EEUU.- El Senado de EEUU da luz verde a un proyecto de ley para restringir la venta de bombas de fragmentación

Actualizado: sábado, 8 septiembre 2007 15:55

WASHINGTON, 8 Sep. (EP/AP) -

El Senado estadounidense ha dado luz verde a un proyecto de ley para restringir el uso de bombas de fragmentación, también conocidas como bombas de racimo. La Cámara Alta del Congreso aprobó financiar ayuda y otras operaciones del Departamento de Estado en el extranjero destinadas a restringir la venta o transferencia de bombas de fragmentación, una munición que ha resultado ser letal para la población civil, ya que su uso en las proximidades de núcleos urbanos está prohibido por la legislación internacional.

Las bombas de fragmentación están diseñadas para abrirse estando en suspensión en el aire y dispersar entre 200 y 400 bombas en una superficie de 457 metros cuadrados. Su uso se ha extendido cada vez más a áreas civiles.

El proyecto de ley aprueba una partida de 34.000 millones de dólares (24.824 millones de euros) para prohibir la venta o transferencia de este tipo de munición, cuyo margen de error es de apenas un uno por ciento. El objetivo de la ley es reducir el número de víctimas mortales por la explosión de estos artefactos que quedan abandonados sin explosionar, una vez terminados los conflictos armados.

Asimismo, la proposición de ley garantiza ayuda militar a los aliados de Washington en Oriente Próximo: Israel recibirá 2.400 millones de dólares (1.742 millones de euros), Egipto, 1.300 millones de dólares (944 millones) y Afganistán, 1.100 millones (798 millones) en concepto de asistencia humanitaria y proyectos de reconstrucción.

Sin embargo, el Senado se ha sumado al rechazo de la Cámara de Representantes (Cámara Baja del Congreso) a negar a la Administración su petición de inyectar ayuda a Irak por valor de 456 millones de dólares solicitados por la Casa Blanca, después de que otros 2.800 millones de dólares en ayuda a la reconstrucción de Irak, aprobados en mayo, todavía no se hayan empleado.

El proyecto de ley contra las bombas de fragmentación ha sido patrocinado por los senadores demócratas Patrick Leahy y Dianne Feinstein, quien en un comunicado emitido ayer denunció que estas "reliquias volátiles" de la Guerra Fría se han cobrado numerosas bajas mortales entre la población civil en demasiados países, incluidos Vietnam, Camboya, Irak, Kosovo, Afganistán, Irak y Oriente Próximo, y durante demasiado tiempo, lamentó.

Ahora, Senado y Cámara de Representantes deberán ponerse de acuerdo en una versión definitiva del proyecto de ley, que deberá ser aprobado por ambas cámaras antes de remitirse al presidente, George W. Bush, para su ratificación.

No obstante, la Casa Blanca ya ha advertido al Senado de su desacuerdo con una cláusula del proyecto de ley, así como otra disposición que limitaría la ayuda a países que reclutan a 'niños soldados'. En un comunicado, la Administración Bush alegó que tiene aprobada un acuerdo de salvaguardia sobre la venta de bombas racimo, además de perseguir ya, dice, esfuerzos para impedir el uso de menores como soldados en combates armados.

USO DE BOMBAS RACIMO

Algunas de las estadísticas que ofrecieron los senadores para apoyar su proyecto de ley sostienen que Israel esparció alrededor de 4 millones de bombas de fragmentación en el sur de Líbano, durante la guerra que libró con la milicia chií libanesa Hezbolá en el verano de 2006. La ONU estima que un millón de estos artefactos no han explotado aún, lo que supone un grave riesgo para la población civil de las ciudades del sur del país. Algunos informes documentan también el uso de este tipo de munición por parte de Hezbolá.

En la región del Golfo, todavía quedan 1,2 millones de bombas racimo sin explotar desde la Guerra del Golfo de 1991 y por la actual guerra en Irak. Estos artefactos abandonados se han cobrado la vida de unos 1.220 civiles kuwaitíes y de otros 400 iraquíes.

Las tropas estadounidenses en Irak --162.000-- utilizaron durante la invasión inicial de marzo de 2003 13.000 bombas de fragmentación con alrededor de 2 millones de bombas incorporadas. Mientras, en la invasión a Afganistán a finales de 2001, donde Estados Unidos y sus aliados derrocaron al Ejecutivo talibán en el poder desde 1996, los militares utilizaron 1.228 bombas racimo con una descarga de 248.056 'minibombas' incorporadas que provocaron la muerte de 127 civiles, el 70 por ciento de ellos, menores.

En Laos, las campañas de bombardeo estadounidenses durante la Guerra de Vietnam, durante las décadas de 1960 y 1970, dejaron entre 9 y 20 millones de 'minibombas', responsables de la muerte de 11.000 personas, tres de cada diez de ellos menores.

Los senadores patrocinadores de la proposición de ley cifraron en 5,5 millones de bombas de fragmentación su arsenal militar de este tipo de munición, con capacidad para lanzar 728 millones de bombas.