Estados Unidos también pierde peso, mientras que China y Rusia ganan
BRUSELAS, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea está perdiendo poder de influencia de forma "dramática" en el seno de la ONU --en su Asamblea General, Consejo de Derechos Humanos y Consejo de Seguridad-- a la hora de promover el conjunto de valores europeos, incluido el respeto por los Derechos Humanos y el Estado de Derecho, en el resto del mundo, según refleja un informe del 'think tank' European Council on Foreign Relations (ECFR).
"La ONU ha estado en el corazón de la visión de la UE acerca del multilateralismo eficaz pero la UE ha fracasado colectivamente en adaptar las nuevas tendencias de poder y construir coaliciones efectivas" para sacar adelante resoluciones, lamentó el copresidente del think tank y ex presidente de Finlandia, Martti Ahtisaari. "Si la UE quiere retener su influencia en el mundo, no tendrá otra alternativa que la de desarrollar nuevas maneras de ganar votaciones" en el seno de la Asamblea General de la ONU, agregó.
El informe del ECFR pone de relieve que, en los últimos dos años, el nivel de apoyo del resto de países miembro de la ONU a las posiciones que mantienen los Veintisiete ha caído hasta el 50%. A finales de los años noventa, las posiciones defendidas por los Estados miembros a favor de los Derechos Humanos eran respaldadas en un 72% por el resto de países en las votaciones de la Asamblea General de la ONU, mientras que en las últimas dos Asambleas Generales el porcentaje ha caído al 48% y 55% .
La UE ha perdido el respaldo "constante" de unos 41 países de la ONU en este tipo de votaciones sobre DDHH en la Asamblea General, pero además el informe refleja que la tendencia para la UE es "aún peor" en el nuevo Consejo de Derechos Humanos, donde ha visto derrotada su postura en "más de la mitad" de las votaciones en este organismo.
En el caso de Estados Unidos, la aceptación que gozaban sus posturas en la Asamblea General de la ONU en torno al 77% hace una década ha caído hasta un 30% en la actualidad.
En cambio, las posturas defendidas por Rusia y China, dos de los cinco países con asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, han obtenido mayor respaldo en los últimos años. En el caso de China, el respaldo a sus posiciones ha incrementado del 50% que tenía hace una década a un 74% en 2007, mientras que en el caso de Rusia, su aceptación ha crecido hasta el 76% en la última sesión de la Asamblea General.
El informe identifica tres tipo de países representados en la Asamblea General de la ONU con la excepción de los países de la UE y sus aliados permanentes que, juntos, representan el 23% de todos los miembros de la ONU (44 países). En primer lugar, los Liberales internacionalistas que suman 44 países y votan en más de la mitad de los casos a favor de la postura europea en asuntos sobre Derechos Humanos; los países del denominado "voto cambiante", en total 85 que votan entre el 36% y el 50% lo que los europeos votan y, en tercer lugar, el informe identifica un total de 19 países, incluidos China y Rusia, los más hostiles a las posturas de la UE.
EMPLEAR LA INFLUENCIA
Para los autores del informe Richard Gowan y Franziska Brantner, la Unión Europea es "la arquitecta de su mala fortuna". "Europa ha perdido terreno por su renuencia a utilizar su influencia y por una tendencia a mirar hacia dentro más que hablar con otros", lamentan los autores.
Con todo, la UE no ha sido capaz de ver aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU resoluciones, por ejemplo, de condena a Birmania o Zimbabue. Además, en su opinión la UE "también se ha visto debilitada por su fracaso en abordar las críticas a su reputación como líder de los Derechos Humanos y (defensora de) el multilateralismo".
Para recobrar peso en la ONU, el think tank recomienda a la UE desarrollar una "nueva estrategia" en materia de Derechos Humanos para recobrar su influencia y cambiar de coaliciones que sean capaces de aislar a una minoría de bloqueo contra toda limitación de la soberanía nacional, por ejemplo, trabajando con países musulmanes moderados como Senegal y Jordania.
En aras de mejorar la transparencia interna de la UE y en la ONU, el informe recomienda producir un informe anual sobre Derechos Humanos en la propia ONU y nombrar un enviado especial conjunto para DDHH de la UE-ONU, además de impulsar la creación de una organización independiente que vigile más de cerca la actuación y labor de las agencias de la ONU. También debería introducir el debate de posibles sanciones de la UE en los casos en los que se le obstruya defender y proteger los DDHH en el Consejo de Seguridad.
