El Ejército se compromete a no intervenir en la crisis política

Actualizado: lunes, 17 febrero 2014 19:16

BUYUMBURA, 17 Feb. (Reuters/EP) -

El Ejército burundés ha asegurado este lunes que no intervendrá en la crisis política que atraviesa el país, una de las peores desde que acabó en 2005 la guerra civil, que duró 12 años, tal y como recoge la Constitución.

"Hay rumores que apuntan a que el Ejército interferirá en la crisis actual", ha afirmado el ministro de Defensa, el general Pontien Gaciyubwenge. "Queremos asegurar que el Ejército está unido de las bases hasta arriba", ha subrayado.

"La Constitución exige a los cuerpos policiales y militares que observen con neutralidad y tenemos que respetarlo. Los políticos tienen que resolver sus problemas y evitar involucrar a las fuerzas de seguridad y de defensa en sus asuntos", ha asegurado Gaciyubwenge.

El ministro de Defensa ha comparecido en una rueda de prensa junto a los ministros de Seguridad, Alain Guillaume Bunyoni, Interior, Edouard Nduwimana, y Justicia, Ancilla Ntakaburimvo.

Burundi tiene un complejo sistema de reparto del poder entre la mayoría de hutus y el resto de grupos minoritarios. Hace un mes se vio sumido en una crisis políticos cuando tres ministros tutsis del Unión para el Progreso Nacional (UPRONA) dimitieron después de que el presidente, Pierre Nkurunziza, apartase del poder al vicepresidente Bernard Busukoza, también tutsi.

La situación empeoró el sábado, cuando la Policía se enfrentó a los miembros de UPRONA, que estaban reunidos para votar a sus líderes, y utilizó gas lacrimógeno para dispersar a la multitud.

El Gobierno de coalición burundés tiene establecidos unos márgenes, que limitan a un 60 por ciento los puestos que pueden ocupar miembros hutus tanto en el Ejecutivo como en el Parlamento. Esta norma se extiende al Ejecutivo, cuyo mando está dividido entre hutus y tutsis.

La semana pasada Nkurunziza designó como vicepresidente a Prosper Bazombanza, con lo que ha provocó críticas por parte de la oposición, que ve la decisión como un primer paso para cambiar la ley y permanecer en el poder más de dos mandatos.