Crónica RDCongo.- Los rebeldes de Nkunda mantienen su alto el fuego pese al aplazamiento de la conferencia de paz

Actualizado: sábado, 29 diciembre 2007 18:43

Una nueva oleada de desplazados llega a la región de Kivu Sur

MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -

El general congoleño renegado Laurent Nkunda, cuyas fuerzas combaten a las del Gobierno en la provincia de Kivu Norte, al este de la República Democrática del Congo, mantienen su alto el fuego unilateral como paso previo a la conferencia de paz que debería devolver la estabilidad a la región. Sin embargo, el Gobierno ha considerado irrelevante este anuncio y ha anunciado un aplazamiento hasta próximo 6 de enero de la conferencia de paz para preparar mejor la cita.

La conferencia de paz, organizada por el Gobierno, tenía previsto contar con la presencia de cientos de representantes del ámbito político, militar y de la sociedad civil, y su comienzo estaba previsto para el pasado jueves, 27 de diciembre.

"Confirmamos que hemos pedido un alto el fuego. Lo vamos a respetar, pero también estamos esperando a que el Gobierno haga lo mismo, algo que no ha pasado aún", indicó en una entrevista telefónica Bwambale Kakolele, lugarteniente de Nkunda.

"A través de este alto el fuego esperamos facilitar la conferencia de paz de Kivu, pero lo declaramos para cumplir con las garantías dadas a los americanos con los que hemos contactado aquí, sobre el terreno, así como con la Unión Africana y la Unión Europea", explicó Kakolele.

Este mismo mes una representación diplomática multilateral se reunió en Goma, capital de la provincia de Kivu Norte, para planear la constitución de un grupo de trabajo tras la aplicación de los acuerdos de noviembre suscritos por la RDC y la vecina Ruanda para intentar lograr la pacificación de las provincias de las inmediaciones del lago Kivu, en la región de los Grandes Lagos del África oriental.

Sin embargo, al ser preguntado por el alto el fuego por la agencia de noticias de la ONU, IRIN, el ministro de Defensa de la RDC, Chikez Deimu, declaró que "Nkunda aún es un criminal". "No importa qué plataforma utilice para su discurso. Ha matado a gente y dejado huérfanos en Kisangani y Bukavu y sigue asesinando y enterrando a gente viva", indicó.

"Estamos organizando la conferencia de paz para la gente y no para un solo individuo, Nkunda, por lo que puede declarar ahora un alto el fuego. Tarde o temprano le derrotaremos. El pueblo del Congo triunfará. Nkunda cuenta con la complicidad de algunas partes interesadas. Eso es malo", indicó el ministro.

SIN INVITACIÓN OFICIAL

A pesar de los gestos de Nkunda y su Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), los rebeldes se quejan de que no han sido invitados oficialmente a la conferencia de Goma. "No hay problemas de seguridad porque tenemos las garantías de los enviados americanos", opinó Kakolele.

Mientras, los trabajos preparatorios de la conferencia siguen adelante. El presidente de la Comisión Electoral, Apollinaire Malumalu, quien también preside el comité organizador de la conferencia de paz de Goma, indicó que los días que faltan para el comienzo de la reunión se dedicarán a "designar a los participantes y finalizar los documentos de trabajo".

Malumalu justificó el aplazamiento, necesario para explicar los objetivos de la cumbre a todas las partes relevantes antes de que comiencen los trabajos.

A pesar del alto el fuego declarado por Nkunda, las fuerzas leales a este general rebelde se han enfrentado con las milicias mayi-mayi en una región situada a unos 60 kilómetros al oeste de Goma.

"Todo lo que estamos haciendo es defendernos. Esta gente (los mayi-mayi) están trabajando para el Gobierno y quieren demonizarnos, pero no nos engañarán ni deteriorarán les esfuerzos en pro de la paz", explicó Kakolele.

DESPLAZADOS EN KIVU SUR

Los desplazados por los combates en Kivu Norte han comenzado a llegar a la región de Kivu Sur en una nueva oleada, según alertan las organizaciones humanitarias. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ya ha comenzado a distribuir artículos de primera necesidad a más de 500 familias que han huido del conflicto. En total, se cree que hay unos 800.000 desplazados sólo en 2007.

La distribución en las localidades de Tchebumba y Kitembo (a unos 50 kilómetros al norte de Bukavu, capital de Kivu Sur) se realiza en colaboración con la Cruz Roja de la República Democrática del Congo y consiste en ropa, mantas, esterillas, jabón y utensilios de cocina. Como complemento a esta ayuda, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) les proporcionará víveres. En septiembre y noviembre pasados, el CICR y la Sociedad Nacional de Cruz Roja ya habían organizado en la zona dos operaciones similares para 2.300 familias desplazadas.

"La situación es crítica. Salta a la vista la vulnerabilidad que caracteriza a las personas recién llegadas. Contrariamente a los anteriores desplazamientos en la misma zona, esas personas tuvieron que abandonar precipitadamente el domicilio, sin tiempo para llevar lo mínimo indispensable. Además, son a menudo víctimas de abusos de diversa índole cometidos por portadores de armas", explicó Patrick Walder, jefe de la subdelegación del CICR en Kivu Sur.

Las personas que recibieron socorro forman parte de los miles y miles de civiles que han tenido que huir de los enfrentamientos armados en Kivu Norte y de la inseguridad en las altiplanicies de Kalehe para refugiarse en la región de Minova (norte de Kivu Sur). La población local, desbordada por la nueva llegada de personas, que se añade a los recientes desplazamientos, no tiene la capacidad necesaria para acoger a todos los desplazados. Muchas personas se encuentran en la indigencia, sin techo y en precarias condiciones de seguridad. Entre ellos hay niños de corta edad, mujeres embarazadas y enfermos.

Cruz Roja continúa ayudando al hospital de Minova con material para curar a los heridos de guerra y medicamentos básicos para tratar a las víctimas de violaciones como parte del apoyo a los establecimientos médicos que deben hacer frente a esta llegada masiva de personas.

La población desplazada señala muchos casos de violaciones sexuales y otros atentados contra la integridad física, así como los saqueos que con regularidad cometen diferentes grupos armados. A pesar de los recursos humanos y materiales que el CICR y otros actores humanitarios utilizan para hacer frente a las consecuencias que la crisis tiene en el plano humanitario en esta parte de Kivu Sur, las necesidades siguen siendo considerables.

El CICR también recuerda a todas las partes en el conflicto que, de conformidad con las disposiciones del Derecho Internacional humanitario, tienen la obligación de respetar la vida y la integridad de las personas civiles, de los heridos y de las personas capturadas a causa del conflicto.