MANILA, 17 Nov. (Reuters/EP) -
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha amenazado a su vicepresidenta, Leni Robredo, para que no revele ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) o cualquier otro organismo extranjero detalles de la brutal campaña contra las drogas emprendida por el Gobierno filipino por orden del mandatario.
Robredo es, desde el pasado mes de noviembre, copresidenta del Comité Interagencia contra las Drogas Ilegales, la agencia encargada de liderar la lucha contra los narcóticos en el país. La vicepresidenta, rival política de Duterte, aceptó el cargo con la intención de vigilar más de cerca un operativo que ha dejado miles de muertos y llevado a las organizaciones humanitarias a denunciar lo que perciben como una campaña de ejecuciones extrajudiciales sin respeto alguno por los derechos de los sospechosos.
El pasado mes de octubre, antes de asumir este cargo adicional, Robredo explicó que no descartaba pedir ayuda a la comunidad internacional, comenzando por el TPI, si Duterte no cambiaba su modus operandi. También se sabe que estuvo hablando con responsables antidroga de EEUU.
En respuesta, el portavoz de Presidencia, Salvador Panelo, ha avisado de que, de seguir con esta línea de actuación, "Robredo se estaría adentrando en tierra peligrosa".
"Cualquier revelación de secretos de estado a individuos o entidades extranjeras podría dañar el bienestar de los filipinos. Es posible que ella no se esté dando cuenta de que podría incurrir en un abuso de su autoridad y hay que recordárselo", ha explicado el portavoz en una entrevista.
Duterte ha reaccionado furioso a las críticas internacionales, en particular a una resolución de la ONU que recomendaba investigar los asesinatos y a la investigación preliminar que está realizando de oficio el TPI. En respuesta a esta última decisión, Duterte sacó a su país del tribunal.
Panelo, sin embargo, ha querido dejar constancia de que el Gobierno no tiene intención de restar margen de maniobra a Robredo a la hora de rebajar el nivel de brutalidad de las fuerzas de seguridad. "Tiene sus límites, pero también tiene imperativos. Hay pesimistas que creen que el presidente le está cortando las alas, pero son meras especulaciones, tan infundadas como poco productivas", ha añadido.
