Crónica R.Unido.- David Cameron cumple un año al frente del partido conservador

Actualizado: miércoles, 6 diciembre 2006 19:30

El líder 'tory' es acusado de tener mucha imagen y poca sustancia

LONDRES, 6 Dic. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Marta Altuna) -

David Cameron ha cumplido ya un año al frente de los conservadores británicos, con una nueva y moderna actitud y con un carisma notable. Para muchos era la esperanza en la renovación del partido y la oportunidad de volver al Gobierno, pero cuando hoy se cumplen exactamente doce meses de su elección, muchos de sus votantes se preguntan cuáles son exactamente sus ideas.

Es joven, carismático y está interesado por la imagen. Ha sido fotografiado en el Artico para denunciar el cambio climático y va al Parlamento en bicicleta para contribuir al ahorro de energía, pero, ¿cuáles son sus políticas?

"Hay que apoyar al Gobierno cuando es lo adecuado para el país", ha dicho en repetidas ocasiones y así lo ha hecho, aunque sus críticas a las políticas de Blair se han centrado en la forma en la que el Gobierno laborista está reformado el sistema de sanidad y educación.

A sus 40 años ha querido transformar el partido dándole un giro y ofreciendo una imagen más tolerante. En el último congreso apoyó los valores tradicionales de siempre en el partido conservador como es la familia, aunque muchos no podían creer su apoyo público al matrimonio y las uniones civiles "entre hombre y mujer, mujer y mujer, y hombre y hombre".

El partido conservador gobernó Reino Unido aproximadamente durante dos tercios del siglo XX, apoyando tradicionalmente impuestos bajos, pero en su primera conferencia anual como líder 'tory', Cameron se presentó ante el electorado ofreciendo compromisos en bienestar social y medio ambiente, e ignorando asuntos más polémicos como el recorte de impuestos y el papel de Reino Unido en Europa.

El líder conservador quiere llevar al partido al frente del Gobierno en las próximas elecciones generales, aunque no medirá sus fuerzas con el primer ministro Tony Blair. Se espera que Cameron tenga que enfrentarse con el actual ministro de Economía, Gordon Brown, visto como el sucesor más probable del líder laborista.

ENCUESTAS

Las últimas encuestas muestran a un Cameron fuerte, que ha devuelto al partido sus oportunidades de volver al poder y que ha derrotado a los laboristas en elecciones municipales. Sin embargo, los sondeos muestran que Brown tiene una mejor imagen que Cameron.

El actual ministro de Economía ha sido el arquitecto de la época de crecimiento económico más extenso de Reino Unido tras la segunda guerra mundial y tiene una gran experiencia para poder combatir la imagen de modernidad de Cameron. Incluso los seguidores más incondicionales de Cameron le piden más sustancia y menos estilo.

Mientras, los votantes parece que están cada vez más impacientes con la negativa del líder 'tory' de expresar su opinión en asuntos como el recorte de impuestos y la inmigración. Una encuesta de ICM mostró la pasada semana que el 29 por ciento de los británicos creen que Brown es la persona más adecuada para estar al frente del Gobierno, mientras que un 25 por ciento se inclinó por Cameron.

No obstante, el sondeo indica que los ciudadanos (un 44 por ciento) creen que Cameron está más en contacto con los problemas de los británicos, mientras que el 34 por ciento considera que lo está más Gordon Brown.

Hasta el momento, Cameron se ha inclinado por los asuntos nacionales y raramente se ha aventurado a lanzarse al peligro que supone la política internacional. Como ejemplo, se ha negado a realizar todas las entrevistas que le han pedido medios de comunicación extranjeros.

El pasado año, Cameron llegó al poder con la promesa de llevar a los conservadores a una victoria, por primera vez desde 1992. Para ello, quiere situar al partido en el centro de la política, una táctica que llevó a Blair a la mayoría absoluta en las elecciones de 1997.

"No hay duda alguna de que Blair y Cameron son políticos con experiencia que tienen mucho en común: quieren ganar elecciones, son pragmáticos", indicó el analista de la London School of Economics, Tony Traves.