Crónica Terrorismo.- Al Qaeda trabaja para reclutar 'musulmanes blancos' que perpetren atentados en Europa y EEUU

Actualizado: domingo, 23 abril 2006 22:42

Un informe de los servicios de Inteligencia croatas denuncia un plan de la red para reclutar bosnios que pasen desapercibidos en Occidente

SARAJEVO, 23 Abr. (EP/AP) -

La red terrorista Al Qaeda trabaja desde hace meses para reclutar simpatizantes no árabes, los llamados 'musulmanes blancos' con rasgos occidentales que teóricamente podrían desplazarse de manera más fácil a lo largo de Europa y Estados Unidos con el objetivo de perpetrar ataques terroristas, según documentos secretos de Inteligencia obtenidos por The Associated Press.

Un informe confidencial de 252 páginas recopilado conjuntamente por los servicios de Inteligencia croatas y estadounidenses sobre las actividades de grupos islámicos en Bosnia sugiere que el intento de reclutar seguidores en la región podría haber comenzado hace cuatro años, cuando los militantes árabes comenzaron a encontrarse con más obstáculos por el aumento de las medidas de seguridad tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Centre de Nueva York.

"Consideran que ha llegado el momento de que su actividad sea asumida por nuevas fuerzas locales. La gente que nació aquí y vive aquí tiene una ventaja que facilitaría su labor ya que por su aspecto físico podrían pasar más desapercibido", asegura el informe.

Por su parte, el ministro de Seguridad bosnio, Barisa Colak, admitió la existencia de este informe, aunque indicó que las autoridades no tienen evidencias concretas de que estos esfuerzos de nuevos reclutamientos se hayan llevado efectivamente a cabo.

No hay casos conocidos de que un recluta 'musulmán blanco' haya estado involucrado en un ataque. "Los complicados requisitos de visa para los ciudadanos de la antigua Yugoslavia que viajan a Europa Occidental o Estados Unidos dificultarían el uso de reclutas balcánicos para ataques terroristas", aseguró. "De todos modos, tenemos que ser extremadamente cuidadosos y estar atentos a todos los detalles", agregó.

El subdirector del SIPA --equivalente bosnio al FBI--, Dragan Lukac, también aseguró que las autoridades del país están tomando precauciones respecto a este tema. Agentes secretos antiterroristas han puesto a decenas de sospechosos bajo vigilancia 24 horas al día y el país comparte "muy intensamente" informaciones sobre posibles sospechosos con el FBI, la CIA, Scotland Yard y otras agencias, afirmó.

"Bosnia se ha convertido en un caldo de cultivo para los terroristas, incluyendo algunos buscados en listas internacionales", informó. "Ahora, ya lo podemos decir claramente", aseveró Lukac a AP en una entrevista.

El subdirector del SIPA considera que algunos jóvenes bosnios resentidos podrían ser receptivos al mensaje terrorista. Tras las campañas militares desplegadas por Estados Unidos en Afganistán e Irak se considera "casi de moda" manifestar sentimientos extremistas en público, consideró Lukac, especialmente entre "los frustrados e influidos por la ideología, islamizados por medio de varias corrientes extremistas".

PRIMERAS DETENCIONES

El pasado mes de octubre, las autoridades bosnias arrestaron en Sarajevo a un joven de 19 años, Mirsad BEktasevic, ciudadano sueco de origen serbio vinculado con un alto agente de Al Qaeda. En su apartamento de la calle Poligonska, las autoridades se incautaron de explosivos y cinturones con dinamita.

Las autoridades que arrestaron a Bektasevic y a otros de sus compañeros en octubre alertaron a la policía en Reino Unido, que días después arrestó a tres supuestos cómplices musulmanes británicos. También informaron a las autoridades en Dinamarca, que a su vez llevaron a cabo siete arrestos. Los investigadores señalaron que desde entonces han determinado que Bektasevic mantenía estrechos vínculos con Abu Musab al Zarqawi, el líder de Al Qaeda en Irak.

Desde los ataques terroristas del 11-S, Bosnia ha deportado a decenas de árabes y otros musulmanes extranjeros por supuestos vínculos con grupos terroristas o por su presunta participación en organizaciones benéficas falsas que se cree recaudan fondos para financiar ataques.

En febrero, el país inició una revisión exhaustiva de todos los casos en que se haía concedido la ciudadanía a extranjeros desde 1992 y prometió deportar a todos los sospechosos de estar vinculados con el terrorismo.

La Policía también confirmó que vigila atentamente a decenas de muyaidines, los combatientes islámicos que se desplazaron a Bosnia para pelear junto a los musulmanes en la guerra de 1992. Aunque la mayoría partió a otros conflictos como Afganistán, Chechenia e Irak, algunos se quedaron en el país y contrajeron matrimonio con mujeres locales.

La vasta mayoría de los musulmanes bosnios rechaza la versión estricta del islam de los muyaidín. Sin embargo, los jóvenes resentidos por un desempleo del 40% y disgustados por los insultos perpetrados contra el Islam, podrían ser receptivos a la intransigencia dogmática, según apunta un reciente informe del centro de estudios Transitions Online, con sede en Praga.

"Un grupo de potenciales reclutas blancos portadores de pasaportes bosnios e incluso occidentales sería presumiblemente de gran valor para los terroristas", señala, calificando la nación balcánica como "una sociedad profundamente traumatizada, susceptible al extremismo".

"Los musulmanes están pasando por un momento muy tentador", admitió Mustafá Ceric, el autoritario líder de la comunidad islámica bosnia. Sin embargo, insistió en que no había una inclinación a la violencia extremista después de años de sangrientos conflictos.

"Si hubiésemos querido terrorismo habríamos tenido la oportunidad de hacerlo en el fragor de nuestro sufrimiento, y no lo hicimos", dijo en una entrevista. Aunque Ceric mantiene un estrecho contacto con los imanes de Bosnia, disciplinando a todo maestro que promueve sentimientos antioccidentales o predica la yihad, "no lo controla todo", dijo Marko Orsolic, un sacerdote franciscano que dirige un centro cultural interreligioso en Sarajevo.

Algunos militantes islámicos que lucharon en la antigua Yugoslavia regresaron a España, llevando consigo nuevas instrucciones militares y acceso a una nueva red de contactos por toda Europa, informó a AP un diplomático occidental con profundo conocimiento de las actividades terroristas en España desde el anonimato. "Yugoslavia fue sólo el centro de reunión", apostilló.