Los enfrentamientos sectarios en Birmania dejan a unos 30.000 musulmanes rohingya desplazados

Actualizado: jueves, 14 junio 2012 21:20

SITTWE, 14 Jun. (Reuters/EP) -

Unas 30.000 personas del estado de Rakhine, entre musulmanes de la etnia rohingya y miembros de las minorías étnicas budistas, han quedado desplazadas de sus hogares y necesitan alimentos, agua y refugio en el noroeste del país, tras huir de los enfrentamientos sectarios registrados el pasado 8 de junio, considerados los peores ocurridos en años y que se han saldado 29 muertos, según ha informado este jueves el ministro de Control Fronterizo, el coronel Htein Lin.

El ministro ha asegurado que cerca de 2.500 casas han sido incendiadas en la ola de violencia sectaria, incluidos los inmuebles que resultaron dañados el miércoles por la noche en dos aldeas próximas a la frontera con Bangladesh.

En los lugares que eran focos de tensión a principios de semana, incluyendo la capital del estado, Sittwe, la violencia ha comenzado a disminuir después de días de ataques incendiarios y de muertes.

Aung Myat Kyaw, senador por Rakhine, ha indicado a Reuters que las tensiones entre los dos grupos se han aliviado y que hay alrededor de 20.000 refugiados en Sittwe, la mayoría de ellos procedente de pueblos donde las personas huyeron por temor a la violencia. "Ellos necesitan alimentos y, debido a la fuerte lluvia, existe la preocupación acerca de su salud y si tienen suficiente espacio bajo techo", ha agregado.

El Ejército ha llevado a cientos de rohingyas a los pueblos musulmanes situados fuera del estado de Sittwe para garantizar su seguridad.

Por su parte, Maung Shwe, un miembro musulmán del Parlamento por el gobernante Partido Unión, Solidaridad y Desarrollo, ha afirmado que los desplazados están preocupados por su seguridad. "El Ejército está allí para garantizarles la vida", ha explicado, antes de precisar que "todavía hay muchos rohingyas en el centro de Sittwe y tienen miedo de ser atacados".

SITUACIÓN DELICADA

En una conferencia de la Organización Internacional del Trabajo en Ginebra, su primera parada de una gira por cinco naciones europeas, la Premio Nobel y líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi, ha expresado su preocupación por los disturbios y ha dicho que hay que hacer cumplir las leyes para evitar estos conflictos.

"Sin el imperio de la ley, las contiendas van a continuar", ha indicado en rueda de prensa. "La situación actual tendrá que ser manejada con delicadeza y sensibilidad, y necesitamos la cooperación de todas las personas afectadas para reconstruir la paz que queremos para nuestro país", ha resaltado.

Mientras, se teme que la escasez de alimentos se amplíe de tres a cuatro días debido a que las malas condiciones de las carreteras y la infraestructura retrasan los suministros de las organizaciones de ayuda, ha comentado Htun Myit Thein, de la Fundación Wan Latt, que maneja tres campamentos donde hay unas 12.000 personas en Sittwe.

"Los campos no están lo suficientemente limpios y algunos de los hombres se están enfermando", ha agregado. "Hasta ahora no hay apoyo del Gobierno ni de grupos internacionales", ha asegurado.

No está claro lo que provocó los disturbios. Las relaciones entre las dos comunidades han sido incómodas durante generaciones y la tensión estalló el mes pasado después de la violación y asesinato de una mujer budista, crimen atribuido a los musulmanes.

Hasta 800.000 rohingyas viven a lo largo de la frontera de Birmania con Bangladesh en condiciones abyectas. Ningún país los reconoce como ciudadanos y las autoridades de Bangladesh ha rechazado los barcos de rohingyas que huían esta semana de la violencia.