WASHINGTON, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Nueve ciudadanos estadounidenses sospechosos de pertenecer a un grupo fundamentalistas cristiano fueron acusados este lunes de planificar el asesinato de un policía en el estado de Michigan para más tarde llevar a cabo otro atentado violento contra otros agentes durante su funeral.
Un jurado de Detroit acusó a los nueve hombres, seis de ellos residentes en Michigan, dos en Ohio y otro en Indiana, de conspiración para el asesinato, de intentar de hacerse con armas de destrucción masiva, de instruir en la fabricación de explosivos y de poseer armas de fuego durante la perpetración de un crimen violento, según informaron la fiscal Barbara L. McQuade y el investigador del FBI a cargo de la investigación, Andrew Arena.
Los nueve hombres están acusados de pertenecer a un grupo miliciano denominado Huntaree, con base en el condado de Lenawee (Michigan) y entre cuyos objetivos se encontraría el enfrentarse de forma violenta a la autoridad del Gobierno federal estadounidense.
Según el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, este grupo está compuesto por "insidiosos extremistas antigubernamentales". Sin embargo, en su página web, Huntaree, que según los miembros del grupo significa 'guerrero cristiano', proclama estar preparándose para "la batalla final para mantener vivo el testimonio de Cristo", informa CNN.
Los sospechosos fueron identificados como David Brian Stone, de 45 años; su mujer, Tina Stone, de 44; su hijo, Joshua Matthew Stone, de 21; su otro hijo, David Brian Stone Jr., de 19 años; Joshua Clough, de 28 años; Michael Meeks, de 40; Thomas Piatek, de 46; Kristopher Sickles, de 27 y Jacob Ward, de 33 años.
Ocho de los nueve acusados se encuentran en prisión, mientras que Joshua Stone se encuentra fugado.
Según la Fiscalía los integrantes de Huntaree consideran al Estado y a los miembros de los cuerpos de seguridad sus enemigos, por lo que realizaban preparativos para enfrentarse a ellos de forma violenta.
Por ello planeaban asesinar a algún agente de la Policía estatal de Michigan para luego perpetrar otro ataque violento en su funeral, al que presumiblemente acudirían compañeros del policía al que pretendían matar.
Huntaree pretendía atacar a la procesión funeraria que pensaban provocar con artefactos explosivos caseros, que la investigación ha considerado "armas de destrucción masiva". Para ello la Fiscalía presenta como pruebas la información que sobre éstos obtuvo en Internet el supuesto líder del grupo, David Brian Stone, que más tarde mandó por correo electrónico a sus compañeros.
