MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
La secretaria de Estado para Deportes y Sociedad Civil de Reino Unido, Tracey Crouch, ha presentado este jueves su dimisión debido a lo que ha descrito como "retrasos" en la aplicación de la reforma sobre las apuestas, según ha anunciado ella misma a través de Twitter.
"Es con gran tristeza con la que dimito de uno de los mejores trabajos en el Gobierno. Muchas gracias a todos por los muy amables mensajes de apoyo que he recibido durante el día. Los políticos van y vienen, pero los principios se quedan con nosotros para siempre", ha dicho.
El Gobierno va a recortar la cantidad que se puede apostar en apuestas de probabilidades fijas de cien a dos libras, en un esfuerzo por hacer frente al problema que supone la adicción al juego.
Crouch, que fue la encargada de anunciar la reforma, ha dimitido citando que "la aplicación de estos cambios ha sido aplazada hasta octubre de 2019 debido a los compromisos de otros con los que tienen intereses registrados".
"En el tiempo que pasará desde el momento en el que se hizo el anuncio hasta su aplicación se perderán 1.600 millones de libras en estas máquinas, una cantidad importante que saldrá principalmente de las zonas más deprimidas", ha resaltado.
En su comunicado, ha manifestado además que en este periodo de tiempo "dos personas se quitarán la vida a diario por problemas relacionados con el juego". "Por ello creo que este retraso es injustificable", ha remachado Crouch.
Crouch fue puesta además al frente de la Comisión sobre la Soledad, creada a raíz de las recomendaciones planteadas en su día por la diputada laborista Jo Cox, asesinada en junio de 2016.
Así, asumió la labor de un nuevo grupo dedicado a estudiar posibles medidas y gestionará un fondo que permita al Gobierno colaborar con organizaciones que ya dan apoyo a pie de calle a quienes se sienten solos.
Más de nueve millones de personas se sienten solas a menudo y alrededor de 200.000 ancianos de Reino Unido no han hablado con un amigo o un pariente en más de un mes, según estadísticas reveladas tras su nombramiento. El 85 por ciento de los adultos de entre 18 y 34 años con discapacidad también reconocen vivir sin compañía.
