Crónica Portugal (2).- Los portugueses deciden mañana si hay un cambio a la derecha en la Presidencia de la República

Actualizado: sábado, 21 enero 2006 18:15

Aníbal Cavaco Silva, de centro derecha, parte como favorito

LISBOA, 21 Ene. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -

Los portugueses eligen mañana domingo a su cuarto Presidente de la República de carácter constitucional, entre cinco candidatos de izquierda y uno de centroderecha. El socialdemócrata (centro derecha) Aníbal Cavaco Silva parte como favorito en los sondeos, aunque puede haber sorpresas, ya que todos coinciden en que no esta garantizada la victoria en la primera vuelta.

En octubre pasado cuando se conocieron las candidaturas a la Presidencia del ex presidente socialista Mario Soares y el ex primer ministro socialdemócrata Aníbal Cavaco Silva, todo hacía prever una campaña marcada por este 'duelo de titanes'. Sin embargo, diversas circunstancias, alteraron el rumbo de los acontecimientos.

La división en el seno del Partido Socialista (PS) con la candidatura en solitario del poeta y diputado Manuel Alegre, segundo en las sondeos por delante de Soares, convirtió el duelo previsto en una carrera en solitario de Cavaco hacia la Presidencia y con los cinco candidatos de izquierda luchando por evitar la victoria de la derecha y buscando una segunda vuelta.

Según los sondeos divulgados ayer la opción de esa segunda vuelta no es tan lejana como parecía hace meses. Todos dan a Cavaco como vencedor, con el 53% de la intención de voto, pero todos recuerdan que esa ventaja es mínima y que el 23% de indecisos podía obligar al candidato de centroderecha a ir a una segunda vuelta.

La otra duda está en saber quién acompañaría a Cavaco a la segunda ronda en caso de que no lograse mañana el 50% más uno de los votos. Manuel Alegre está por delante de Mario Soares en los sondeos, pero la línea que los separa es muy tenue, a penas 5 puntos, por lo que el juego está en abierto.

La respuesta la tienen los 8,9 millones de portugueses con derecho a voto, que, después de tres meses y medio de campaña y precampaña, tendrán que decidir que discurso les convenció más.

Cavaco fue fiel a su estilo sobrio y sin querer posicionarse sobre temas clave de la política nacional aseguró a los portugueses que con él, en contra de lo que argumentan sus detractores, estaría asegurada la estabilidad política. Aunque en ningún momento de la campaña se expresó en tono triunfal, el descenso de 8 puntos registrado en los sondeos en las dos últimas semanas lo obligó a cambiar un poco su discurso y apelar al voto de forma constante.

Uno de los riesgos que corre su candidatura, según los analistas, es que la seguridad en los electores de que va a ganar puede provocar la desidia y que no vayan a votar, sobre todo porque tradicionalmente la abstención en las elecciones presidenciales es muy alta. En las últimas superó el 50%.

Mario Soares mantuvo su estilo, cercano y cálido, se recorrió el país de punta a punta y a pesar de los sondeos negativos en ningún momento tiró la toalla y siempre confiando en una segunda vuelta en nombre "del combate al cavaquismo", que convirtió en la bandera de su campaña. Además Soares, ayudado por el secretario general del partido y primer ministro, José Sócrates, apeló al voto de la familia socialista.

También miembro de esa familia socialista, aunque en esta ocasión en solitario, el poeta y diputado Manuel Alegre se convirtió en el "caballo de batalla" de su partido. Contra todo pronóstico el histórico antifascista está por delante de su viejo amigo Soares en las encuestas gracias a un discurso patriótico en el que insistió en la idea del "poder de los ciudadanos", aunque sin mostrar resentimientos hacia el PS.

Los otros tres candidatos, el secretario general de los comunistas, Jerónimo de Sousa, el líder del Bloco de Esquerda, Francisco Louça, y el dirigente del Partido Comunista de los Trabajadores Portugueses, García Pereira, centraron su campaña en movilizar al electorado de izquierdas para evitar la victoria de Cavaco.