Crónica Sri Lanka.- ICG considera que la crisis en Sri Lanka "no tiene solución a corto plazo"

Actualizado: domingo, 2 marzo 2008 11:59

El grupo de expertos considera, no obstante, que la comunidad internacional debe intervenir para "limitar los daños" en el país

MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

El grupo de expertos en política internacional, ICG, ha denunciado el "estado de guerra civil" en el que ha recaído recientemente Sri Lanka, una situación que considera "no tiene solución aparente a corto plazo" por la cada vez más profunda crisis humanitaria que asola el país, y que requiere de la acción inmediata de la comunidad internacional, si acaso sólo sirva para "limitar los daños", es decir, proteger a los civiles y preservar las insitituciones democráticas del país.

El germen de la situación actual floreció el pasado 2 de enero, cuando el Gobierno anunció su retirada del alto el fuego que desde 2002 mantenía en vigor con los rebeldes del Frente de Liberación Tamil Eelam, más conocidos como los tamiles. Con esta decisión, según ICG, "no sólo se formaliza un conflicto patente desde 2006, sino que presagia que lo peor está por llegar".

Junto con los duros enfrentamientos registrados en el norte del país, las primeras semanas de 2008 han sido escenario de los asesinatos de un ministro del Gobierno, así como de un miembro de la oposición tamil en el Parlamento, a lo que hay que sumar los múltiples atentados registrados en la capital, Colombo, y la ola de ataques contra los civiles en el sur, de mayoría cingalesa. A todo esto hay que añadir las múltiples desapariciones registradas en el norte y en el este del país, dentro de un conflicto que se ha cobrado durante los últimos dos años las vidas de más de 5.000 personas y que ha provocado más de 140.000 desplazados.

El ICG considera que "mucha de la culpa la tiene el ICG", al que responsabiliza de ser el promotor de "múltiples violaciones del alto el fuego" así como de abusos contra la población; factores que han llevado al Gobierno a desvincularse del acuerdo de paz. En general, el International Crisis Group considera que la estrategia tamil, que pretendía instigar un levantamiento nacionalista, ha resultado en una "reacción exagerada por parte del Gobierno" que ha recurrido a una aproximación militar como última solución.

Tanto el Ejército como la mayor parte del Gobierno consideran que los rebeldes pueden ser derrotados antes de que termine este año. Los rebeldes tamiles han sufrido grandes pérdidas durante los últimos ocho meses: han perdido la mayor parte de las zonas que tenían bajo su control en el este del país, sus rutas de abastecimiento han sido interrumpidas, y miles de sus rebeldes han perdido la vida en los enfrentamientos con los soldados. Sus comandantes se encuentran en una situación vulnerable, susceptibles de ser eliminados bien por bombardeos, bien por la actividad de operativos especiales.

Pero con todo, ICG advierte de que los rebeldes siguen avanzando en el norte, defendidendo posiciones fortificadas, miuentras cabe la duda sobre la capacidad del Gobierno para controlar las zonas de mayoría tamil en el norte, que llevan más de una década bajo control de los rebeldes.

El Gobierno se apoya así en una campaña militar como prolegómeno a una solución política, y ha prometido "erradicar el terrorismo" para forzar el desarme de los rebeldes, y que estos se integren en el juego democrático del país. Esta idea estaba legitimada por el llamado Comité de Representación para Todos los Partidos (CRTP), instaurado para garantizar la puesta en práctica de las reformas constitucionales.

Pero ahora las autoridades de Colombo sólo proponen débilmente "instaurar de forma total" la Decimotercera Enmienda, que estipula un régimen de poder limitado para los tamiles y musulmanes, algo que el Gobierno considera "improbable", según ICG, ya que depende de la mayoría cingalesa, opuesta a los tamil, para su superviviencia.

PROFUNDA DIVISIÓN

Mientras tanto, las divisiones étnicas en el país se están agudizando, y los costes humanitarios se centran principalmente en las zonas de habla tamil. En Colombo, el ICG denuncia los "arrestos indiscriminados" de ciudadanos tamiles bajo "una normativa de emergencia, mientras los propios tamiles ejercen presión sobre los musulmanes a través de una fuerza paramilitar conocida como los Tamil Makkal Viduthalai Puligal (TMVP), una escisión de los rebeldes que opera bajo los auspicios del Gobierno.

La tan traída y llevada "liberación" del este del país ha fracasado, según el grupo, en el sentido de que la democracia y el desarrollo brillan por su ausencia en la región, que se encuentra gobernada por un régimen militar y en la que las tensiones étnicas son cada vez más palpables. El grupo advierte al Gobierno de que "perderá una oportunidad de establecer una alternativa democrática a los tamiles" si deja que el TMVP actúe a su libre albedrío en la región.

Además, y en un plano político-humanitario, las instituciones continúan vacías de poder a la hora de perseguir, juzgar y condenar los múltiples abusos que persisten en el país. "Las comisiones de investigación establecidas a lo largo de los dos últimos años no han conseguido nada", denuncia el grupo, "mientras continúan las desapariciones y los asesinatos selectivos de índole política en Jaffna y otras partes del país". Tanto los rebeldes como los paramilitares siguen haciendo uso de niños-soldado, a pesar de las peticiones en contra formuladas por Naciones Unidas y sus agencias, según el grupo.

A PEOR

Según ICG "el conflicto actual es mucho peor del que precedió al alto el fuego de 2002", porque las tácticas de antiinsurgencia empleadas por el Gobierno "son más brutales y más indiscriminadas", las actividades criminales de los tamiles "son más descaradas y extensas", y el papel "chauvinista" de las ideologías cingalesas "es cada vez más pronunciado". ICG considera especialmente "perturbador" el papel de las fuerzas favorables al Gobierno en los asesinatos selectivos emprendidos contra los políticos tamiles, y los rebeldes han militarizado completamente la vida en las zonas bajo su control. "Cualquier intento de levantamiento", explica el grupo, "provoca una respuesta peor".

No obstante, y por muy complicadas que sean las circunstancias actuales, ICG solicita a las partes una serie de medidas por las que se podría reconducir al país a un nuevo proceso de paz.

"La comunidad internacional necesita hacer uso de su limitada capacidad de intervención para evitar el deterioro de la situación, mientras desarrolla una estrategia para fortalecer a las fuerzas moderadas y pacíficas, que siguen comprometidas con un acuerdo de paz justo, imprescindible para obtener una solución politica duradera", entendió el grupo.

Para ello, "será imprescindible que los tamiles y sus partidarios abandonen cualquier intento terrorista y separatista, mientras estimulan el consenso a favor de las reformas constitucionales", concluyó ICG.