Crónica Somalia.- UNICEF denuncia la peor hambruna de las últimas décadas en las regiones del centro de Somalia

Actualizado: domingo, 30 septiembre 2007 20:48

El conflicto en la capital ha hundido en la pobreza a la regiones cercanas al rio Shabelle e impide la llegada masiva de ayuda

MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha denunciado que la región central de Shabelle atraviesa en estos momentos la peor situación de emergencia por hambruna que se recuerda en los últimos años, y que 8.700 niños, de entre los casi 100.000 que sufren de inanición en el país africano, se encuentran en peligro extremo de muerte.

"La gente no ha sido capaz de plantar sus cosechas y de alimentar a sus hijos, y la producción de alimentos ha decrecido dramáticamente", explicó el representante de Unicef para el país, Christian Balslev-Olesen, y añadió que, durante las últimas semanas se ha experimentado "un incremento sustancial del número de desplazados internos que huyen del conflicto en Mogadiscio", lo que supone un aumento de la población que la región agrícola no está preparada para soportar.

UNICEF entiende así que la hambruna es un problema estrechamente vinculado al conflicto que se vive en la capital somalí, donde fuerzas del Ejército del Gobierno de transición se enfrentan a la insurgencia aparecida tras la expulsión de la Unión de Tribunales Islámicos el pasado mes de diciembre. Según el Fondo, este conflicto ha limitado el acceso a los servicios esenciales, y ha provocado el deteterioro de la seguridad alimentaria, junto a un reciente brote generalizado de diarrea asociado con las pobres condiciones de agua y de higiene en la región.

Actualmente, la tasa de malnutrición en el país se encuentra en el 17 por ciento, dos puntos por encima de la línea roja que señala la situación de catástrofe humanitaria. Otro sondeo realizado sobre la crisis alimentaria en el país, realizado por la Unidad de Análisis y Seguridad del Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura estima que un 20 por ciento de los menores de cinco años sufren malnutrición en al menos 10 regiones.

Entre el conflicto y la hambruna, la población esta experimentando una de las mayores crisis humanitarias de las últimas décadas, tanto en la orillas de los ríos como en los extensos pastos de la sabana. Los desplazamientos han provocado que la población del Medio y el Bajo Shabelle haya aumentado un 25 por ciento. Y todavía no ha llegado la temporada de lluvias, que se prolonga desde octubre hasta diciembre. A pesar de lo que se avecina, la violencia en el país ha impedido la llegada de organizaciones humanitarias a la zona en cantidades suficientes para atajar el problema.

"Dado el alto nivel de malnutrición que existe en la región, sería lógico que el lugar estuviera siendo controlado por importantes agencias humanitarias y ONG, pero no las hay por la situación de seguridad en el país", explicó Balslev-Olsen.

CONFLICTO

Los voluntarios apuntan a que la constante violencia de Mogadciscio "ha provocado fuertes depresiones en la población y deficiencias en su estatus económico", afirmó James Kingori, coordinador de la distribución de alimentos para Unicef Somalia. "Los desplazados internos son un factor esencial en la depresión que sufre la población indígena de la región de Shabelle".

Según las estimaciones de Naciones Unidas, más de 400.000 personas han abandonado Mogadiscio entre febrero y mayo. Antes del verano, entre mayo y junio, regresaron 115.000. Pero durante el estío, las cifras apuntan a que más de 40.000 personas han vuelto a abandonar la ciudad, coincidiendo con el incremento de los combates tras el anuncio de la celebración de la conferencia de reconciliación nacional.

MALAS CONDICIONES MEDIOAMBIENTALES

Por si todo ésto fuera poco, Somalia ha experimentado, en los últimos años, sequías, inundaciones y malas cosechas a distintos niveles. Según el vicegobernador de Shabelle mediano, Hussien Mohammed Dhere, "las inundaciones del río Shabelle que experimentamos en diciembre de 2006 han sido las peores". Y la situación en el este es completamente opuesta, porque "no ha llovido en los dos últimos años, y no se ha cosechado ningún alimento desde el tsunami de diciembre de 2004", comentó el vicegobernador.

Esta situación crítica ha llevado a las pocas agencias que permanecen en la región a incrementar el ritmo de sus operaciones. Por ejemplo, el Programa Mundial de Alimentos ha incrementado el número de personas a las que tiene previsto proporcionar comida, un millón y medio de personas, aunque para ello requiere 20 millones de dólares para prolongar su labor más allá de octubre.

"Las malas cosechas, las inundaciones y las escasas lluvias han provocado que la población no pueda llegar a los niveles mínimos de seguridad alimentaria", explicó Chris Baron, miembro de la WFP en la región, donde la agencia está distriburyendo raciones de comida para 29.000 personas.

La mayoría de los desplazados en la zona se concentran en el campo de Jowhar, cerca del río Shabelle, cada vez más afectado por escasez en el suministro de agua, alimento y protección. El número de desplazados, además, "sigue aumentando cada día", según informó a IRIN uno de los responsables del campo.

En las instalaciones, los voluntarios señalan que el número de niños malnutridos representan la situación en la que vive el campo, donde los más afectados por la falta de alimentos deben ser trasladados fuera de las instalaciones para recibir atención médica, porque el campo no cuenta con centros capacitados a tal efecto.

Según un estudio realizado por varias agencias en 2006, Somalia ha experimentado una leve mejora sanitaria en los últimos siete años. En 1999, la tasa de mortalidad infantil (en niños menores de cinco años) era de 224 fallecimientos por cada 1000 niños. Ahora, es del 135 por el mismo número de infantes. Además, el acceso a agua potable ha aumentado desde un 23 a un 29 por ciento en el mismo período de tiempo.

"Cuando el 70 por ciento de la población no tiene acceso a agua corriente, vas a encontrarte con problemas de diarrea una y otra vez, y estamos hablando de un lugar donde sólo el 22 por ciento de los niños van a la escuela", explicó Balslev-Olesen.

De moento, se han establecido veinte centros de alimentación para los niños de Shabelle mediano. Sin embargo, la zona de Bajo Shabelle permanece desasistida, por lo que es necesario, según el representante de UNICEF, "una mayor intervención de la comunidad internacional de ONG, y más apoyo del Gobierno de transición somalí".

"Es imprescindible que el Gobierno provisional elimine los obstáculos a los que se enfrenta el trabajo humanitario en la región. Del mismo modo, es necesario que los organismos humanitarios internacionales incrementen su presencia, porque resolver este problema es una cuestión de capacidad y medios", concluyó el responsable.