EEUU clasifica a Al Qaeda en la Península Arábiga como organización terrorista internacional

Reuters
Actualizado: miércoles, 20 enero 2010 8:43


NUEVA YORK, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, ha clasificado a Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA) como una organización terrorista internacional, una medida que busca cortar el suministro de apoyo material, armas y financiación a la rama regional de Al Qaeda y proporcionar al Departamento de Justicia los instrumentos necesarios para procesar a sus miembros.

Clinton, quien también designó como terroristas a los principales líderes de AQPA, Nasir al Wahishi y Said al Shihri, tomó estas acciones en coordinación con el fiscal general estadounidense, Eric Holder, y con el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, según el comunicado emitido por el portavoz del Departamento de Estado PJ Crowley.

AQPA es una organización terrorista establecida en Yemen que ha reclamado la autoría de numerosos atentados contra objetivos saudíes, coreanos, yemeníes y estadounidenses, desde sus inicios en enero de 2009, explicó el Departamento de Estado. Entre tales atentados se incluyen el atentado suicida perpetrado en marzo de 2009 contra un grupo de turista surcoreanos en Yemen, el intento de asesinato del príncipe saudí Muhammad bin Nayif en agosto de 2009 y el atentado fallido en un vuelo que se disponía a aterrizar en Detroit el pasado 25 de diciembre.

Según el comunicado, Al Wahishi se proclamó líder de AQAP en enero de 2009, y Said Ali al Shihri fue identificado como su 'número dos'. El primero se encarga de aprobar los objetivos y asignar los recursos para el entrenamiento de los terroristas y los atentados, mientras ambos se encargan de reclutar nuevos miembros y ordenar a otros que lleven a cabo los ataques. Además, el 'número dos' propone objetivos y participa en el entrenamiento de los terroristas.

El comunicado destacó que esta medida supone sólo la primera fase de la respuesta del Gobierno estadounidense a la amenaza representada por AQPA. Por otra parte, Estados Unidos ha solicitado que Naciones Unidas tome medidas similares contra AQPA y sus líderes, en cuyo caso todos los miembros de la ONU deberían proceder a congelar los activos de esta organización y estos individuos, así como decretar el embargo de armas a la organización y prohibiciones de viaje a sus miembros.

"Estamos decididos a eliminar la capacidad de AQPA para ejecutar ataques violentos y a desestabilizar, desmantelar y derrotar sus redes", señala la nota. Ésta precisa que las denominaciones de las organizaciones terroristas extranjeras desempeñan un papel fundamental en la lucha contra el terrorismo y son un medio eficaz de reducir el apoyo a las actividades terroristas.

Las consecuencias de dichas denominaciones incluyen la prohibición de apoyo material; la congelación de todos los bienes e intereses propiedad de la organización en Estados Unidos, y condiciones especiales relacionadas con la aplicación de las leyes migratorias.

MÁS COMPETENCIAS PARA EL PENTÁGONO EN YEMEN

Por otro lado, la Administración Obama estudia ceder al Pentágono mayores competencias para reforzar a los organismos de seguridad en Yemen y en otros países que también son vistos como refugios de Al Qaeda.

Fuentes anónimas norteamericanas detallaron que los cambios propuestos otorgarían al Pentágono mayores competencias para entrenar y equipar a un mayor número de fuerzas de seguridad, especialmente a las unidades antiterroristas controladas por el Ministerio del Interior yemení. De dichos cambios también podrían beneficiarse las autoridades somalíes, que continúan combatiendo a la insurgencia islamista.

No obstante, recientes informes elaborados por el Departamento de Estado sobre la situación de los Derechos Humanos en Yemen ponen de manifiesto las continuas denuncias de torturas cometidas por efectivos del Ministerio del Interior yemení.

Por ello, Christoph Wilcke, de Human Rights Watch (HRW) adelantó que debido a estos planes de apoyo del Pentágono a estas fuerzas y a otras controladas directamente por el presidente del país árabe, Ali Abdulá Salé, y por la familia de éste, se corre el riesgo de que se debilite la imagen de Estados Unidos en la opinión pública de Yemen..

"Hay informes espantosos de tortura, de gente desapareciendo durante meses (...). Es sencillamente horrible. No conozco a ninguna fuerza de seguridad que no esté gravemente implicada", lamentó. En opinión de Wilcke, Washington debe enviar "un mensaje muy claro" al Gobierno de Salé para que detenga estos abusos si quiere que se incremente la ayuda militar.