La Cumbre se cierra con la cuestión palestina, libanesa y un tímido intento de acercamiento a Irán

Actualizado: domingo, 30 marzo 2008 23:09
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   DAMASCO, 31 Mar. (Reuters/EP) -

   La 20ª Cumbre Anual de la Liga Árabe, marcada por la ausencia de Líbano y la no asistencia de los jefes de Estado como los de Egipto, Arabia Saudí y Jordania, concluyó ayer con una advertencia a Israel de que la vigencia de la conocida como Iniciativa Árabe dependerá de los gestos de Israel. Por otra parte, la Declaración de Damasco dio un espaldarazo a la reivindicación de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en la disputa territorial que mantiene con Irán por el control de las islas Tunb Mayor, Tunb Menor y Abu Masa, en el golfo Pérsico.

   Los países árabes revisarán sus estrategias sobre la paz con Israel, explica el comunicado final, pero no especifica ninguna nueva opción que esté siendo barajada. "La continuidad de la parte árabe en la presentación de la iniciativa árabe está vinculada a que Israel cumpla sus compromisos en el marco de las resoluciones internacionales para lograr la paz en la región", explica la Declaración de Damasco.

   La declaración, leída por el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, explica que los jefes de Estado árabes decidieron "evaluar y revisar las estrategias árabes y el plan de acción para la reactivación del proceso de paz como preludio a la decisión de los próximos pasos árabes".

   Aunque el texto no establece un calendario, Musa indicó que los ministros de Exteriores de la Liga se reunirán a mediados de este año.

   CONTENCIOSO EAU-IRÁN

   La Declaración de Damasco también aborda la disputa territorial que mantiene con Irán por el control de las islas Tunb Mayor, Tunb Menor y Abu Masa, en el Golfo Pérsico y respalda la reivindicación de los EAU. La Liga Árabe pide una resolución pacífica del contencioso, pero Irán ha valorado esta mención como una interferencia.

   Los países árabes emplazan a los EAU a buscar "vías legales y pacíficas para recuperar" las tres islas, ahora bajo soberanía iraní, un país no árabe. La resolución de esta disputa ayudaría, según la declaración, a mejorar las relaciones entre el mundo árabe e Irán.

   Desde Teherán, la agencia oficial de noticias IRNA cita al portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mohammad Ali Hosseini, quien calificó de "vanas e infundadas" las aspiraciones de los EAU.

   "La interferencia de terceras partes frenando con sus malentendidos el diálogo entre la República Islámica de Irán y los Emiratos es inaceptable y no ayuda", indicó Ali Hosseini. "Las tres islas son una parte inseparable del territorio iraní", remachó.

   La influencia iraní en Oriente Próximo, sobre todo en Líbano, ensombreció los prolegómenos de la Cumbre. Los países árabes conservadores, aliados de Estados Unidos, también están molestos por el peso cada vez mayor que está adquiriendo en toda la región tras la invasión estadounidense de Irak.

   Ayer durante su intervención ante los demás representantes árabes, el líder libio Muamar Gadafi emplazó a los líderes árabes a mejorar sus relaciones con Irán e indicó que los EAU deberían aceptar un arbitraje internacional que solvente la disputa. Gadafi aseguró que no sería inteligente provocar a Irán, en referencia a las minorías chiíes presentes en muchos países del Golfo.

   LÍBANO

   Con respecto a la crisis política libanesa, la declaración final de la Cumbre no aporta ningún elemento nuevo y apoya la última iniciativa de la Liga que respalda el nombramiento del jefe del Estado Mayor del Ejército libanés, Michel Suleiman, como candidato de consenso a la Presidencia del país.

   Sin embargo, el Gobierno prooccidental libanés y la oposición liderada por Hezbolá --grupo prosirio-- difieren en la interpretación de varios puntos del texto, especialmente en lo referente a la posibilidad de que la oposición cuente con poder de veto sobre las decisiones del nuevo Gobierno.

   "Declaramos que (...) respaldamos la iniciativa árabe para ayudar a Líbano y apoyar los esfuerzos del secretario general para animar a los partidos libaneses a alcanzar un consenso que resuelva esta crisis y preserve la seguridad, unidad, estabilidad y prosperidad de Líbano", agrega la declaración.

   La Iniciativa Árabe, presentada en 2002 en Beirut, prevé el reconocimiento para Israel y la firma de acuerdos de paz a cambio del fin de la ocupación de los territorios tomados por Israel en la guerra de 1967. Sin embargo, los sucesivos gobiernos de Israel no han mostrado interés alguno en esta propuesta, ya que implicaría el desmantelamiento de unos asentamientos en los que viven cientos de miles de judíos.

   ARABIA SAUDÍ-SIRIA

   La cumbre ha estado marcada por la significativa ausencia de Líbano, cuyo Gobierno, que denuncia así la falta de cooperación de Siria, que podría utilizar su influencia sobre la oposición libanesa, liderada por Hezbolá, para forzar un acuerdo que ponga fin a la crisis política que vive el país. Además, países de gran peso en la región como Arabia Saudí, Egipto y Jordania no quisieron enviar a sus jefes de Estado a la Cumbre y sus delegaciones han sido de nivel menor.

   El lenguaje conciliador sobre Líbano supone un alivio de las tensiones generadas durante los prolegómenos de la cumbre, marcados por las críticas del Gobierno prooccidental libanés y los principales aliados árabes de Estados Unidos en la región criticando duramente la actitud del país anfitrión, Siria.

   Tras rechazar las acusaciones de que su país se encuentre detrás del bloqueo político en Líbano, sin presidente desde el pasado mes de noviembre, el presidente sirio declaró estar "completamente preparado para cooperar con los esfuerzos destinados al consenso nacional en Líbano, que es la base para la estabilidad".

   El presidente añadió que la "clave" para solucionar el conflicto "se encuentra en manos de los propios libaneses", que disponen de su "patria, sus instituciones, su Constitución y la consciencia necesarias" para resolver el problema.

   Mientras, desde Riad, el ministro de Asuntos Exteriores saudí, el príncipe Saud al Faisal, negó que los países árabes estén intentando aislar a Siria por la crisis libanesa.

   "Al contrario, Siria es uno de los países importantes de la región y, naturalmente, los países árabes tienen ganas de que Siria participe de una acción árabe común", indicó. "El problema es que lo que se decidió por unanimidad en la Liga Árabe, incluida Siria, no se está aplicando", lamentó.