El Ejército británico asalta una comisaría de Policía de renegados iraquíes

Actualizado: lunes, 25 diciembre 2006 15:05


BAGDAD, 25 Dic. (EUROPA PRESS) -

Tropas británicas mataron hoy a siete hombres armados durante su asalto a una comisaría de policías iraquíes renegados situada en Basora. Por otra parte, un ataque suicida contra un control de carretera situado al oeste de Bagdad se ha cobrado la vida de tres agentes de la Policía iraquí.

Las tropas británicas contaron con el apoyo de carros de combate y vehículos acorazados durante su asalto a la comisaría de Basora donde policías renegados amenazaban con ejecutar a sus prisioneros. Las informaciones de los servicios secretos británicos apuntaron una vez más a las autoridades iraquíes, ya que a menudo padecen infiltraciones de milicias chiíes y se localizan focos de corrupción.

Se sospechaba que los dirigentes de la comisaría de policía encargada de los crímenes graves podían estar relacionados con los escuadrones de la muerte locales, y siete de los miembros de esta unidad habían sido detenidos hace tres días, según informó la teniente Jenny Saleh, de la Infantería Real de Marina británica.

"Teníamos informes de inteligencia que aseguraban que la unidad de crímenes graves podría empezar a ejecutar a sus prisioneros en los próximos días, así que decidimos intervenir", explicó Saleh.

Los efectivos británicos fueron atacados cuando iniciaron el asalto y siete hombres armados murieron durante el tiroteo, explicó un portavoz del Ejército británico, el mayor Charlie Burbridge.

Una vez finalizado el asalto, los 76 presos de la comisaría fueron trasladados a otras instalaciones de detención del centro de Basora, explicó Burbridge. Un a vez evacuada, la comisaría fue destruida con explosivos.

"Francamente, la unidad de crímenes graves había ido demasiado lejos. Debíamos deshacernos de ellos", afirmó Burbridge, quien argumentó que los miembros de dicho cuerpo estaban implicados en incidentes de violencia sectaria similar a la que padece Bagdad.

Por su parte, el Ministerio de Defensa iraquí aseguró a través de su portavoz, Mohammed al Askari, que la operación se llevó a cabo en coordinación con las autoridades iraquíes.

Por otra parte, un terrorista suicida atentó contra un control del Ejército iraquí situado en la entrada de una universidad de la ciudad de Ramadi, la capital de la provincia insurgente de Anbar. Tras la explosión se sucedieron distintos enfrentamientos entre milicianos armados y soldados iraquíes, informó un responsable policial iraquí desde el anonimato. Las autoridades han impuesto un toque de queda en toda la zona para evitar más incidentes.

En otro incidente, un francotirador mató a un miembro de las fuerzas especiales de la Policía en Samarra.

Mientras, los cristianos acudieron a la misa de Navidad en Bagdad y otras ciudades del norte del país, donde residen unos 800.000 cristianos. Aunque los cristianos están al margen de los enfrentamientos sectarios entre suníes y chiíes, sí que han sido en algunas ocasiones objetivo de la violencia de grupos islamistas radicales.