Crónica UE.- Los líderes europeos trataran de cerrar mañana un acuerdo final sobre el Tratado de Reforma

Actualizado: miércoles, 17 octubre 2007 22:51

El rechazo de Italia al reparto de eurodiputados constituye principal obstáculo para el compromiso

BRUSELAS, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete tratarán de cerrar en la cumbre que comienza mañana en Lisboa un acuerdo final sobre el nuevo Tratado de Reforma que sustituya a la fallida Constitución Europea y que permita poner punto y final a seis años de ensimismamiento durante los que la UE ha estado absorbida por una crisis de identidad agudizada por el 'no' en los referendos de Francia y Países Bajos al Tratado constitucional en 2005.

"No podemos pasar todo nuestro tiempo discutiendo sobre instituciones. Hemos pasado seis años discutiendo de la arquitectura institucional, es el momento de avanzar. Tenemos un buen acuerdo sobre la mesa, el mejor posible", proclamó este miércoles el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. Barroso lanzó un llamamiento a los jefes de Estado y de Gobierno para que pacten el Tratado y eviten que la cumbre se convierta en la "batalla de Lisboa". Recalcó que "no hay razones ni excusas para no llegar a un acuerdo esta semana en Lisboa".

La presidencia portuguesa es optimista sobre las posibilidades de lograr un compromiso, pero la batalla por el reparto de eurodiputados para la legislatura 2009-2014, que enfrenta sobre todo a Italia y España, podría acabar ensombreciendo la cumbre. A ello se suman otras reservas de Polonia, República Checa, Austria y Bulgaria.

Italia pide aprobar en Lisboa el Tratado de Reforma y aplazar la distribución de escaños al considerar que la propuesta aprobada por la Eurocámara le perjudica gravemente porque le hace perder la paridad con Francia y Reino Unido. El Gobierno de Roma considera que el reparto debería haberse realizado en función del número de ciudadanos de cada país y no según las estadísticas de población residente que suministra la oficina estadística Eurostat.

En contraste, España exige que la decisión sobre el Tratado de Reforma se adopte al mismo tiempo que el reparto de escaños y espera recuperar 4 de los 14 puestos que perdió con el Tratado de Niza, hasta lograr 54. También la presidencia portuguesa pretende cerrar las dos cuestiones en Lisboa, mientras que el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, no ve ningún problema en aplazar la discusión sobre los eurodiputados para que no bloquee la adopción del Tratado.

"Creemos que hay formas de resolver este problema sin bloquear el Tratado. Desde un punto de vista técnico, podríamos tener el Tratado sin los eurodiputados exactos para cada Estado miembro", dijo el presidente del Ejecutivo comunitario. En este sentido, se mostró convencido de que Italia, un país que según dijo "siempre ha estado en la vanguardia de la integración europea", no vetará el texto.

La otra gran incógnita de la cumbre es Polonia, que reclama incluir en el Tratado un mecanismo (el denominado 'compromiso de Ioannina') que permite a una minoría de países retrasar una decisión aunque no tengan suficientes votos para bloquearla. La postura polaca estará mediatizada por las elecciones que se celebran el próximo 21 de octubre y en las que se juega el puesto el primer ministro, Jaroslaw Kaczynski. Barroso se mostró convencido de que será posible encontrar una solución y pidió "flexibilidad" a Varsovia.

En contraste, tanto la Comisión como los Estados miembros han rechazado de plano la petición de República Checa de incluir en el Tratado de Reforma una disposición que permita a los Estados miembros exigir al Ejecutivo comunitario que retire una propuesta legislativa. Esta medida se inscribe en la solicitud checa de que no sólo sea posible transferir competencias de los Estados miembros a la UE sino también a la inversa. "Es inaceptable y espero que no se apruebe", señaló el presidente de la Comisión.

Parecen en vías de solución las demandas de Austria y Bulgaria, aunque Barroso criticó duramente a ambos países por haber mezclado estos problemas con la negociación del Tratado de Reforma. Viena exige que el Tratado incluya una base legal que le permita limitar el número de estudiantes alemanes en sus facultades de Medicina, que en algunas supera la mitad del total de alumnos por ser más baratas. Todo apunta a que esta cuestión se resolverá en negociaciones con el Ejecutivo comunitario.

Bruselas ha paralizado el expediente abierto a Austria por estas restricciones con el objetivo de dar más tiempo al Gobierno a presentar datos que las justifiquen. Durao Barroso dejó claro que el Ejecutivo comunitario no tiene "libertad" completa para gestionar este expediente sino que debe respetar la legislación comunitaria. "Estamos dispuestos a ser lo más flexibles que podamos porque comprendemos las preocupaciones del impacto de la legislación europea en un sector específico en Austria: las facultades de Medicina y las consecuencias que puede tener en la sanidad pública", señaló.

Por lo que se refiere a Bulgaria y a su reivindicación de escribir 'evro' en las traducciones al cirílico de los textos legales comunitarios pese a la oposición del Banco Central Europeo (BCE), el presidente de la Comisión señaló que espera que este problema se resuelva "muy pronto" y recalcó que "no tenemos ninguna intención de armonizar la gramática o la fonética de la UE". "Bulgaria tiene un alfabeto específico, el cirílico, y tiene el derecho de escribir la palabra euro de acuerdo con su alfabeto", añadió.

RENUNCIA AL REFERÉNDUM

Los expertos jurídicos de los Veintisiete Estados miembros han celebrado 20 sesiones de trabajo para traducir el mandato aprobado el pasado junio por los líderes europeos en un texto legal. Este trabajo ha permitido resolver las preocupaciones de Reino Unido y permitir que se pueda quedar fuera de las decisiones en materia de Justicia e Interior y de la jurisdicción del Tribunal de Justicia en estas políticas. También Irlanda se acogerá a este 'opt-out'. Además, tanto Reino Unido como Polonia se quedan fuera de la Carta de Derechos Fundamentales, que se convierte en jurídicamente vinculante.

El Tratado de Reforma conservará las principales innovaciones institucionales de la Constitución Europea, como la creación del presidente permanente de la UE y de un Alto Representante que será vicepresidente de la Comisión, la reducción de la talla del Ejecutivo comunitario o el voto por doble mayoría de Estados y población (que sólo entrará en vigor en 2017). No obstante, se elimina cualquier mención a referencias simbólicas que se puedan identificar con un Estado (como el himno y la bandera). Además, el Tratado ya no sustituye a los anteriores como ocurría con la Constitución sino que sólo los enmienda.

Si se remontan las últimas dificultades y se aprueba el texto final en Lisboa todavía deberá ser ratificado por los Veintisiete a lo largo de 2008. Salvo Irlanda donde es obligatorio, la mayoría de los Estados miembros han renunciado a celebrar referendos para evitar nuevos obstáculos. Al ser preguntado por esta cuestión, Barroso repitió que corresponde a cada Estado miembro escoger la forma de ratificación pero subrayó que el referéndum y la aprobación parlamentaria son vías igualmente legítimas desde un punto de vista democrático.