misión militar, según explicaron fuentes gubernamentales a Europa Press ante la próxima Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica que se celebrará el martes y miércoles en Riga (Letonia).

La situación en Afganistán centrará los debates de la Cumbre aliada y en ella, países como Estados Unidos o Reino Unido apostarán por fomentar el aspecto de la seguridad con más fuerzas mediante el levantamiento de las reservas de algunos países a determinadas acciones militares. Frente a ellos, España -que cuenta con 680 efectivos sobre el terreno-- y otros aliados estiman que el ritmo de las operaciones debe "acompasarse" a una realidad afgana que es compleja.

El Ejecutivo español estima que la reconstrucción y el desarrollo son dos elementos muy importantes que deben acompañar la política de seguridad. En este sentido, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, reconoció el pasado 20 de octubre en el Congreso de los Diputados que en Afganistán "se ha revuelto el avispero" de los talibanes y que existe "un recrudecimiento de la violencia general" de facto.

En una comparecencia para explicar los últimos ataques que ha sufrido el contingente español en el país asiático, recordó que hace seis meses, a los pocos días de tomar posesión de su cargo, ya reforzó la seguridad del contingente con 150 nuevos efectivos que ampliaron las tropas destacadas en la Base de Apoyo Avanzado de Herat y el Equipo de Reconstrucción Provincial de Badghis.

El ministro subrayó que la seguridad en Afganistán se "dispersa" conforme se van eliminando "los refugios" de los talibanes y los grupos insurgentes, por lo que se ha producido un "deterioro" de la seguridad cuando la misión de la ISAF se ha extendido a toda la zona sur del país. "Se ha revuelto el avispero", señaló, indicando que se ha producido un "recrudecimiento de la violencia en general" que ha tenido menos incidencia en la zona oeste del país, en la que se encuadran las tropas españolas.

En su opinión, la zona que más riesgo afronta es la de Farah, limítrofe con el sur, expuesta a los movimientos rebeldes y talibanes que huyen de las operaciones lanzadas por Estados Unidos y sus aliados en la operación "Libertad Duradera" y el Ejército afgano. "No se puede obviar la capacidad de acción y de reacción" de los talibanes, Al Qaeda o los demás grupos insurgentes o criminales que operan en Afganistán", destacó Alonso en ese momento.

EEUU PIDE "MAYOR SOLIDARIDAD"

Por su parte, Estados Unidos considera que los Estados miembros de la Alianza Atlántica deberían dar muestras de una "mayor solidaridad" hacia aquellos de ellos que han desplegado a sus tropas en las zonas más conflictivas del país y están sufriendo más bajas, en lugar de poner límites al despliegue o el traslado de sus fuerzas a estas zonas, principalmente en el sur del país, según explicó la pasada semana el vicesecretario de Estado adjunto de la oficina para Asuntos Europeos norteamericano, Kurt Volcker, en una videoconferencia con periodistas españoles.

"La OTAN ha asumido un gran reto en Afganistán" país en el que, subrayó, "se han hecho muchos progresos pero queda aún mucho por hacer". Sin embargo, indicó, para Estados Unidos son motivo de "preocupación" las "discrepancias" surgidas entre los aliados respecto al papel que se debe desempeñar en este país.

Algunos países, subrayó Volcker, "han asumido muchos riesgos" y han desplegado a sus tropas en zonas donde otros se niegan a hacerlo, como ocurre con Países Bajos o Dinamarca por ejemplo, "mientras que otros países han limitado el despliegue" de sus fuerzas y no quieren éstas sean trasladadas a otras zonas más conflictivas.

Puesto que, según este responsable de la Administración Bush, "todos tomamos las decisiones por consenso y existe un mando aliado supremo" que es el que estipula las fuerzas que son necesarias, cabría esperar que los países miembros "ofrecieran una mayor flexibilidad" para que sus tropas, ya presentes en Afganistán, pudieran ser trasladadas a otras zonas. Es una cuestión de "solidaridad", agregó, defendiendo que los países aliados "deberían actuar juntos y apoyarse los unos a los otros con el fin de asegurar el éxito de la OTAN" en Afganistán.

REFERENCIA A LA ALIANZA DE CIVILIZACIONES

A dos días del inicio de la Cumbre aliada de Riga queda por saber si el proyecto final de conclusiones hará una mención expresa a la Alianza de Civilizaciones. Los Gobiernos español y turco presentaron en el seno de la OTAN una propuesta para que los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiséis acojan "con satisfacción" el informe aprobado por el Grupo de Alto Nivel de la Alianza de Civilizaciones, según informó una portavoz del Palacio de la Moncloa a Europa Press.

Ambos Ejecutivos han propuesto un párrafo concreto sobre la Alianza de Civilizaciones en el que se propone "acoger con satisfacción" el informe entregado al secretario general de la ONU, Kofi Annan, el pasado 13 de noviembre en Estambul (Turquía), y se mantiene la incógnita de si se incluirá en el texto público de conclusiones -tal y como quiere España-- o en alguno de los documentos adicionales internos que la OTAN aprobará en Riga.

En este sentido, la citada portavoz recordó que este proyecto impulsado inicialmente por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, fue asumido posteriormente por Naciones Unidas y ha recibido el respaldo de otras organizaciones internacionales como la Unión Europea, la Unión Africana o la Comunidad Iberoamericana.

El representante español de Zapatero en la Alianza de Civilizaciones, el diplomático Máximo Cajal, explicó el pasado 3 de mayo en Bruselas la iniciativa a los embajadores aliados reunidos en el Consejo Atlántico, máximo órgano de debate y decisión en la institución aliada.