NUEVA YORK, 6 Dic. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Carlos López) -
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, suspenderá la ley que prohíbe la entrada en el país a todos los ciudadanos extranjeros que sean portadores del VIH, lo que pondría fin a una norma que entró en marcha en 1993 y que impedía la concesión de visados a todos aquellos que contrajeran el virus.
Según informó 'The San Francisco Chronicle', la Casa Blanca emitió el pasado Día Mundial de la Lucha contra el SIDA una orden ejecutiva que permitirá a aquellos que sean portadores del VIH entrar en el país en las mismas condiciones que el resto de los viajeros en su versión de corta estancia como turistas o en visitas de negocios, aunque todavía se desconoce si, no obstante, deberán declarar que son portadores.
Según el director ejecutivo de Médicos por los Derechos Humanos, Leonard Rubenstein, "se trata de un paso que sirve para alejarse de una terrible política discriminatoria e inapropiada, aunque no va suficientemente lejos".
En declaraciones a la revista 'The advocate', señaló que "se trata de una enfermedad tratable y si de lo que se trata es de acabar con el estigma del sida, hay que avanzar más y eliminar todas las restricciones que tiene la gente con VIH para entrar enel país".
