Hoy era la fecha límite para el fin de las negociaciones entre las partes implicadas en el conflicto, tras dos años de reuniones
ABUJA, 30 Abr. (EP/AP) -
Horas antes de que expirara el plazo otorgado por al Unión Africana para que las partes implicadas en el conflicto de la región sudanesa de Darfur concluyeran un acuerdo, tras dos años de negociaciones, el Gobierno de Sudán anunció que estaba preparado para firmar un borrador, aunque los principales grupos rebeldes afirmaron continuar con reservas y presionaron por la prorrogación de las conversaciones.
Con las negociaciones de Abuja, Nigeria, se pretende poner punto y final a un cruento conflicto que ha sesgado la vida de unas 200.000 personas y ha obligado a otros dos millones a huir de sus hogares, desde que comenzara hace tres años la guerra, calificada por la ONU como uno de los peores desastres humanitarios del mundo.
La violencia en Darfur, una región del tamaño de Francia, amenazó recientemente con extenderse al vecino Chad, y amenaza además con escalar a nivel intercontinental, ya que el líder de la red terrorista Al Qaeda, Usama bin Laden, pidió la semana pasada a sus seguidores que acudieran a Sudán para luchar contra la propuesta presencia militar de la ONU.
El Gobierno de Sudán aseguró que aceptaría el envío de una fuerza de soldados de pacificación de Naciones Unidas a Darfur para ayudar a las tropas destacadas por la Unión Africana, en el caso de que se alcanzara un tratado de paz.
DIPLOMACIA AFRICANA
El jefe de la delegación sudanesa en Nigeria, Magzoub el Jalif, anunció hoy que el Gobierno está dispuesto a aceptar el borrador de resolución que fue dado a conocer la semana pasada. "El Gobierno desea confirmar su posición para aceptar formalmente este documento y su preparación para firmarlo", señaló El Jalif.
Un acuerdo entre Sudán y los rebeldes podría ser visto como un triunfo de la diplomacia africana. Las conversaciones han sido organizadas por la UA, en la que participan 53 estados, con la especial implicación de los dirigentes sudafricanos y nigerianos.
Sin embargo, un portavoz de una de las facciones rebeldes de Darfur dijo que el borrador de acuerdo no ahonda adecuadamente en la manera en que el tratado de paz sería implementado, ni incluye las peticiones clave de un vicepresidente procedente de Darfur y más autonomía para la región.
"Si nuestras reservas no se aceptan, no vamos a firmar el documento", aseguró un portavoz del Movimiento para la Justicia y la Igualdad (JEM, en sus siglas en inglés), Ahmed Hussein, uno de los dos grupos rebeldes que se levantaron en armas contra el Gobierno en febrero de 2003, reclamando más derechos para la región.
Por su parte, el otro grupo rebelde, el Ejército de Liberación de Sudán (SLA, en sus siglas en inglés), han pedido que se prolonguen las conversaciones.
Sin embargo, un portavoz de la UA, Norredine Mezni, dijo que el mandato de las conversaciones exigía que las negociaciones culminaran esta noche, aunque un acuerdo parcial podría abrir nuevas opciones. "La mediación no va a cambiar el documento o reabrir las negociaciones ahora a última hora", aseguró Mezni. "Sin embargo --agregó--, si las partes se ponen de acuerdo entre ellas mismas sobre cualquier parte del documento, lo recibiríamos".
El presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, se reunió ayer con los representantes de las delegaciones y con los rebeldes, y les presionó para que firmaran el acuerdo, con el objetivo de lograr salir del actual impasse.
PRIMER ACUERDO
El borrador inicial, dado a conocer el pasado miércoles, reflejaba las quejas manifestadas por los grupos rebeldes de Darfur en relación a que han sido ignorados por el Gobierno nacional. El texto pedía al presidente sudanés que incluye a un experto de Darfur, inicialmente designado por los rebeldes, entre sus consejeros.
Señalando que la región de Darfur ha sido "históricamente postergada" y que sufrió más que otras a causa de la guerra, el borrador reclama la creación de un fondo de rehabilitación para el cual se solicitarán donaciones internacionales, suspensión de aranceles escolares en todos los niveles para estudiantes de Darfur durante cinco años y elaboración de un plan nacional contra la pobreza.
Además, los mediadores también han propuesto que la población de Darfur acuda a las urnas en 2010 para decidir si desean crear una entidad geográfica conjunta, que agrupe a los tres estado que conforman Darfur en la actualidad, y que podría tener más peso político.
Tras décadas de enfrentamientos entre clanes por la tierra y el agua en Darfur, la violencia estalló a gran escala en febrero de 2003, cuando los rebeldes del SLA y el JEM se levantaron en armas, acusando al Gobierno central de ignorar sus necesidades.
Al Gobierno central se le culpa de responder con extrema violencia a la sublevación de los rebeldes. Apoyado por las milicias árabes de los janjawids, el Ejército sudanés ha sido acusado de la quema de aldeas, violaciones en masa y asesinatos indiscriminados. El borrador también pide el desarme de los janjawids y la integración de algunos rebeldes en el Ejército nacional y las fuerzas de seguridad.
Mientras, en Washington, actores, deportistas, políticos y líderes religiosos se manifestaron hoy en las calles pidiendo atención al conflicto de Darfur y una mayor implicación de Estados Unidos. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, ha pedido ha China y a Rusia que se unan al Gobierno de Bush en las presiones a Sudán para que acepte la presencia de las fuerzas de Naciones Unidas.
Además de los cientos de miles de muertos y desplazados, tres millones de personas --la mitad de los habitantes de la región-- dependen de la asistencia alimentaria internacional para sobrevivir, en un escenario cada día más peligroso para los trabajadores humanitarios.
