HUNTINGTON (UTAH, EEUU), 19 Ago. (EP/AP) -
Los equipos de rescate no recibieron señales de vida de los seis mineros que quedaron atrapados el pasado 6 de agosto en una mina de Utah, en Estados Unidos, tras haber realizado el sábado un cuarto agujero en la mina por el que introdujeron un micrófono. Esta noticia supone una información descorazonadora, ya que tres miembros de los equipos de rescate han fallecido mientras intentaban llegar hasta los mineros.
El micrófono no reveló la presencia de los mineros en la caverna hasta la que llegó, y los intentos de comunicarse con ellos dando golpes en una broca no obtuvieron respuesta, según informaron fuentes oficiales. También se introdujo en la mina una cámara de vídeo, pero sus imágenes aún no han sido analizadas.
El jefe de la Administración federal para la Seguridad y la Salud en las Minas, Richard Stickler, afirmó que no se han "detectado señales de los mineros que se encuentran en el subsuelo". Los equipos de rescaten estuvieron dando golpes y generando pequeñas explosiones durante casi cuatro horas para intentar llamar su atención.
Stickler anunció que está prevista la ejecución de un quinto orificio ya que mientras tengan "esperanzas", continuarán "trabajando y haciendo todo lo posible" porque su "meta" es "encontrar a los mineros vivos". Sin embargo, reconoció los riesgos que esto entraña, debido a lo peligroso que resulta trabajar en una montaña en la que se han producido 23 temblores sísmicos desde el derrumbe que dejó a atrapadas a la víctimas hace trece días.
El problema es que, aunque algún minero continuase con vida, algo bastante improbable debido al tiempo que ha transcurrido desde que ocurrió el derrumbe, pasarían varias semanas hasta que se consiguiese extraerlo de la mina.
Antes de realizar el cuarto agujero por el que se introdujo la cámara de vídeo, se decidió detener la excavación de un túnel en la mina de Crandall Canyon después de que tres integrantes de los equipos de rescate muriesen y otros seis resultasen heridos al ser golpeados por pedazos de carbón que se desprendieron debido a una sacudida sufrida por la montaña.
