Amado apela a llegar a un acuerdo esta noche porque los ciudadanos "están hartos de esta larga historia del Tratado"
LISBOA, 18 Oct. (del enviado especial de EUROPA PRESS, Juan Sanhermelando) -
El ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, Luis Amado, dijo hoy que los líderes europeos han alcanzado un "consenso" para resolver las reticencias que mantenían Austria y Bulgaria al Tratado de Reforma, y anunció que la presidencia portuguesa busca ahora "soluciones concretas" para las reivindicaciones de italianos, polacos y checos que todavía bloquean el acuerdo definitivo.
"Esperamos concluir el trabajo durante la noche de hoy para que mañana el Consejo Europeo se pueda dedicar a cuestiones más urgentes a las que se enfrenta la UE. Es con este espíritu de urgencia con el que estamos trabajando", señaló Amado.
El jefe de la diplomacia portuguesa no quiso desvelar qué propuestas presentará a Italia sobre el reparto de eurodiputados y eludió confirmar que se vaya a ofrecer al Gobierno de Roma un escaño más, tal y como avanzó el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro. "No hay propuestas formalizadas, sólo varias opciones exploratorias", señaló.
No obstante, sí confirmó que el propósito de la presidencia sigue siendo aprobar al mismo tiempo el Tratado de Reforma y la distribución de puestos en la Eurocámara, como quiere España.
"Todavía estamos intentando pactar la distribución global, teniendo en cuenta que tarde o temprano necesitamos un acuerdo sobre esto y que tenemos en nuestras manos la propuesta del Parlamento Europeo", añadió. El primer ministro italiano, Romano Prodi, reiteró esta tarde que la discusión sobre este tema estaba abierta y que una de las opciones era "el aplazamiento".
Amado no quiso tampoco avanzar qué solución se dará al compromiso de Ioannina, un mecanismo que permite a una minoría de Estados miembros retrasar una decisión aunque no tengan votos suficientes para bloquearla y que Polonia quiere utilizar como 'freno de seguridad' para evitar que se aprueben propuestas que le perjudiquen. El ministro dijo que se trata de una cuestión "complicada y difícil" pero que intentará encontrar una solución esta noche.
La delegación española avanzó que la solución podría consistir en incluir un protocolo en el Tratado que deje claro que Ioannina sólo podrá modificarse por unanimidad pero que no incluya el texto del compromiso para evitar que cualquier cambio requiera una reunión de líderes europeos. Amado dijo que Varsovia volvió a exigir un abogado general en el Tribunal de Justicia de la UE y se mostró confiado en encontrar también una solución sobre este punto.
Antes de partir para Lisboa, el presidente polaco, Lech Kaczynski, defendió las exigencias planteadas por su país asegurando que no quiere nada más que lo que es su derecho. Al ser preguntado por lo que ocurrirá si no se atienden sus demandas, Kaczynski afirmó tajante: "Tendremos que aplazar la discusión".
Respecto a las reivindicaciones de la delegación checa, que pide reforzar los mecanismos para que la UE devuelva competencias a los Estados miembros, el ministro portugués de Asuntos Exteriores explicó que Praga había presentado una nueva propuesta esta noche distinta a la que planteó el pasado lunes y que ahora está siendo evaluada. La propuesta inicial, que consistía en que los Estados miembros tuvieran poder para exigir al Ejecutivo comunitario retirar una propuesta legislativa, fue rechazada por el resto de delegaciones.
Amado aseguró que la petición de Austria de poder limitar la entrada de estudiantes alemanes en sus facultades de Medicina se ha resuelto mediante un acuerdo con la Comisión. Su presidente, Durao Barroso, explicó ayer que ha paralizado el expediente contra Viena por este motivo y que intentará encontrar una solución "flexible" al problema.
También se ha encontrado una salida a la petición de Bulgaria sobre la ortografía del euro, aunque el ministro de Exteriores portugués no precisó en qué consiste. El Gobierno búlgaro reclama escribir 'evro' el nombre de la moneda única en el alfabeto cirílico. Alberto Navarro explicó que los Veintisiete han obligado a Sofía a consensuar su propuesta con el Banco Central Europeo y a que no presente nuevas reivindicaciones sobre el alfabeto cirílico.
Amado apeló a la necesidad de cerrar ya un acuerdo para "pasar página" tras más de 6 años de debates sobre la arquitectura institucional de la UE. "La opinión pública y los políticos en Europa están hartos de esta larga historia del Tratado. Debemos concentrarnos en los problemas de la gente", recalcó.
