MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) combate contra el ébola en primera línea, lo que le ha obligado a elaborar protocolos estrictos de prevención y respuesta que están siendo utilizados como modelo para casos de traslados de pacientes fuera de África Occidental.
La ONG ha registrado proporcionalmente pocos contagios, aunque en los últimos meses han sido evacuados cooperantes infectadas a Francia y Noruega, mientras que un médico estadounidense desarrolló los síntomas ya en Estados Unidos, en Nueva York. Los tres casos concluyeron con la curación de los pacientes.
La coordinadora médica de la Unidad de Emergencias de la ONG, Miriam Alía, contaba en octubre a Europa Press que los trabajadores de MSF entran a atender a los enfermos "de dos en dos". "Uno realiza el trabajo clínico y el otro se encarga de vigilarle para que no cometa ningún error y recordarle todas las medidas de prevención", explicó.
Además, normalmente no trabajan más de una hora u hora y media seguida, "ya que el traje da mucho calor y te deshidratas muy rápido" y para evitar "cometer errores por la fatiga", por lo que se pasa el relevo a otro equipo pasado ese plazo.
EN CASO DE PINCHAZO
"Cada vez que hay un contagio se hace una investigación para determinar cómo se ha podido contagiar y ver si hay algo que está funcionando mal en el centro y en el equipo o si no se ha producido en el centro", explicó la enfermera, aclarando que solo se realizan pruebas al personal cuando "hay síntomas", ya que "solo da positivo si hay síntomas e incluso en los dos primeros días puede dar negativo".
Además, "en cada equipo hay un referente que se encarga de la salud del personal y cuando alguien se encuentra mal se le hace un chequeo". En caso de que "haya un accidente, te pinchas o se rompe un guante hay que reportarlo a esta persona" al igual que si el trabajador se encuentra mal, con el fin de que se decida si se le da tratamiento y seguir el protocolo, aclaró.
