Filósofa, ideóloga, periodista y escritora dio forma al movimiento feminista urbano de clase media
WASHINGTON, 4 Feb. (EP/AP) -
Bettye Naomi Goldstein, más conocida como Betty Friedan, autora de 'La mística de la feminidad' y pionera en la lucha por los derechos de la mujer y el movimiento feminista en las décadas de los sesenta y los setenta, falleció hoy, en el mismo día que vino al mundo, en su domicilio a causa de un paro cardíaco los recién cumplidos 85 años de edad.
Betty nació en Peoria, Illinois (Estados Unidos), el 4 de febrero de 1921 y en 1963 se convirtió en un incono del movimiento feminista gracias a la publicación de la 'Mística de la feminidad', manifiesto visionario y revolucionario para la época en la que Estados Unidos se enfrentaba al 'Baby boom' y intensos conflictos raciales y sociales por la consecución de derechos. Se vendieron más de tres millones de copias.
La mítica de la feminidad afirmaba que tener un marido e hijo no era todo y abogaba por que la mujer aspirara a tener una identidad separada, individual y diferenciada de la de su pareja, conceptos harto inusuales en la época. Ella misma aseguraba que una mujer tiene que "tener algo que decir, y no sentirse culpable". "No tiene que sentirse egoísta o neurótica por tener metas por sí mima, fuera de su marido y sus hijos", afirmaba Friedan.
Licenciada en psicología, ejerció de redactora, escribiendo primero para 'Federated Press' (1943-1946), servicio de noticias del que se nutrían la mayoría de los periódicos sindicales, y más tarde para UE News (1946-1952), publicación oficial de 'United Electrical, Radio and Machine Workers of America', sindicato radical en la lucha por la justicia social para los afroamericanos y para las mujeres trabajadoras.
Contribuyó a crear la primera Organización Nacional de Mujeres en Estados Unidos(1966), y la que presidió hasta 1970. Además de la Mística de la feminidad, escribió seis libros más, entre los que destacan 'La segunda fase' (1981), 'La fuente de la edad' (1993) y 'Life so far' (2000).
Betty llegó a tomar posiciones extremas para la época como fundadora y dirigente de la Organización de Mujeres en as untos cono la igualdad de salarios, las oportunidades de promoción y otros derechos que hoy lo son por ley, pero entonces ni siquiera llegaban a borrador.
Sin embargo, Friedan nunca rechazó el concepto de famili a y abogó por tener al hombre como aliado y no como enemigo, defendiendo la unidad familiar. "No se metan en sujetadores ardientes, antihombres o políticas de orgasmo de escuela", llegó a señalar Friedan.
En los últimos años, Friedan aseguró que no había dejado de considerarse feminista, pero reconoció que "la mujer como grupo especial y separado" ya no era "su preocupación".
Friedan nació en una familia judía de clase media-alta. Su padre, Harry Goldstein, tenía una joyería mientras su madre, Miriam, dejó su trabajo como editora de un periódico para ser ama de casa. Cuando era niña, Betty vio como su madre "recortaba mi padre porque no tenía sitio para descargar sus terribles energías, un desorden típico que llamo rabia impotente", declaró en una ocasión.
Tras finalizar sus estudios de psicología y convertirse en periodista y colaboradora con varios medios y vivir varios romances fallidos, Friedan se casó con Carl Friedan, hombre de negocios, en 1947. El matrimonio, que tuvo tres hijos, acabó en divorcio 22 años después.
Friedan obtuvo una baja maternal cuando tuvo a su primer hijo en 1949, pero finalmente fue despedida de su puesto y reemplazada por un hombre cuando pidió la segunda baja maternal cinco años después. Fue entonces cuando comenzó a fraguarse el manifiesto que la catapultaría en la historia como una de la mayores defensoras de los derechos de la mujer, 'La mística de la feminidad'.
Encontró que todas esas mujeres de clase media-alta, bien educadas, y convertidas ahora en amas de casa urbanas, se preguntaban "¿Esto es todo?". Tras publicarse su manifiesto, se enfrentó a críticas duras pro parte incluso del colectivo de mujeres, que se sintieron ofendidas ante las afirmaciones que hacía en el libro. Las ideas de Friedan chocaron en una sociedad cerrada y tradicional como la norteamericana.
Sin embargo, la primera impresión de 3.000 copias, se convirtió en un reedición de 600.000, después más de dos millones. El libro se encontraba en 1999 en el puesto 37 de la lista de la Universidad de Nueva York como uno de los mejores artículos periodísticos del siglo XX.
Durante los setenta apoyó no sólo la reivindicación de derechos de la mujer, sino también derechos raciales o relacionados con la etnia. Fundó la primera asociación estadounidense promotora del aborto y en la década de los ochenta, decidió dedicarse a la enseñanza.
En 1981, su libro 'La segunda fase' fue visto por muchos como su ruptura con el liderazgo del movimiento feminista que tanto éxito le proporcionó. Aseguró que el movimiento había llevado a cabo políticas sexuales que habían distorsionado las prioridades del movimiento de la mujer durante la década de los setenta y abrió el camino a los conservadores para tomar la dirección en los asuntos familiares.
Los funerales se celebrarán el lunes o martes en Nueva York.
