NUEVA YORK, 18 Abr. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Carlos López) -
El Tribunal Supremo estadounidense decidió por una mayoría de cinco contra cuatro dar el visto bueno y respaldar de esa forma una ley federal que prohíbe un controvertido método abortivo que afectaría al 10 por ciento del más de millón de intervenciones quirúrgicas de esta naturaleza que se practican al año en el país.
Según la sentencia hecha pública hoy, la Ley de Desautorización del Aborto por Extracción Intacta, y que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, aprobó en 2003, no viola ningún derecho constitucional al aborto de la mujer, ya que no prohíbe el aborto sino que inhabilita a los médicos en el uso de aquella técnica.
Los cinco jueces que han apoyado la sentencia son los más conservadores del Tribunal y entre ellos se encuentran los dos nombrados por Bush, Samuel Alito y el presidente de la Corte, John Roberts. Clarence Thomas y Antonin Scalia dieron su apoyo a la sentencia cuya opinión fue redactada por Anthony Kennedy.
La sentencia que ha sido apoyada por la Administración estadounidense respalda una ley que cuando fue aprobada, siendo mayoría en el Congreso el Partido Republicano, trataba de diferenciar el aborto "del infanticidio" como definían esta técnica los opositores a la misma. La Ley prohíbe un determinado método pero no el aborto en si mismo.
El caso judicial 'Gonzales Vs. Planned Parenthood' fue presentado por esta asociación que lamentó que el Supremo hubiera actuado en contra de treinta años de jurisprudencia en este sentido y criticó que con esta decisión la salud de la mujer se pone en manos de los políticos y no en manos de los cirujanos.
El método prohibido afecta a un porcentaje relativamente bajo del total de abortos realizados al año en Estados Unidos, ya que se lleva a cabo en los tres meses posteriores a la gestación y sólo cuando la salud de la mujer se encuentra en peligro. Mediante el aborto por extracción intacta, como su nombre indica, se trata de retirar el feto integro del útero.
Los críticos con las decisión del Tribunal y con la prohibición federal, señalan que la misma tan sólo actúa dificultando la labor del cirujano y no impide ningún aborto, ya que existen otras técnicas, como la de desmembramiento, que continúa utilizándose y de hecho es más habitual que la de extracción intacta.
